Jrue Holiday, el jugador que dejó el baloncesto por su familia, busca su segundo anillo tras ser desterrado de los Bucks
Nombre de moda en la NBA, Jrue Holiday tardó en ser reconocido, porque su historia hasta la cima tiene muchos obstáculos.

Campeón olímpico, campeón de la NBA, seis veces nombrado en el mejor quinteto defensivo de la NBA o dos veces All Star, y aun así, Jrue Holiday es uno de los jugadores más infravalorados de la NBA. Con los Celtics, en su primera temporada, está siendo pieza clave en ambos lados de la pista. "Soy el chico para todo" decía Holiday tras meter 26 puntos en el segundo partido. "Hago lo que sea, estoy aquí para ganar. Me trajeron para ganar y haré lo posible para conseguirlo". Porque Boston hizo literalmente eso: apostar por Jrue para ganar. Le trajeron para superar esa barrera mental que los Celtics de Brad Stevens nunca habían logrado, y están a solo dos partidos de lograrlo. En parte gracias a Jrue Holiday, y a los Milwaukee Bucks.
Tras fracasar el pasado curso, la franquicia de Giannis Antetokounmpo decidió dar un golpe de timón. Fueron a por Damian Lillard, pero a cambio perdieron a su abanderado defensivo, su base titular en el anillo de 2021, Jrue Holiday, al que mandaban a Portland. De los Blazers, en apenas cuatro días lo rescataba Brad Stevens para apuntillar una plantilla que ya era favorita al título con la llegada de Porzingis, y que sumando a Jrue Holiday se convertía en la referencia del Este y de la NBA. No llegaba a cumplir el rol de Marcus Smart, su predecesor en el cargo de base en estos Celtics, o replicar lo que hizo en Milwaukee donde fue la tercera arma ofensiva. Venía a hacer de navaja suiza, de quarterback defensivo, de chico para todo. Llegaba para ganar, que por algo es especialista en ello.
En llevar a sus equipos más allá, sin importar el contexto. Su carrera empezó en Philadelphia. Elegido en el pick #17 por los Sixers en 2009, el de Ricky Rubio y Steph Curry, formó parte de un proyecto joven con Andre Iguodala, Lou Williams, Thad Young o Evan Turner. Fue, en su momento, el All Star más joven de la historia de la franquicia, pero los Sixers tenían otros planes a futuro: el proceso. La llegada de Sam Hinkie hizo hincapié en el tanking, en apostar por jugadores jóvenes del draft y todos los nombres de la franquicia salieron. En el caso de Holiday, rumbo a unos Pelicans donde se iba a encontrar con Anthony Davis. Fue cambiado por Nerlens Noel y una primera ronda alta que acabó siendo Elfrid Payton, ninguno se acercó nunca a su nivel.
Sus primeros años fueron un constante de lesiones. Solo 34 partidos en su primera temporada, 40 en la segunda y desde el banquillo la tercera, con Tyreke Evans o Norris Cole haciendo de bases. Por entonces ya vivía en los 15 puntos de promedio, con más de 6 asistencias y robo y medio por noche, y solo la regularidad le alejaba de la élite absoluta de bases de la NBA.
Uno de los momentos clave de su carrera llegó en New Orleans, antes del inicio de la temporada 2016/17, cuando el base decidió dejar temporalmente el baloncesto. ¿El motivo? A su mujer, embarazada de su primer hijo, le diagnosticaron un tumor cerebral. Lauren Holiday, estrella de la selección estadounidense de fútbol, dos veces campeona olímpica y campeona del mundo con 133 partidos internacionales, ha sido el pilar en la vida de Jrue desde que se conocieron en UCLA en 2008. Por eso, cuando fue diagnosticada con un tumor en la parte derecha de su cerebro, uno benigno, Holiday decidió dejar todo y enfocarse únicamente en cuidar a su mujer. Tras el nacimiento de TJ, Lauren pasó por quirófano con Jrue a su lado siempre.
"Mi familia está antes que el baloncesto. Tengo la bendición de jugar a este deporte y estar en mi posición, pero mi mujer es lo más importante del mundo para mí" decía Holiday al anunciar su ausencia. Se perdió solo doce partidos, pero desde su vuelta, fue un jugador diferente. Y para 2018 los Pelicans se cuelan sextos en el Oeste, con Holiday asentado como base titular y una pareja interior de miedo: DeMarcus Cousins y Davis, aunque DMC se acabó perdiendo los playoff. La entrada de Rajon Rondo al quinteto permitía jugar a Jrue sin balón, siendo punta de lanza en defensa y firmando su mejor campaña, con 19 puntos. Aunque la explosión definitiva llegó en playoff, cuando le tocó marcar a Damian Lillard en primera ronda.
Lo dejó en 18 puntos y 35% de tiro de campo en la barrida de New Orleans, que por segunda vez en su historia superaba una ronda de playoff. Y por fin el planeta era consciente del jugador que Holiday era. Por primera vez en su carrera conseguía entrar en los quintetos All Defense, y quedaba séptimo en la votación por el mejor defensor del año, su mejor puesto hasta esta temporada. Por eso Milwaukee se lo llevó, con dos objetivos. El primero, convencer a Giannis de renovar, demostrando que querían ir a por todas; el segundo, traer esa tercera referencia junto al griego y Khris Middleton. Llegó y en su primer año los Bucks por fin pudieron levantar el Larry O'Brien, con una jugada clave de Holiday, robando un balón para cerrar el quinto partido con un mate de Giannis.
JRUE HOLIDAY VE GIANNIS'TEN ALLEY OOP! pic.twitter.com/S3KBNjaPzl
— NBA Türkiye (@NBATurkiye) July 18, 2021
Fueron tres temporadas en Milwaukee, siempre siendo All Defense y top-10 del premio al mejor defensor antes de que los Bucks decidieran apostar por Lillard. En parte por las debacles de 2022, perdiendo ante Boston en siete todavía como vigente campeón, o caer en primera ronda ante los Heat. Fue el elegido, en un movimiento muy criticado por Lauren Holiday, y los Celtics, que pescaron en río revuelto, lo han sabido aprovechar. Están a dos victorias de que Boston cuelgue el banner 18, con Jrue Holiday siendo pieza clave.