Los 10 jugadores más altos en la historia de la NBA

El baloncesto es un juego de gigantes desde su misma concepción. Cuando inventó el juego, el Dr. James Naismith colocó dos cestos de melocotones lo más alto que pudo dentro del pabellón del Springfield College en el que impartía clases. La idea era que sus alumnos lanzasen el balón bombeado, para que no hubiese opción de romper las vidrieras que existían en el recinto. Sin pretenderlo le dio ventaja a los jugadores más altos. Desde entonces, los centímetros se cotizan al alza en el mundo de la canasta. Siempre y cuando estén acompañados de una cierta coordinación y movilidad, claro.

A lo largo de la historia de la NBA varios son los jugadores que han dejado huella en la memoria de los aficionados debido a su altura. No todos corrieron la misma suerte en la pista, eso sí. La talla puede ser una ventaja competitiva, pero también un debe ante jugadores más rápidos. Muchos, además, fueron víctimas de problemas físicos debido a lo descomunal de su cuerpo. Para confeccionar este ranking hemos utilizado la altura oficial de los jugadores, ya que en ocasiones esta puede variar según el método de tallare utilizado (con o sin zapatillas, por ejemplo). Aunque en los últimos años se ha estandarizado en eventos como el draft convine, durante muchos años los datos procedentes de la mejor liga del mundo no eran del todo fiables.

Gheorghe Muresan nació el 14 de febrero de 1971 en Cluj, Rumanía, en el seno de una familia muy humilde. Aunque sus padres son de una talla normal, un desorden en la glándula pituitaria, llamado acromegalia, le hizo crecer de manera desproporcionada en su adolescencia. Algo que decidió aprovechar a su favor. Aunque no había jugado nunca al baloncesto, un deporte que no era especialmente popular en su país, a los 15 años se inició en una disciplina que le salvó la vida.

Rápidamente sus números en el Universidad de Cluj llamaron la atención en Europa. Después de una eliminatoria contra el Pau-Orthez, en la que anotó 39 puntos, el conjunto francés no dudó en ficharle, dándole su primera gran oportunidad. Solo duró un año en Francia, en una campaña en el que ganó la Copa. Llegó a firmar con el Barcelona, sin embargo su elección en el número 70 del Draft de la NBA 1993 le animó a coger las maletas y cruzar el Atlántico. En total estuvo seis temporadas en la mejor liga del mundo, cuatro con los Washington Bullets y dos más con los New Jersey Nets. En total promedió 9,8 puntos, 6,4 rebotes y 1,5 tampones por partido. Además, su desempeño en la pista le valió el premio al jugador más mejorado (MIP) en 1996.

El impacto de Muresan en la cultura pop fue tal que, incluso, fue elegido para protagonizar la película Mi Gigante (1998) junto a Billy Crystal. Además de aparecer en otros productos audiovisuales de menor relevancia. Antes de colgar de manera definitiva las botas disputó una última temporada en el Pau-Orthez.

Manute Bol posee la misma altura que Muresan, aunque unos milímetros menos le convierten en el segundo jugador más alto en la historia de la NBA. Oficialmente nació el 16 de octubre de 1962 en Gogrial, actual Sudán del Sur pero entonces perteneciente a Sudán. Aunque son varios los testimonios que han puesto en duda la veracidad de su año de nacimiento. Es miembro de la tribu Dinka, caracterizada por su gran altura. De hecho, a diferencia de muchos de los integrantes de esta lista, Bol no sufría gigantismo.

En 1979 un fotógrafo tomó una foto de Bol asombrado por su altura. La imagen se hizo muy popular, lo que le terminó llevando al baloncesto. Aunque inicialmente no estaba interesado en el juego, poco a poco fue desempeñándose hasta formar parte de la selección sudanesa. En 1982 un entrenador estadounidense viajó a África para impartir unos clinics y conoció a Manute, animándole a viajar a Estados Unidos para continuar su carrera. La idea era que jugase con la Universidad de Cleveland State, aunque no pudo hacerlo por las dudas con su documentación y su bajo nivel de inglés. Finalmente se enroló en la Universidad de Brdigeport, de la segunda división de la NCAA.

Manute Bol fue elegido en la posición número 31 del Draft de 1985 por los Washington Bullets. Su físico de dibujos animados rápidamente capturó la imaginación de los aficionados, que le convirtieron en un icono. Además, rápidamente dejó su impronta en el parquet, promediando 5 tapones por partido en su temporada rookie. En total, Manute Bol jugó 10 temporadas en la NBA, en las que promedió 2,6 puntos, 4,2 rebotes y 3,3 tapones por partido. Defendió las camisetas de Bullets, Warriors, 76ers y Heat. Su carrera fue de más a menos, con un gran impacto inicial y un ocaso marcado por las lesiones y molestias físicas. En 1986 fue elegido en el segundo quinteto defensivo de la temporada.

Slavko Vranes nació el 30 de enero de 1983 en Pljevlja, entonces Yugosliva y actualmente Montenegro. Debido a su gran altura se decantó por el baloncesto, aunque no tuvo una carrera profesional especialmente destacada. De hecho, su paso por la NBA fue testimonial. Tan anecdótico como un total de 3 minutos disputados en un partido oficial con los Portland Trail Blazers en la temporada 2003/04. Previamente había sido seleccionado por los New York Knicks en la posición 39 del draft de 2003, aunque le cortaron sin debutar.

En Europa tuvo más recorrido. Sobre todo en Buducnost y Partizan, con los que llegó a disputar la Euroliga. Su mejor temporada en la máxima competición continental fue la 2009/10, en la que promedió 4 puntos, 4,6 rebotes y 1,5 tapones en 18,1 minutos de juego por partido. Números que hablan de su condición de jugador de rotación. Ademas fue internacional por Montenegro.

Shawn Bradley nació el 22 de marzo de 1972 en Alemania, hijo de un padre militar estadounidense y madre alemana. Aunque mantuvo la nacionalidad germana e incluso llegó a jugar con su selección, se formó en Estados Unidos. Concretamente en Utah, ya que fue criado en la fe mormona. De hecho acudió a la Brigham Young University, la institución académica más importante para los mormones, donde solo jugó una temporada antes de irse de misión a Australia durante dos años. A su regreso en 1993 se presentó directamente al Draft de la NBA, en el que fue elegido en segunda posición por los Philadelphia 76ers.

En total, Bradley estuvo 12 temporadas en la mejor liga del mundo. Aunque jugó con los 76ers y los Nets, su nombre siempre quedará asociado a los Dallas Mavericks, equipo en el que pasó un total de nueve campañas. A lo largo de su carrera, el pívot promedió 8,1 puntos, 63 rebotes y 2,5 tapones por partido. Su impacto en la cultura popular fue tan que, en 1996, fue uno de los cinco jugadores de la NBA elegidos para participar en la película Space Jam, protagonizada por Michael Jordan. En 2021 sufrió un accidente de tráfico que le dejó paralítico.

Yao Ming es hijo de jugadores de baloncesto, por lo que su destino parecía escrito desde que nació. De hecho, aunque a él le interesaba la ciencia, sus padres le iniciaron en el mundo de la canasta cuando tenía 9 años. Entonces ya era más alto que el resto de sus compañeros, aunque no se podía prever que llegase a crecer hasta los 2,29 metros. Debido a su suma única de tamaño y coordinación, el joven Yao entro en las categorías inferiores de los Shanghai Sharks, con los que se sometió a un entrenamiento exhaustivo.

Prácticamente desde que era un adolescente, Yao gozó de gran proyección internacional. Recibió el patrocinio de Nike y sus participaciones con la selección china generaron gran expectación. Finalmente en 2002 los Houston Rockets le seleccionaron con el número 1 del Draft de la NBA. Comenzó así su aventura en la mejor liga del mundo. En total, Yao Ming jugó ocho temporadas en la competición estadounidense, en las que promedió 19 puntos y 9,2 rebotes por partido. Pese a sus grandes números, el chino pasará a la historia como uno de los grandes what if de la competición debido a sus numerosos problemas físicos y lesiones.

Yao Ming recibió varias distinciones durante su carrera en la NBA. Disputó ocho All-Star de la NBA, todos ellos como titular debido al peso del voto de los aficionados chinos. Además, fue incluido dos veces en el segundo mejor quinteto de la temporada (2007 y 2008) y tres veces en el tercer mejor quinteto (2004, 2006, 2009). En 2016 fue incluido en el Salón de la Fama del baloncesto.

Tacko Fall nació el 10 de diciembre de 1995 en Dakar, capital de Senegal. Como muchos otros niños comenzó jugando de manera informal en la calle. Claro que cuando tenía 15 años ya medía 2,21 metros, lo que no pasó inadvertido para nadie. El boca a boca comenzó a funcionar y, finalmente, su caso llegó a oídos del seleccionador senegalés, quien le convenció para dedicarse al baloncesto de una manera regulada. A los 16 los viajó a Estados Unidos, donde cursó los dos últimos años de instituto y comenzó a entrenar con Hakeem Olajuwon.

Después de su paso por la Universidad de Central Florida, Fall no fue elegido en el Draft de 2019. Los Boston Celtics, no obstante, se fijaron en él y terminaron firmándole un contrato dual, que le permitía alternar el equipo de desarrollo con el de la NBA. Sus 2,29 metros de altura le convirtieron en un jugador muy popular entre los aficionados, aunque su impacto en la cancha fue mínimo. Su currículo se resume en apenas 37 partidos en la NBA durante tres temporadas, dos con los Celtics y una con los Cleveland Cavaliers. A pesar de su tamaño, Fall nunca pudo adaptarse a un baloncesto que cada vez premia más a los jugadores interiores móviles capaces de cambiar en defensa o, incluso, jugar por fuera.

Chuck Nevitt jugó un total de nueve temporadas en la NBA, aunque sin mucha continuidad. Formó parte de los Lakers que ganaron la NBA en la 1984/85, aunque apenas jugó un total de 18 encuentros vestido de púrpura y oro. La mayoría de los contratos que firmó a lo largo de su carrera fueron de carácter temporal, como refleja el hecho de que apenas sumase 155 choques disputados en total. Así, el curso que acumuló más partidos fue la 1988/89, cuando jugó un total de 43 encuentros con los Houston Rockets, en los que apenas promedió 5 minutos por partido eso sí. Como la mayoría de jugadores de esta lista, su físico, muy alto y desgarbado, lo convirtieron en un jugador popular en la época.

Pavel Podkolzin nació el 15 de enero en la localidad rusa de Novosibirsk, donde comenzó a jugar al baloncesto. Su altura rápidamente llamó la atención, lo que por ejemplo le llevó a formar parte de la selección rusa que consiguió la plata en el Europeo cadete del año 2000. Un año más tarde el Varese italiano le fichó, donde estuvo hasta 2004. Aunque fue seleccionado por los Utah Jazz en la posición 21 del Draft, sus derechos fueron traspasados a los Dallas Mavericks que a la postre fueron su único equipo en la NBA. Su paso por la mejor liga del mundo se tradujo en apenas seis partidos en dos temporadas. Regresó a Europa en 2006 para unirse al faraónico proyecto del Khimki, aunque tampoco logró destacar. El resto de su carrera pasó por varios equipos rusos de perfil bajo.

Sim Bhullar nació en Toronto, Canadá, aunque proviene de una familia de orígenes hindúes. Aunque sus padres eran altos, sus dos hijos superaron todas las expectativas. Sim alcanzó los 2,26 metros y su hermano menor, Tanveer, llegó a los 2,21 m. Debido a su altura, ambos se decantaron por el deporte de la canasta durante su infancia. De hecho, el balón naranja determinó su destino, desplazándose en edad adolescente a Estados Unidos para poder continuar formándose deportivamente mientras acudían al instituto. De los dos, Sim fue el que consiguió una carrera más destacada y jugar en la NBA.

Después de dos años en la Universidad de New México State, Bhullar se presentó al draft de 2014, aunque no fue elegido por ningún equipo. Los Sacramento Kings le invitaron a disputar la Summer League con ellos y le terminaron ofreciendo un contrato temporal de 10 días. En total acumuló tres partidos en la NBA, siempre con un papel completamente residual. No obstante hizo historia al convertirse en el primer jugador de origen hindú en jugar en la mejor liga del mundo.

Víctor Wembanyama es lo que se conoce en el mundo del baloncesto como un unicornio. Un jugador de unas características nunca vistas hasta la fecha. El francés mide 2,24 metros de altura, aunque es capaz de jugar como un exterior. De hecho durante su formación ejerció incluso de base, lo que le permitió tener un manejo de balón completamente inusual para un hombre de su tamaño. Por ello, a nadie le extrañó que los San Antonio Spurs le eligiesen con el número 1 del Draft de 2023, esperando que sea la pieza clave con la que volver a conseguir éxitos deportivos.

Todo en la carrera de Wemby ha estado pensado con un único objetivo: dominar la NBA. Debutó en el baloncesto profesional con 15 años y, dos años más tarde, fichó por el principal club de Francia, el ASVEL. Sin embargo, en 2022 no dudó en dar un paso atrás, dejar Lyon y la Euroliga e irse al Metropolitans 92 en busca de un ecosistema que le ofreciese una mayor protección. Entonces ya era un fenómeno internacional, con sus partidos de la liga francesa televisados incluso a través del League Pass de la NBA.

Todavía es muy pronto para valorar en conjunto la carrera de Wembanyama. El inicio es más que prometedor, eso sí. Fue nombrado rookie del año en 2024 y en 2025 fue elegido para disputar su primer All-Star. Una lesión le privó de jugar el resto de la temporada, aunque las expectativas con él son las máximas.