Luka Doncic se aprovecha de un Kawhi Leonard a medio gas y desquicia a los Clippers entre tangana y tangana

Nunca una frase ha podido marcar tanto el devenir de una serie. Al ser preguntado por su rodilla, la que pasó por quirófano y que tantos dolores de cabeza le ha dado, Kawhi Leonard fue sincero: "No ha respondido de la manera que queríamos tras el primer partido" aseguraba. Sin él, los Clippers ganaron ese primer duelo, pero desde entonces, Dallas ha remontado la serie y puesto el 2-1. "Vamos a solucionarlo, vamos a hacerlo bien. El tiempo lo dirá, pero estamos haciendo todo lo correcto" aseguraba Leonard. Pero la sensación es que llegará muy tarde y otra vez la salud será el principal motivo por el cual los Clippers no pueden competir en playoff. Porque del 1-0 de la mano de James Harden al 1-2 y las dudas han pasado apenas tres días. 

"Está intentando encontrar el ritmo" decía Ty Lue sobre su estrella, a quien están controlando los minutos y esfuerzos. Jugó apenas 25 minutos, con 9 puntos, una actuación en línea con el rendimiento de las otras estrellas del equipo. Paul George metió 7, Russell Westbrook se fue expulsado con más técnicas (2) y tantas faltas flagrantes (1) como puntos (1). Solo James Harden, con 21 puntos, puso algo de emoción al primer tiempo.

Pero Dallas rompió el partido en el segundo cuarto, con un parcial de 23-9 (del 32-31 al 54-41) para finalizar el cuarto y abrir un hueco que no se volvería a cerrar. Lo bajaron a ocho en el tercer cuarto, pero Kyrie Irving abortó cualquier opción de remontada.

Porque el australiano es la mejor pieza de compañía que ha tenido Luka Doncic en su carrera y con diferencia. Metió 21, por los 22 del esloveno con 10 rebotes y 9 asistencias, a solo una del triple-doble. Aparecieron PJ Washington (10 puntos), Derrick Jones Jr (11) y Dereck Lively, todavía novato, metió 13 desde el banco. El equipo que rodea a las dos estrellas, el que no apareció en el primer partido, ha llegado a la serie. Y Dallas, que cayó en 2020 y 2021 ante los Clippers, está a solo dos triunfos de cerrar la serie y con la ventaja de ver a la estrella rival con problemas físicos, una tendencia habitual en la NBA. Lo hemos visto con Giannis Antetokounmpo, Jimmy Butler, Joel Embiid o incluso Zion Williamson. Llegar sano a playoff es tan importante como llegar, algo que sabían en Dallas.

Y sobre la mesa la opción de, en caso de ganar el cuarto, lo que se conoce en Estados Unidos como el barrido de caballeros: un 4-1. Sería la primera serie que ganan los Mavericks desde las semifinales de 2022, y la primera con Kyrie y Luka juntos. Pero hay que ir paso a paso, no sea que los Clippers consigan solucionar su principal problema, otra vez: las rodillas de Kawhi.

Como los Lakers contra Denver, los Suns están al borde del abismo. Tres partidos, tres derrotas y con Minnesota aguantando el cuchillo a falta del corte final. Porque la serie se mudó de Minneapolis a Phoenix y el resultado fue el mismo: triunfo de los Timberwolves, que dominaron y dejaron claro que tener estrellas no sirve ante los mejores equipos de la NBA. Kevin Durant (25), Bradley Beal (28) y Devin Booker (23) se combinaron para 76 puntos y aun así, Anthony Edwards volvió a ser el MVP con 36 tantos y 9 rebotes, y el quinteto titular de Minnesota superó a sus cinco rivales, con 14 puntos más. Porque el resumen es ese: los Timberwolves son mejores. 

Rudy Gobert fue propietario de la pintura, con 19 puntos, 14 rebotes y dos contragolpes de un base, el segundo que acabó con la expulsión de Royce O'Neale. Karl-Anthony Towns metió 18, Mike Conley 15 y Naz Reid otros 13 desde el banco. Porque a recursos y profundidad, muy pocos equipos le pueden ganar a estos Timberwolves. Y por primera vez en su historia se ponen 3-0 en una eliminatoria, ante un equipo, los Suns, que nunca habían estado 0-3. Ninguno de los dos conoce el barrido, y el domingo puede ser un día histórico para recordar. Y Edwards lo celebra.

El primer duelo de la noche se lo llevó Indiana con una prórroga de por medio. Todavía sin Giannis Antetokounmpo, los Bucks se encontraron con el mejor Khris Middleton para alargar un partido que los Pacers tuvieron controlado y dejaron escapar en la segunda parte. Un triple sobre la bocina mandaba el encuentro al tiempo extra, y otro faltando seis segundos en la primera prórroga estaba a punto de forzar la segunda. Tyrese Haliburton, en su tercer partido en playoffs, dejaba a Pat Beverley detrás y conseguía un 2+1 que pone el 2-1 en la serie para los Pacers. Y cerraba una noche con triple-doble, 18 puntos (8/22 en tiros), 16 asistencias y 10 rebotes, la mitad ofensivos, pese al 1/12 en triples. Myles Turner metió 29 y los triples de Andrew Nembhard, y el único de Aaron Nesmith, fueron clave.

Porque Middleton hizo todo lo posible. Metió 42 puntos, con 16/29 en tiros, 10 rebotes y 5 asistencias. Sin Giannis, y con Damian Lillard yendo a vestuario por lesión (aunque acabó jugando 45 minutos), se puso a los Bucks a la espalda. Para Dame fue primero una lesión en la rodilla y luego reagravando sus molestias en el tendón en el último cuarto, y aun así, metió 28 puntos. Bobby Portis firmó un doble-doble, con 17 puntos y 18 rebotes, aunque el banquillo de los Bucks se combinó para un total de 6 tantos. 2-1 para Indiana y el cuarto, el domingo, se vuelve a jugar en la pista de los Pacers que tienen a mano la opción de poner un 3-1 demoledor. Como Dallas, Indiana es el único seed bajo por delante en el Este.