NBA

Los Kings sueñan con romper la sequía más larga del deporte americano

La franquicia de California, que está firmando un gran inicio de temporada, acumula 16 años sin clasificarse para playoffs.

De'Aaron Fox, esta temporada. /GETTY
De'Aaron Fox, esta temporada. GETTY
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

El pasado mes de octubre, en el Rogers Centre de Toronto, los Seattle Mariners hacían historia. O más bien la cambiaban. El equipo de Washington llevaba 21 años consecutivos sin jugar playoffs en la liga de beisbol americana. Era, hasta octubre, la sequía más larga del deporte americano, la única franquicia en Estados Unidos con más de dos décadas sin jugar un partido de postemporada. Y con los Mariners en playoffs, el récord para mal pasa a manos de los Sacramento Kings. 

El equipo de California tiene el dudoso honor de llevar 16 temporadas consecutivas sin jugar un partido de playoffs. La última fue en la temporada 2005/06, un equipo que contaba con Mike Bibby, Peja Stokajovic, Brad Miller y Bonzi Wells. Pero con el inicio de campaña, el equipo de Mike Brown sueña con romper una sequía que les sitúa como la peor franquicia de lo que va de siglo en las ligas mayores. Llevan cinco victorias seguidas y seis en los últimos siete encuentros, son la segunda mejor racha de la NBA y si un año es posible, es este.

Demasiadas decisiones erradas

En el mercado de traspaso de febrero, los Kings sorprendieron a todo el mundo. El equipo dejó salir a Tyrese Haliburton a cambio de Domantas Sabonis. Tenían dos generadores de balón élite y apostaban todo por De'Aaron Fox. Confiaban que, a la larga, el proyecto se iba a fundamentar en la pareja Sabonis-Fox y parece que, por primera vez en muchos años, los Kings han tomado la decisión correcta. Y es que la gerencia de la franquicia, o las gerencias previas a la actual, se caracterizaban por decisiones poco acertadas. 

La más famosa, en 2018. En la noche del draft, y tras ver a Phoenix elegir a Deandre Ayton, prefirieron hacerse con los servicios de Marvin Bagley III antes que elegir a Luka Doncic, quien salió en tercera posición. Incluso Jaren Jackson Jr, Trae Young, Shai Gilgeous-Alexander o Michael Porter Jr fueron elecciones de lotería. Bagley jugó 148 partidos en Sacramento donde promedió 13.5 puntos, pero lejos del nivel de las estrellas de su camada. Y no es la única vez que eligen mal. 

En 2015 usaron el sexto pick del draft en Willie Cauley-Stein con jugadores como Myles Turner o Devin Booker libres, un año antes prefirieron a Nik Stauskas en lugar de seleccionar a Zach LaVine o un tal Nikola Jokic (este fallo lo hicieron todas las franquicias). En 2013 fue McLemore con el siete, por delante de CJ McCollum, Giannis Anetokounmpo o Rudy Gobert, en 2012 Thomas Robinson en vez de Damian Lillard, Draymond Green o Khris Middleton y podemos seguir. Jimmer Fredette por delante de Klay o Kawhi, Tyreke Evans por Curry. Hay un patrón. Ahora, hay un proyecto.

Domantas y De'Aaron

Desde 2020 no fallan. Ese verano eligieron a Haliburton, a la postre convertido en Sabonis, en 2021 fue Davion Mitchell y en el último draft a Keegan Murray. Todos son claves en el futuro de la franquicia, activa o pasivamente. El lituano está viviendo en el doble-doble, con promedios de 17.7 puntos y 10.8 rebotes, además de un altísimo 5.9 en asistencias. La pintura es de Domantas, que suma ya ocho partidos en dobles figuras, incluyendo una noche con 22 rebotes ante el campeón. Y sigue siendo el segundo mejor jugador del equipo por culpa de Fox. 

El base es, a día de hoy, un fijo en todas las quinielas del All Star. No solo está jugando su mejor baloncesto, mejorando en casi todos sus números, sino que ha logrado lo que Sacramento lleva 16 años buscando: conseguir ganar. Fox roza los 25 puntos, 6.4 asistencias y 4.8 rebotes, tirando 55.4% de pista y un 37.5% en triples. Casi todas son su máxima de carrera. Y sobre todo, siendo clutch. 

Fox lleva 42 puntos en los últimos cinco minutos, el segundo que más en la NBA solo por detrás de Mitchell, y sus porcentajes se disparan a cifras irracionales en el momento más caliente del partido: 64% en tiros de campo y 57% en triples. Un ejemplo, solo uno, el game winner sobre la bocina en Orlando: un triple a 31 pies para sentenciar el partido. Pero no todo es Fox y Sabonis, porque parte del mérito es la plantilla. Huerter y Monk aportan puntos, Harrison Barnes veteranía y Keegan Murray energía joven. Todos saben su rol, todos cumplen, del uno al doce.

Tienen un proyecto, han tomado buenas y arriesgadas decisiones y están jugando uno de los mejores baloncesto de la NBA. Cinco victorias seguidas, están a 1.5 de Portland, líder de la conferencia, y con el objetivo de seguir creciendo. Soñar es posible en Sacramento, aunque sea algo humilde: romper una sequía de 16 años.