"No voy a contestar": la frase que deja en 'standby' el futuro de LeBron y que depende de su hijo

Se acabó la temporada de los Lakers, y otra vez, a manos de los Nuggets. Fue en cinco partidos y no en cuatro como el año anterior, pero mucho antes. Porque en primera ronda, el equipo de Darvin Ham, LeBron James y Anthony Davis se despide de la lucha por el anillo. Y la eliminación abre un verano de dudas e incógnitas. Porque LeBron James podría salir a la agencia libre, y el año pasado ya dejó caer la opción de la retirada tras perder. Por su parte, Darvin Ham podría haber entrenado su último partido en el banquillo de los Lakers y el futuro de la franquicia angelina está en el aire. La plantilla no ha estado a la altura y habrá cambios antes del mes de octubre, porque un año más, pese a tener uno de los mejores jugadores del mundo, los Lakers no han podido competir.

Porque el Rey, tras ver a su equipo quedarse lejos del anillo, tiene que tomar una decisión importante. LeBron James tiene un año más de contrato con los Lakers, a razón de algo más de $51.4 millones, pero puede decidir ejercer o no ese año. James tiene una opción de jugador y debe tomar la decisión antes del 29 de junio. Varios días después del draft, donde podría salir elegido su hijo Bronny y con quién le gustaría compartir vestuario en la NBA. El problema es que LeBron está todavía en posición de competir, de liderar un equipo, como demostró en la serie ante los Nuggets. La cerró rozando el triple doble en el quinto, con 30 puntos, 11 asistencias y 9 rebotes. Y ahora es labor de Rob Pelinka y el resto de la gerencia prometer una plantilla a su nivel si no quieren evitar su salida.

Lo que ha quedado claro es que las limitaciones han sido reales, y eso se notó en momentos claves de la serie ante Denver. Con los Nuggets haciendo un parcial de 14-2, Darvin Ham tuvo que mirar al banquillo y recurrir con la temporada en juego a Spencer Dinwiddie y Jaxson Hayes, algo que no salió bien. Volvieron a llegar sin fuerzas al final del partido, con Denver haciéndose fuerte en la segunda parte, y nadie asistió al llamado de socorro de James. Los problemas físicos de Anthony Davis o la irregularidad de D'Angelo Russell fueron factores durante toda la serie. Y ahora LeBron tiene que decidir su futuro.

¿Sería posible ver a James con otra camiseta? Posible es, eso seguro; probable ya menos, que son dos conceptos muy diferentes. Desde el lado económico, los Lakers son la franquicia que más dinero le puede ofrecer, con un contrato de hasta tres años y $162 millones. Ninguna otra franquicia, por mucho espacio salarial que tenga, le puede firmar por más de $158 millones, una diferencia que parece mínima. Pero estar en Los Angeles, el principal mercado de la NBA, tiene un impacto económico para los negocios de Bron fuera de la pista. A nivel deportivo, los Lakers no son el mejor proyecto en la NBA, pero entre los equipos capaces de ofrecer ese dinero a LeBron, solo Oklahoma y los Pacers tienen capacidad para competir, y ninguno debería estar interesado en él. La lógica dicta que se debería quedar, aunque por ahora no ha querido contestar a la pregunta, antes de finalizar la rueda de prensa.

Y lo que debe cambiar es a su alrededor. Además de James, otros cuatro jugadores tienen opción de seguir un año más y solo Spencer Dinwiddie y Taurean Prince son agentes libres ahora mismo. La primera gran decisión es el futuro de Darvin Ham, quien según varios medios de comunicación, su futuro está en peligro. The Athletic, apenas horas después del partido, ya publicaba que el asiento de Ham no está seguro, y su vuelta para el próximo año está en duda. Y de ahí, en adelante, construir una plantilla, algo que los Lakers no tienen desde la burbuja. D'Angelo Russell también tiene opción de jugador, y aunque parezca opuesto a los intereses de los Lakers, necesitan que siga. Ya sea para mantener un base o para poder traspasarle durante el verano. Pero para ello tienen que tener un plan y tomar decisiones difíciles: y no empiezan nada bien.

Según apuntan también en The Athletic, los Lakers aceptarían elegir a Bronny para cumplir el sueño de su padre. ¿Sería el mejor uso de la segunda ronda o una decisión para convencer a James? Si quieren pelear por el anillo no vale con mantener feliz a LeBron James, tienen que darle las herramientas. Y eso pasará por hacer movimientos, por invertir en agentes libres y crear una plantilla que esté al nivel, y no dependa de la excelencia de sus dos estrellas para ganar el playin.