LeBron James supera la barrera de los 40.000 puntos y sigue escribiendo la historia de la NBA

A la hora de escribir narrativas, muy pocas ligas lo hacen a la altura de la NBA. A veces por azar, casi siempre por decisión de las oficinas centrales. Y dentro de la competición, nadie las controla como LeBron James. Por eso, la noche en la que James tenía que superar los 40.000 puntos, el primero en la historia de la NBA en conseguirlo, iba a ser un partido marcado en el calendario de ambos equipos, con Denver visitando Los Angeles. Las finales de conferencia de 2023, repetidas. Un partido en sábado por la noche, en televisión nacional y con la atención de todo el país. Y en el aniversario de los 100 puntos de Wilt Chamberlain, un 2 de marzo de 1962.

No necesitó mucho tiempo James. Metió los dos primeros en un contragolpe, forzando el tiempo muerto de Mike Malone a mitad del primer cuarto, y un triple a la salida de banquillos lo dejaba en cinco antes de su primer descanso. El objetivo eran nueve, tras los 31 anotados ante Washington, que le dejaron en 39,991. Por eso, al empezar el segundo cuarto, se puso el mono de trabajo. No quería dejarlo para el final, como la noche que superó a Kareem Abdul-Jabbar, porque los Lakers lo acabaron pagando. La primera posesión tras la pausa, encontró el 2+1, aunque falló el tiro libre. Faltaban dos, y llegaron penetrando al aro ante Michael Porter Jr. con su mano izquierda a falta de 10:41 para el descanso. 

El partido paró durante un tiempo muerto, momento perfecto para que el Crypto Arena al completo pudiera ovacionar a su estrella. Darvin Ham fue el primero en felicitar a su jugador antes de que los propios Lakers pusieran en videomarcadores un homenaje. Como hiciera la noche que superó a KAJ, LeBron celebró levantando el balón por encima de su cabeza. Antes del partido, los Lakers pidieron permiso a Mike Malone, entrenador de los Nuggets, de quedarse con el balón en caso de superar la cifra, algo que aceptó sin problema. Malone y LeBron coincidieron en Cleveland cuando fue asistente de los Cavaliers, entre 2005 y 2010.

Muy lejos ha quedado el chico que llegó a la liga elegido. Por eso tiene chosen tatuado en la espalda, mote que recibió todavía en instituto. 21 temporadas más tarde, sigue haciendo historia. "Nadie lo ha hecho nunca, y creo que poder ser el primero es bastante increíble" decía el jueves. "¿Es una de las cosas más importantes de mi carrera? No, pero significa algo. Cada hito tiene un significado para mí" explicaba tras el triunfo ante los Wizards.

Llegó a los 10,000 en su primera etapa en Cleveland, en febrero de 2008. Hace 16 años. Tardó menos en superar los 20.000, enero de 2013 con Miami Heat. Otra vez en enero, en 2018, superó los 30.000 y se colaba en el top-7 de anotadores históricos. Los 40.000 ha sido en Los Angeles, homenajeando a sus tres franquicias. De eso hace seis años y dos meses, y Bron sigue siendo referente en la NBA. Ha sido el jugador más joven de la historia en llegar a cada uno de los miles en anotación, desde 1.000 puntos hasta los 38.000, y desde entonces, el único en superar a Kareem primero y los 40.000 esta madrugada. Evidentemente, es el único jugador en estar en el selecto grupo de tener más de 10.000 rebotes, asistencias y 40.000 puntos.

Para entender la complejidad de lo que James ha hecho sirve este ejemplo: si un jugador llega a la liga y anota 25 puntos por partido en sus primeras 19 temporadas, sin perderse un partido, todavía estaría a más de 1.000 puntos de LeBron. Es el epítome de la constancia y la excelencia en el deporte, por algo más de dos décadas. Y por algo suma más puntos que Larry Bird y Magic Johnson combinados (39.498), por citar dos ejemplos de leyendas del deporte. Es el séptimo jugador con mayor promedio anotador en su carrera, pese a que los puntos nunca han sido su principal herramienta de trabajo, o el sexto con mayor ratio de puntos por minuto pese a tener más minutos que todos los jugadores, excepto Kareem. Uno de los anotadores más completos que la liga nunca ha visto, 

El primero en llegar a los 40.000 y en su mente ya está el siguiente récord. Un quinto anillo, con su quinto MVP de las finales con tres equipos diferentes, llegar a los 45.000 puntos (necesitaría 184,5 partidos) o jugar con su hijo. Hitos nunca vistos en la NBA, porque ese es LeBron James. Algo nunca visto por el deporte, por el baloncesto, y por la NBA. Aunque le hayamos celebrado ya más de 40.000 puntos.