Damian Lillard rememora sus tiempos en Portland y se luce con Giannis Antetokounmpo en la grada

Los Milwaukee Bucks son un equipo en construcción. Sí, mantienen a Antetokounmpo como gran estrella y muchas franquicias necesitarían poco más para afrontar la temporada, pero cuando tu objetivo es el anillo y has traído un segunda espada del nivel de Damian Lillard es normal que haya que realizar algunos ajustes y se pase por un tiempo de adaptación. La puesta en escena, con 39 puntos de Lillard y ante los Sixers, disparó rápidamente las expectativas pero rápidamente se vio que el equipo tenía trabajo por delante tras caer ante Atlanta Hawks y Toronto Raptors.

Desde que los Bucks se pusieron 2-2 para empezar la temporada, su balance es de 4-0 cuando ha contado con Antetokounmpo y Lillard sobre la cancha. Los dos jugadores han tenido problemas físicos en algunos encuentros y en ausencia de Lillard, a pesar de los 35 y 54 puntos de Anteto, los Bucks no consiguieron llevarse el triunfo. Esta vez fue Lillard el que en ausencia de la estrella griega anotó 37 puntos, repartió 13 asistencias y lideró la victoria de su equipo. Como en los tiempos de su etapa en Portland, aglutinó todo el juego de los Bucks y tumbó a unos Raptors que no tuvieron respuesta para su juego.

Las dos estrellas están luciendo mejor de forma individual cuando no están acompañada del otro, aunque en este caso a Lillard le acompañó un excelso Malik Beasley con 8 de 11 en triples. Esa quizá es la otra clave que necesita Milwaukee: los secundarios. Middleton apenas está en 11.3 puntos por partido en este arranque de temporada cuando su sueldo de casi 38 millones está lejos de ser el de un secundario. Brook Lopez ha pasado de 15.8 puntos por partido a 9.6 con una notable bajada también en los porcentajes -y lanzando más desde la larga distancia para abrir espacios- y el equilibrio que aportaba Jrue Holiday todavía no lo han logrado en el apartado defensivo. Tienen trabajo por delante aunque creo que hubiesen firmado estar 7-4 empatados con los terceros del Este a estas alturas de la temporada.

Jayson Tatum fue uno de los grandes protagonistas de la noche en la NBA. Se enfrentaban los dos mejores equipos de la Conferencia Este y mientras el tándem Embiid-Mzxey no pasaba de los 20 puntos anotados, Tatum se fue hasta los 29 y los Cletics vencieron en Philadelphia. Boston es junto a Nuggets y los Mavericks de Luka Doncic que vencieron a los Wizards con 26 puntos del esloveno los únicos equipos que en este momento de la temporada han alcanzado la marca de las 9 victorias. Las dos estrellas junto al tiro ganador de Paolo Banchero ante los Bulls fueron los ganadores de la noche.

Desde esta pasada madrugada, LeBron James es el segundo jugador más longevo de la historia en lograr un triple-doble. Solo Karl Malone, que lo consiguió con 40 años, queda ya como más veterano que LeBron pero su actuación no pudo evitar la derrota de los Lakers ante unos muy sólidos Kings -tres jugadores con 28 o más puntos-. Solo D'Angelo Russell acompañó a James con 28 puntos y los angelinos se quedan con un balance de 6-6 en la zona de play-in. Aunque cuidado porque su situación podría mejorar en las próximas jornadas ahora que los Suns han recuperado a Devin Booker que anotó 31 puntos y cortó la buena racha de los Timberwolves. Phoenix es un equipo llamado a estar más arriba cuando sus piezas estén al 100% y seguramente no tardaremos en verlos en zona de playoffs. El resto de la jornada dejó victorias de los Knicks ante los Hawks con 29 puntos de Randle y el cómodo triunfo de los Cavaliers ante los Blazers con un notable partido de Donovan Mitchell con 34 puntos y 13 de 20 en tiros de campo.