NBA

Luka Doncic, lesionado y contra todos: plantilla, banquillo y gerencia, obstáculos a superar

El esloveno, que sufrió un esguince esta madrugada, ve que su franquicia no está a su mismo nivel competitivo.

Luka Doncic, en un partido reciente con los Mavericks. /Reuters
Luka Doncic, en un partido reciente con los Mavericks. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Los Dallas Mavericks tienen el corazón en un puño por Luka Doncic. El esloveno tan solo pudo completar 03:21 minutos antes los Suns esta madrugada antes de retirarse lesionado. Un mal apoyo cuando se disponía a lanzar a canasta le obligó a marcharse a los vestuarios mucho antes de tiempo. Poco después, su equipo anunciaba que el ex del Real Madrid sufría un esguince y no volvería a la pista. Pese a su baja, los Mavs se llevaron un duelo con el que intentarán darle la vuelta a la tortilla, porque la franquicia no está a la altura de su jugador estrella.

Luka Doncic está ya en su quinta temporada en la NBA. Ha sido All NBA en tres ocasiones, All Star cada año excepto en su primera temporada y ganó el premio al mejor novato de la competición. El esloveno ha sido diferencia en Dallas desde que llegó a la competición, primero con Dirk Nowitzki al lado y desde su segundo año, como máxima referencia de un equipo que le ve como el epicentro del proyecto. Es uno de los mejores jugadores de la NBA, otra vez en la lista de favoritos para el MVP y como ha pasado en los últimos años, el principal bache en el camino de Doncic hacia el anillo está en la misma franquicia de los Mavericks.

Desde que Luka es la estrella del equipo, el jugador que vemos cada noche rozar el triple doble y promediar casi 34 puntos por partido con eficiencia del 50% de campo, no ha tenido un jugador All Star como compañero. Es más, no ha jugado más de dos temporadas con el segundo mejor jugador del equipo. Con Nowitzki, ya de camino a la retirada, jugó 42 partidos. Con Kristaps Porzingis fueron 120, el octavo jugador con más partidos junto a él, y una vez le dejaron salir, cuando Jalen Brunson se convierte en el segundo mejor jugador del equipo, como titular, fueron 79 en el curso pasado antes de dejarle salir gratis en la agencia libre. El último nombre de la lista, Christian Wood, ha jugado solo 37 encuentros con Doncic hasta la fecha.

Hay una falta clara de estabilidad en el proyecto. Cuando a finales de enero de 2019 traspasaron por Porzingis, parecía que Dallas apostaba por la pareja de exjugadores ACB para el futuro. Juntos ganaron un 59.2% de los partidos, pero con el tiempo, el contrato del letón pasó a ser un problema para los Mavericks. Solo dos años después de fichar por Dallas, los Mavs lo mandaban a Washington por Spencer Dinwiddie y Davis Bertans, uno de los jugadores con un contrato tóxico en la NBA. Otra vez, a mitad de temporada, la gerencia de Dallas hacía un cambio radical en el proyecto y aun así conseguía llegar a las finales de conferencia. Obra y gracia de Doncic, y con ayuda de Jalen Brunson. 

Y para sorpresa de muy pocos, dejaron salir al base gratis en la agencia libre. Brunson firmó un nuevo contrato en Nueva York y otra vez, el mejor compañero de Doncic cambiaba de franquicia, esta vez sin recibir nada a cambio. Sí que llegaba Christian Wood en un traspaso por jugadores de rol como Boban Marjanovic o Trey Burke. Otro jugador con potencial de ser All Star y que hasta la fecha los Mavericks no han sabido optimizar. De los 42 partidos que ha jugado, solo 17 han sido como titular y la mayoría por la lesión de Maxi Kleber. La diferencia entre jugar de inicio o no son 3.4 puntos más, 1.8 rebotes y 1 asistencia. El mejor Wood sale de inicio. 

Por eso los focos empiezan a apuntar a Jason Kidd. La última jugada ante los Wizards fue otro un ejemplo de como las decisiones banquillo no están beneficiando a Luka Doncic. Decidió usar la misma estrategia dos veces consecutivas, con mismo resultado en ambas: robo de la defensa y derrota de Dallas. Y se empieza a notar un problema que Kidd tuvo también en Milwaukee. En ambos casos, Mavericks y Bucks, Jason Kidd llegó a una franquicia con una defensa horrible (la peor en Milwaukee, la 21 en Dallas) y la convirtió en su primer año en una defensa top-7 de la NBA. El problema es que en su segunda temporada al mando, ambas caen 20 posiciones hasta ser, otra vez, horribles. 

Un Kidd que vino a sustituir a Rick Carlisle de la mano de Nico Harrison, el general manager que en 2021 reemplazó a Donnie Nelson como cabeza pensante y encargado de tomar las decisiones deportivas en Dallas. En sus dos veranos como jefe ha pagado por encima del valor de mercado a jugadores de rol como Tim Hardaway Jr., Javale McGee o Dorian Finney-Smith y solo el contrato de Reggie Bullock, una de las primeras decisiones de Harrison, se puede considerar un acierto total desde la gerencia.

Los Mavericks, que vienen de meterse en unas finales de conferencia, tienen peor equipo que hace una temporada. Están sextos, solo un partido por encima del cincuenta por ciento de victorias y con Oklahoma, undécimo, a solo un partido de diferencia. En el Oeste más apretado de lo que va de siglo, donde una racha de tres victorias o derrotas puede hacerte mover seis posiciones, la sensación de estos Mavericks es que Luka Doncic tiene que luchar contra el rival y contra su propia franquicia. La única buena noticia para Dallas es que si hay alguien capaz de ganar en estas circunstancias es Luka Doncic.