NBA

El Marc Gasol desconocido de Open Arms: 11 horas al timón, "un símbolo de esperanza" y una historia de amor en alta mar

Más allá de su etapa como jugador, el documental 'Marc Gasol: Memphis Made' relata también su parte más humana.

Marc Gasol, a la derecha, durante el rescate de Josephine con Open Arms. /TWITTER/MARC GASOL
Marc Gasol, a la derecha, durante el rescate de Josephine con Open Arms. TWITTER/MARC GASOL
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Memphis fue mucho más que baloncesto para Marc Gasol. Fue la ciudad que acogió a su familia en 2001 cuando su hermano, Pau, dio el salto a la NBA. Fue la ciudad donde cerró su etapa de instituto y a la que regresó, precisamente, para probar suerte en la franquicia en la que también echó a andar su hermano al otro lado del charco. Pero también fue donde comenzó a sacar a relucir una faceta que muchos no conocían y que hace también a Marc ser como es. Porque, tal y como se refleja en el documental 'Marc Gasol: Memphis Made', más allá del hecho de ser jugador de baloncesto, mostró su lado más solidario. Tanto con los pequeños que sufrían de cáncer en el Hospital Saint Jude, como con aquellos que buscan a través del mar una vía de escape, como hizo a bordo del Astral de la ONG Proactiva Open Arms.

Lo de ayudar a los demás era algo que al entonces pívot de los Grizzlies le venía de familia. Su madre es doctora y su padre trabajaba en el Saint Jude, un hospital especializado en la investigación del cáncer infantil. Por eso, tanto Marc como Pau, se convirtieron en una especie de embajadores del mismo. "Se nota que es alguien que realmente se preocupa por la gente. Era un símbolo de esperanza", reconoce en el documental Tyler, uno de los entonces niños que estaban siendo tratados durante aquella época a los que Marc visitaba para tratar de hacerles pasar al menos un buen rato.

"Marc tiene un gran corazón y ve el sufrimiento. Muchos de nosotros mientras pasamos intentamos no verlo. Pasamos junto al semáforo, hay alguien ahí e intentas no verlo. Pero Marc lo ve", explica el periodista Geoff Calkins. Y aquello se demostró también en su experiencia con la ONG Proactiva Open Arms con la que incluso se echó al mar. ¿Recuerdan aquel tuit con una foto en la que aparecía él, junto a dos personas más rescatando a una mujer? Aquella experiencia marcó, sin duda, un antes y un después.

"No sé si recuerdas la foto de un niño de dos años en una playa, obviamente su cuerpo, me impactó muchísimo. Acababa de tener a mi hija, era como... ¿cómo sucede esto? Así que empecé a investigar y encontré un grupo que agarraron sus maletas y empezaron a rescatar gente en el agua durante meses, como sin esperar nada a cambio", explica el propio Gasol. Y entonces se unió a ellos durante uno de sus viajes en el verano de 2018.

"Fui a una misión en el norte de África, en la costa de Libia, porque ahí es donde la mayoría de esos botes pequeños son arrojados al agua después de haber sido extorsionados. Se llevan el dinero, violan a las chicas… Todo lo que te puedas imaginar lo hacen. Y luego te arrojan al agua cuando ya no te queda nada. Y entonces eres el problema de otra persona. Esa gente está huyendo de las guerras y tratando de encontrar una vida mejor", reconoce Gasol. Y usó, precisamente, su imagen para tratar de dar más voz y visibilidad a esa realidad que existe en el mar.

"Marc nunca destacó individualmente. Jamás se le trató como una estrella de la NBA si no como un miembro más de nuestro equipo. La cosa es que esta misión fue bastante dura. Nos encontramos con dos cuerpos sin vida y eso, lamentablemente, no le gusta a nadie", explica el fundador de Open Arms, Óscar Camps. Y es que, como confesaba Marc Gasol, "fue triste poner a un niño de cinco años en una bolsa. Es una sensación que no quiero que nadie más en el mundo tenga que pasar".

Sin embargo, aquella historia tuvo su parte positiva. Y se llama Josephine. "Salvamos una vida ese día. Había una mujer agarrándose a la vida, Josephine, de Camerún", admite Gasol. Y todo fue porque ella estaba semiinconsciente y la dieron por muerta. "Fue un barco que fue interceptado por la guardia costera de Libia, unas milicias, que por la fuerza y contra su voluntad secuestraron a estas personas y las abandonaron en los restos del barco. El resto de gente que quedaba en el barco fue enviada de vuelta a Libia, a centros de detención, y a esta señora supongo que la dieron por muerta o no se cercioraron de si estaba viva y fue abandonada a su suerte, sobre unas maderas abandonada con el cuerpo sin vida de una madre y un niño de unos diez años, que habían fallecido unas horas antes. Estaba inconsciente, hipotérmica y la rescatamos cuando le quedaba muy poco tiempo de vida", explica Camps. Y aquello marcó a Marc Gasol... pero también a Josephine.

"Me desperté y estaba rodeada de gente que no conocía. En el barco estaba con esa tripulación que me cuidaba bien. Vi a una persona muy alta acercándose a mí. Esa persona me miró con empatía, me miró con amor y me mostró gran compasión. Le pregunté quién era y me preguntaron si sabía quién era Marc Gasol. Tenía tanto amor. Quería hablar conmigo, pero no hablaba su idioma", explica Josephine. Mientras que Camps relata cómo Marc "estuvo manejando el barco durante 11 horas seguidas después del rescate sin dejar nunca el timón" para regresar a la costa.

"Los Gasol son una de las mejores familias que he conocido en el deporte. He estado en la NBA durante 50 años hasta ahora, me he encontrado con mucha gente. No podrías pedir a un jugador mejor para jugar en tu equipo. Y si eres aficionado, nadie mejor para animarle que un Gasol", reconoce por su parte Hubie Brown, quien fue entrenador de Pau (y los Grizzlies) entre 2002 y 2004. Y con este tipo de acciones, como también con la Fundación Gasol y todas las acciones que hacen para luchar contra la obesidad infantil, se demuestra.