NBA

Los 10 mejores jugadores europeos en la historia de la NBA

La NBA es la mejor liga del mundo, precisamente, porque se nutre de los mejores jugadores del planeta. Muchos de ellos europeos.

Luka Doncic y Giannis Antetokounmpo cara a cara en la NBA./REUTERS
Luka Doncic y Giannis Antetokounmpo cara a cara en la NBA. REUTERS
Javier Mercadal

Javier Mercadal

La NBA actual es una competición global. Se desarrolla en Estados Unidos y Canadá, pero se sigue en todo el mundo. Como consecuencia, el objetivo de la mayoría de los jóvenes jugadores alrededor de todo el planeta es participar en ella. En las últimas décadas, la distancia entre el país de las barras y estrellas y el resto del mundo se ha acortado sensiblemente. Las grandes estrellas de la competición ya no proceden necesariamente del sistema norteamericano, siendo Europa uno de los grandes caladeros de talento actuales.

De manera oficial, el primer jugador europeo en la historia de la NBA fue Hank Biasattini, aunque con varios asteriscos. Si bien es cierto que nació en Italia en 1922, se crió en Canadá, donde conoció el deporte de la canasta. De hecho ni siquiera jugó en la NBA propiamente dicha, sino que lo hizo en la BAA, la competición que sirvió como germen de la que conocemos en la actualidad. Sin embargo, no es a raíz del boom del baloncesto en los 80 y, sobre todo, a partir de la exposición que supuso la participación del Dream Team en Barcelona 92 cuando se implantó la semilla que germinó años más tarde.

Nikola Jokic (Serbia)

Nikola Jokic llegó a la NBA por la puerta de atrás. Fue elegido en el número 41 del Draft de 2014 por los Denver Nuggets, quienes apostaron un pívot grande y aparentemente lento que representaba la antítesis del camino por el que transita el baloncesto moderno. Sin embargo, pronto, su talento y comprensión del juego le hicieron un hueco en la mejor liga del mundo. De hecho, en su primera temporada formó parte del quinteto ideal de rookies tras promediar 10 puntos y 8 rebotes. Entonces en Colorado se creó un debate que visto con perspectiva no tiene color, pero que entonces generó una duda razonable: ¿debían los Nuggets apostar por Jokic o por su rival en el puesto Jusuf Nurkic?

Finalmente, el set único de habilidades del Joker hizo que Denver se decantase por él. El serbio es un jugador nunca visto antes en una cancha de baloncesto. Sus 2,11 metros de altura y constitución corpulenta le convierten en un pívot. Sin embargo su habilidad en el pase, comprensión del juego e inteligencia en pista hacen de él un base perfecto. Por ello, cuando está en la cancha, se juega siempre a lo que él quiere. No importa cuán físico sea su rival. Todavía en activo, la dimensión de su carrera solo se podrá comprender cuando cuelgue las botas. Aún así los muchos méritos que ya ha conseguido le sitúan como uno de los mejores de la historia.

Campeón con los Nuggets en 2023, el primer anillo en la historia de la franquicia, colecciona hitos individuales con una facilidad pasmosa. Al cierre de estas líneas ha sido nombrado MVP de la NBA en tres ocasiones (2021, 2022, 2024), las mismas por ejemplo que Larry Bird o Magic Johnson, (existe la sensación generalizada de que no le otorgaron el galardón de 2023 por abrir un poco el abanico de ganadores). Ese año, eso sí, ganó el MVP de la Finales. Además ha sido All-Star en siete ocasiones y ha figurado en el quinteto ideal de la temporada en cuatro.

Dirk Nowitzki (Alemania)

De una manera u otra, la mayoría de los jugadores históricos lo son porque cambiaron el juego para siempre. Sin duda, Dirk Nowitzki pertenece a esta categoría. Hay una NBA antes y otra después a su irrupción en la Liga. Sobre todo, existe una concepción de lo que es un hombre grande en el baloncesto muy diferente gracias a su presencia. El alemán fue el primer cuatro abierto que dejó su marca en la mejor competición de baloncesto del mundo. El modelo por el que se han forjado muchos jugadores después. Incluidos varios europeos que fueron drafteados tras él en busca de un nuevo Robin Hood.

Elegido en la posición número 9 del draft de 1998 por los Milwaukee Bucks, rápidamente fue trasladado a los Dallas Mavericks. En la franquicia texana se convirtió en todo un icono, hasta el punto de que tiene su camiseta colgada en lo alto del pabellón y una estatua en la entrada. En ella se le ve realizando su icónico fadeaway, un tiro en el que se impulsaba hacia atrás que, unido a su gran altura, era prácticamente imposible de defender. Nowitzki fue campeón de la NBA con los Mavs en 2011, año en el que fue además elegido MVP de la Finales. También fue MVP de la temporada regular en una ocasión (2007). Estuvo en Texas un total de 21 temporadas. Prácticamente, en todas ellas, sus Mavericks fueron un conjunto relevante. En total fue elegido 14 veces All-Star, su primero partido de las estrellas fue en 2002 y el último en 2019, y cuatro veces en el mejor quinteto de la liga (2005, 2006, 2007, 2009). A lo largo de su carrera promedió 20,7 puntos, 75, rebotes por partido, además de un 38% de acierto en lanzamientos triples. Números todos ellos de leyenda absoluta.

Giannis Antetokounmpo (Grecia)

La historia personal de Giannis Antetokounmpo da para una película, hasta el punto de que fue adaptada por Disney+ en Rise (2022). Surgido prácticamente de la nada, hijo de un matrimonio de inmigrantes nigerianos en Grecia, de la noche a la mañana se convirtió en uno de los baloncestistas más codiciados del mundo. El CAI Zaragoza se adelantó a todos y consiguió firmarle en primera instancia. "He fichado a un base de más de dos metros", nos dijo Willy Villar a un corrillo de periodistas que cubríamos entonces la actualidad del club aragonés. Sin embargo la NBA llamó a su puerta y ni siquiera llegó a debutar con el conjunto rojillo. Prácticamente sin experiencia en el baloncesto organizado, los Bucks se tiraron de cabeza y le seleccionaron con el número 15 del Draft de 2013. El joven, ya con pasaporte heleno y nueva grafía para su apellido, hasta entonces se deletreaba Adetocunbo, se fue para allí.

Rápidamente el joven Giannis demostró que su lugar estaba entre los más grandes. En sentido literal y metafórico. El jugador no paró de crecer hasta alcanzar los 2,11 metros de altura e hizo de la exuberancia física su principal activo. En un mundo de jugadores abiertos y pocos contactos, él impuso el llamado bully ball. Es decir, abusar del rival más pequeño y débil. Un baloncesto duro que le sirvió para proclamarse campeón de la NBA en 2021, así como para ser elegido mejor jugador de la liga en dos ocasiones (2019, 2020). Todavía en activo, solo la foto completa revelará el impacto real de su paso por la mejor competición del mundo. Aunque solo con lo ya conseguido estará, sin duda, muy arriba en la lista.

Pau Gasol (España)

La dimensión de Pau Gasol como jugador de baloncesto no se puede comprender únicamente por medio de sus logros en la NBA, aunque estos le permiten estar en un lugar destacado de la lista. El español completó una carrera larga y exitosa en la mejor liga del mundo, tanto como primer espada en los Memphis Grizzlies como sidekick de lujo en un equipo campeón como los Lakers después. Una progresión en la que siempre hizo gala de una inteligencia en pista privilegiada, así como una técnica depurada y una competitividad extrema, en ocasiones enmascarada por su reputación de chico bueno.

Gasol explotó en la Copa del Rey de 2001. Su actuación en Málaga todavía se recuerda, pues no han sucedido supernovas comparables en el baloncesto español. Aquel despertar fue tan súbito como devastador. Ganó con el Barça aquella Copa y también la ACB. Fue nombrado MVP de todo y en aquel verano los Atlanta Hawks le seleccionaron con el número 3 en el Draft de 2001. Le traspasaron a los Grizzlies esa misma noche: error. Aunque Aíto García Reneses le aconsejó públicamente quedarse un año más en el Barcelona, Pau no le hizo caso. Rápidamente demostró que estaba en lo cierto: Rookie del Año en 2002 y, rápidamente, jugador franquicia de los Grizzlies.

En total, el mayor de los Gasol estuvo siete años y medio en Tennessee. Logró la primera clasificación en la historia de la franquicia para los Playoffs, aunque no consiguió ganar ningún partido en ellos. Quizá la única espina en su carrera. El 1 de febrero de 2008 su carrera cambió para siempre. Fue traspasado a los Lakers y, de la noche a la mañana, se vio en un equipo aspirante al título y con Kobe Bryant a su lado. Pau no falló y ganó dos anillos de campeón vestido de púrpura y oro (2009, 2010). Sin duda, el cenit de su carrera como demuestra que su número 16 esté retirado en lo más alto del Crypto Arena. Pau, quien incluso empezó jugando de alero para Aíto, fue convirtiéndose en un jugador cada vez más interior, hasta terminar como un pívot. En total fue All-Star en seis ocasiones (2006, 2009, 2010, 2011, 2015, 2016) y se retiró con unos promedios de 17,1 puntos y 9,2 rebotes por partido. Su carrera en FIBA con la Selección española da para otro ranking.

Tony Parker (Francia)

Tony Parker se retiró con cuatro anillos de campeón de la NBA ganados con los San Antonio Spurs (2003, 2005, 2007, 2014). En todos ellos tuvo un papel protagonista, siendo junto a Manu Ginobilli el mejor aliado de Tim Duncan en la cancha. De hecho, en 2007 llegó a ser designado el MVP de las Finales, lo que demuestra que su aportación en el campo iba más allá que la de un mero jugador de rol. El francés fue el base de un conjunto dinástico, aunque se trataba de un armador atípico. Destacaba, sobre todo, por su rapidez, algo que le permitía entrar a canasta con gran eficiencia. A lo largo de su carrera, fue desarrollando un tiro de cinco metros muy fiable, aunque nunca fue un tirador excelso.

Sin embargo, Parker siempre fue el base que los Spurs de Popovich necesitaron para ser un equipo hegemónico. Unos éxitos colectivos que, evidentemente, le granjearon varios reconocimientos individuales. Por ejemplo, fue All-Star en seis ocasiones. Además fue elegido tres veces en el segundo mejor quinteto de la liga, y una más en el tercero. A lo largo de su carrera promedió 15,5 puntos y 5,6 asistencias por partido. Su número 9 está colgado en lo alto del AT&T Center, junto a los inseparables 20 de Ginobilli y 21 de Duncan.

Luka Doncic (Eslovenia)

El lugar de Luka Doncic en la historia solo se podrá debatir una vez que cuelgue las botas. El esloveno es el jugador más joven de este ranking, aunque a estar alturas discutir su lugar entre los mejores está ya fuera de lugar. Llegó a la NBA como un elegido, después de dominar Europa desde que era un adolescente. Existe un gran quórum para señalar que tiene el potencial para estar entre los mejores de siempre, sin el matiz de jugador europeo, pero solo sus méritos podrán decir si cumplió con las expectativas.

El esloveno fue elegido con el número 3 del Draft de 2018 por los Atlanta Hawks, que esa misma noche le traspasaron a los Dallas Mavericks. Ya entonces fueron dos decisiones cuestionables, primero el no escogerle en primera posición y, después, pasar de él en favor de Trae Young. Vistas en retrospectiva no tienen justificación alguna. No es la única vez que ha sido mirado con recelo. En febrero de 2025, los Mavericks decidieron enviarle a los Lakers en una decisión difícil de comprender. En Texas el esloveno dejó una aparición en las Finales de Conferencia en 2022 y en las Finales de la NBA en 2024.

Marc Gasol (España)

Marc Gasol llegó a Memphis cuando solo era un niño. Lo hizo acompañando a su hermano mayor, Pau, cuando este fue drafteado por los Grizzlies. Entonces no sabía que sería el Gasol que más huella dejaría en la ciudad. Fue elegido en la posición 48 del Draft de 2007 por los Lakers. Ya había sido campeón del Mundo con España y había disputado su primera temporada con el Akasvayu Girona, donde dio rienda suelta a todo su talento. En 2008 los Grizzlies se hicieron con sus derechos, precisamente en la operación que mandó a Pau a Los Ángeles. Nunca se sabrá a ciencia cierta si aquello fue una operación magistral por parte del equipo de Tennessee o un golpe de suerte, pero lo cierto es que se aseguraron a uno de los jugadores más importantes de su historia sin que nadie se diese cuenta.

Durante 10 temporadas y media Marc Gasol fue el pívot titular de unos Memphis Grizzlies tremendamente competitivos. Se trató, además, de un equipo que conectó profundamente con la ciudad. De esos pocos conjuntos capaces de permanecer en la memoria colectiva de una afición, a pesar de que no disputaron nunca unas Finales. Su techo fueron las Finales de Conferencia de 2013, que perdieron contra San Antonio.

Marc Gasol fue elegido el mejor defensor de la NBA en 2013. Además jugó tres Partidos de las Estrellas y en 2015 fue incluido en el quinteto ideal de la liga. Aunque para un jugador de equipo como él, no existe trofeo más preciado que el anillo de campeón que ganó en 2019, ya como jugador de los Toronto Raptos. Llegó al equipo a mitad de temporada pero fue clave en la histórica victoria del conjunto canadiense en las Finales de la NBA.

Drazen Petrovic (Yugoslavia/Croacia)

Drazen Petrovic es uno de los grandes what if de la historia del baloncesto. En Europa es todo un ídolo, considerado uno de los mejores jugadores de la historia. No solo ganó mucho, sino que dominó en el sentido estricto de la palabra. Buscaba someter a sus rivales haciendo gala de una competitividad que ya es legendaria. Aquello le llevó a dar el salto a la NBA en una época en la que no era lo habitual entre las estrellas del viejo continente. Fue uno de los pioneros en cruzar el charco en una operación histórica. Los Trail Blazers llegaron a pagar al Real Madrid un millón y medio de dólares para hacerse con sus servicios, algo nada habitual en aquella época. El croata se convirtió en el europeo mejor pagado, con un sueldo de 120 millones de pesetas (algo más de 720.000 euros).

Sin embargo, la adaptación de Petrovic a Estados Unidos no fue sencilla. Compartía puesto con Clyde Drexler, la estrella del equipo, lo que redujo significativamente sus minutos de juego. Aquello le llevó a ser casi irrelevante, por lo que finalmente fue traspasado. En 1991 fue a parar a los New Jersey Nets, donde sí gozó del protagonismo al que estaba acostumbrado. Una vez recuperada la confianza, su baloncesto llegó de nuevo. Jugó dos temporadas completas con la camiseta de los Nets. En la 1991/92 promedió 20,6 puntos por partido, que subieron a 22,3 créditos por encuentro al año siguiente. Lamentablemente, en el verano de 1993 falleció a causa de una accidente de tráfico en Alemania. Los Nets retiraron el número 3 en su honor.

Pedrag Stojakovic (Yugoslavia/Serbia)

Pedrag Stojakovic fue la quintaesencia del tirador. Un jugador tremendamente efectivo desde la línea de tres puntos, en la que promedió un 40,1% de acierto a lo largo de sus 11 temporadas en la NBA. Sin duda alguna, American Graffiti, como le apodó Andrés Montes por su corte de pelo, pasará a la memoria colectiva como parte de los Sacramento Kings que enamoraron a los aficionados de la canasta durante el cambio de milenio. Un equipo absolutamente generacional, que no llegó nunca a unas Finales de la NBA, y sin embargo es recordado por todos aquellos aficionados al deporte que siguieron la liga aquellos años.

Aquellos Kings son imposibles de comprender sin la figura de Stojakovic. Su amenaza desde el triple permitía abrir espacios para que los Chris Webber, Jason Williams (o Mike Bibby después), Dough Christie y compañía pusiesen en marcha el "mayor show en la pista", tal y cómo tituló en su momento Sports Illustrated en una portada icónica. Los de Sacramento pasaron de ser un equipo prácticamente marginal a la principal atracción de la NBA de inicios de los 2000 y Pedja fue un elemento central para ello.

Tras su salida de California fue a New Orleans, además de defender las camisetas de Pacers o Raptors en estancias muy cortas. Curiosamente, al final de su carrera logró el anillo de campeón como parte de los Dallas Mavericks de 2011, ya con un papel secundario.

Vlade Divac (Yugoslavia/Serbia)

En aquellos Kings también estaba Vlade Divac, quien había llegado a la NBA en 1989 nada menos. En total, el pívot estuvo 17 temporadas en la NBA, formando parte de varios equipos icónicos en el proceso. Curiosamente nunca ganó un anillo de campeón.

Divac fue una de las primeras estrellas europeas en cruzar en charco. Los Lakers se fijaron en él, seleccionándole con el número 26 del Draft de 1989. Llegó a California con una misión imposible de acometer: reemplazar al recién retirado Kareem Abdul-Jabbar. Sin embargo, pese a ser mirado con recelo al inicio, logró labrarse su propio hueco dentro de la franquicia angelina. Fue el pívot titular del equipo que llegó a las Finales en 1991, aunque perdieron contra los Chicago Bulls de Michael Jordan. Fue el último baile de uno de los equipos que habían definido el baloncesto en la década de los 80. Ya sin Magic, Divac se quedó como uno de los principales referentes de unos Lakers de entreguerras. De hecho, en 1996 fue traspasado a los Charlotte Hornets a cambio de los derechos de Kobe Bryant, precisamente el jugador que terminó reconstruyendo a los Lakers campeones.

En 1998 llegó a los Kings, con los que tuvo una segunda juventud. Llegó incluso a ser All-Star en 2001, su única participación en el Partido de las Estrellas. La carrera de Divac no posee los altos de otros jugadores de este ranking, aunque fue estable y consistente del principio hasta el final. Promedió 11,8 puntos y 8,2 rebotes y 1,4 tapones a lo largo de sus 17 años en la NBA, números que demuestran su solidez.