NBA

Estos son los 10 mejores lanzadores de triples en la historia de la NBA

Las canastas de tres puntos se han convertido en la norma en el baloncesto actual. Estos son los mejores triplistas de siempre.

Stephen Curry celebra un triple con los Golden State Warriors./REUTERS
Stephen Curry celebra un triple con los Golden State Warriors. REUTERS
Javier Mercadal

Javier Mercadal

El lanzamiento triple se ha convertido en una parte indispensable del baloncesto actual. Seguramente, la acción que mejor lo define. La NBA introdujo la línea de tres puntos en la temporada 1979/80, cambiando para siempre el transcurso del deporte. Hasta entonces, los equipos buscaban tirar lo más cerca del aro posible por una razón bastante sencilla: los porcentajes de acierto eran muy superiores. Sin embargo, con el botín de conseguir un punto extra, el campo se hizo más grande y, poco a poco, fueron surgiendo los especialistas en el arte del triple.

El cambio es significativo. En la 1979/80 se lanzaron de media 2,8 triples por partido, mientras que en la temporada 2023/24 se lanzaron 35,1 tiros de tres puntos cada noche. El volumen de intentos ha venido acompañado de un mayor acierto. De hecho, en la actualidad los triples no son solo cosa de especialistas o jugadores exteriores. Cada vez son más los hombres grandes que salen de las inmediaciones de la canasta para hacer el campo más ancho gracias a su amenaza de tres. Un nuevo paradigma en el que, eso sí, todavía hay auténticos francotiradores especializados en el arte de agujerear el aro desde lejos. Estos los mejores lanzadores de triples en la historia de la NBA.

Stephen Curry

Stephen Curry es el mejor tirador de la historia, también el más influyente. El de los Golden State Warriors es el jugador que más triples ha anotado en la historia de la NBA, motivo más que suficiente para estar en la lista. Pero es que además es uno de esos pocos elegidos que, a lo largo de la historia, han cambiado el juego. Su irrupción en la NBA marca un antes y un después en la manera en la que los equipos encaran los encuentros. Condicionó el juego de las defensas, fue imitado por sus coetáneos y, además, es el modelo según el cual las nuevas generaciones han ido desarrollando su juego.

El base no es solo increíblemente efectivo en el lanzamiento triple, sino que además posee un rango de lanzamiento que no se había visto antes. Su capacidad para anotar a más de 7 metros de la canasta obliga a las defensas a ocupar más espacio y, por tanto, a dejar más hueco al resto de sus compañeros. Las estadísticas de Curry dan una muestra de su dimensión como tirador, teniendo en cuenta que su historia todavía está por completarse. El dorsal número 30 nunca ha liderado la NBA en porcentaje de tres puntos, pero ha logrado terminar en el top 10 en al menos nueve temporadas. A la hora de escribir estas líneas acumula un 42,4% de acierto desde más allá del arco, teniendo en cuenta lanza más de 9 triples por noche.

Evidentemente, Stephen Curry es mucho más que un tirador. Ha sido elegido dos veces MVP de la NBA y ha ganado cuatro anillos. De hecho, está en la conversación sobre el mejor jugador de baloncesto de la historia. Esta concepción de estrella absoluta hace que las defensas se centren en él no solo por su amenaza desde más allá del arco, sino como jugador completo. Algo importante a la hora de interpretar sus números.

Klay Thompson

¿Es posible que los dos mejores triplistas de la historia no solo hayan coincidido en el tiempo, sino en el mismo vestuario? Klay Thompson y Stephen Curry formaron durante 11 temporadas los Splash Brothers. Un dúo de ensueño que bombardeó a distancia la canasta contraria, cosechó cuatro anillos de campeón y cambiaron para siempre el baloncesto. Si Curry es un jugador nunca visto antes, Thompson representa al triplista arquetípico. Ese que aguarda apostado en una esquina y no necesita estar apenas en contacto con el balón para producir mucho.

Para el recuerdo quedan exhibiciones como los 60 puntos que endosó a los Indiana Pacers el 10 de mayo 2017. En aquel encuentro, Klay tuvo el balón en las manos un total de 88,4 segundos. Apenas lo botó 11 veces. Sin embargo, anotó 8 de los 14 triples que intentó, consiguiendo una ventaja para su equipo que le permitió descansar todo el último cuarto. Una de las mayores barbaridades estadísticas vistas en la NBA. Thompson posee el récord absoluto de más triples anotados en un partido con 14 (logrado el 30 de octubre de 2018 frente a los Chicago Bulls).

Reggie Miller

Tiempo de Miller, tiempo de un killer. La frase, genial, es de Andrés Montes y encapsula a la perfección la capacidad que tenía Reggie Miller de rendir en los momentos calientes. El de los Indiana Pacers está considerado el primer gran triplista de la NBA. No en vano, llegó a la liga en 1987, por lo que el lanzamiento triple era algo todavía relativamente nuevo. El alero entendió la importancia de dicha arma y la convirtió en su amenaza principal. Hasta el punto que a lo largo de su carrera anotó 2.560, récord histórico en su momento. Lo hizo con un acierto total del 39,5%.

Evidentemente, el baloncesto ha cambiado mucho desde que Miller colgó las botas en 2005. Por ello, son varios los que han superado sus registros, que ya no lucen tan espectaculares como lo hacían en su momento. Es importante contextualizar y tener en cuenta que se trata de un pionero. En cierto modo, un jugador adelantado a su tiempo. Reggie Miller estuvo en el top-10 de máximos triplistas en sus primeras 15 temporadas en la NBA, lo que da muestra de su consistencia desde el arco. Estadísticamente continua entre los mejores, a pesar del aumento de lanzamientos que se han producido en los últimos años con la implantación del espaciado y la eficiencia en los tiros.

Ray Allen

Ray Allen terminó sus 18 temporadas como profesional con un 40% de acierto en triples. Además, anotó un total de 2.973 lanzamientos desde más allá del arco, siendo el primero en superar la marca de Reggie Miller. Dos datos que le sitúan como uno de los mejores tiradores de todos los tiempos. Sobre todo si se tiene en cuenta que la suya fue la última generación de jugadores que no sucumbió a la tiranía del triple. De hecho, Allen promedió a lo largo de su carrera 5,7 intentos por noche (por poner un ejemplo, en la temporada 2024/25 ese dato le situaría fuera del top 50 de jugadores que más triples tiran por partido).

Claro que los números no puede reflejar otros aspectos quizá menos determinantes, aunque con cierta relevancia en un ranking como este. Si se habla de triplistas, es necesario determinar que Sugar Ray poseía una de las mecánicas de tiro más elegantes de la historia. De hecho, fue elegido por Spike Lee para protagonizar su película He got game (1998), ambientada en el mundo de la canasta.

Si bien es uno de los mejores triplistas de la historia, Allen fue mucho más que un tirador. Sobre todo en el grueso de su carrera, cuando ejerció de jugador franquicia en los Milwaukee Bucks y los Seattle Supersonics. Fue en el tramo final de su carrera, como integrante del Big Three de los Boston Celtics primero y parte de los Miami Heat después, cuando renunció a parte de su protagonismo para ganar títulos. Se retiró con dos anillos de campeón.

James Harden

James Harden es uno de los jugadores más polarizantes en la historia de la NBA. Sobre todo porque es el máximo exponente del baloncesto moderno, muy centrado en la eficiencia. El barbudo anota fundamentalmente de dos maneras: desde el tiro libre o más allá del 7,25. Una deriva en el juego que posee varios detractores, pero que le valió el MVP de la temporada 2018/19.

Lo cierto es que los números avalan la candidatura del escolta a uno de los mejores triplista de la historia. Aunque su carrera no ha terminado, todo apunta a que colgará las botas como el segundo jugador con más triples anotados de la historia, solo por detrás de Curry. Seguramente con peores porcentajes, eso sí. Al cierre de estas líneas, acumula un 36,3% de acierto desde más allá del arco, lanzando 7,6 veces por partido.

Kyle Korver

Kyle Korver es el triplista arquetípico. El tipo de jugador que todo aficionado tiene en la mente cuando habla de un tirador. Durante muchos años fue mero especialista. Eso sí, seguramente el mejor de todos ellos. En total anotó 2.450 triples, en una carrera algo irregular eso sí. Cuando colgó las botas, acumulaba un acierto del 42,9% desde más allá del arco, con 4,6 intentos por partido. Sin duda alguna, su mejor temporada fue la 2014/15 con los Atlanta Hawks. Aquel año, Korver lanzó con un acierto del 49,2%, tirando seis triples por partido. Unos números que le llevaron al único All-Star de su carrera.

En total, Korver lideró la liga en porcentaje de tres puntos en cuatro ocasiones, siendo el que más veces en la historia ha logrado dicho hito. Además, en una de ellas, concretamente en el curso 2009/10, firmó el mejor acierto de la historia, al terminar el curso con un acierto del 53,6% desde más allá del arco. Aquel año intentó un total de 110 lanzamientos desde lejos, de los que anotó 59. Una vez más, es importante contextualizar y tener en cuenta que el volumen total de lanzamientos en la liga era mucho menor que los estándares actuales.

Larry Bird

Cuando el triple se introdujo en la NBA, Larry Bird ya estaba en la liga. Es por ello que tuvo que adaptarse a una normativa que cambió por completo el juego. Además, en los primeros años de su carrera se desempeñaba fundamentalmente como ala-pívot, por lo que pese a su buen tiro no asomaba mucho más allá del arco. A partir de 1984, Bird pasó a jugar más de alero para acomodar a Kevin McHale en el quinteto titular. Una maniobra que le alejó del aro y le permitió desarrollar su tiro de tres puntos. Fue entonces cuando se consolidó en la memoria colectiva como uno de los mejores triplistas de la historia.

Hay razones empíricas para ello. No es que Bird no fuese un buen tirador hasta la fecha, aunque sus esfuerzos se centraban más en el lanzamiento de media distancia. Sin embargo, de 1984 a 1988 la leyenda de los Celtics promedió un 41,6% de acierto en lanzamientos triples. Unos números de élite absoluta y que ayudan a contextualizar su grandeza como lanzador. En 1989 se lesionó de gravedad y, a partir de entonces, ya no volvió a ser el mismo. Años más tarde dijo que se debió haber retirado entonces, aunque decidió aguantar hasta Barcelona 92.

Aunque sea algo más anecdótico, Bird fue el campeón de los tres primeros concursos de triples de la historia (1986, 1987, 1988). Nuevamente es necesario contextualizar. Era un momento en el que los triples eran todavía algo nuevo y el concurso poseía una mayor importancia e impacto mediático del que tiene actualmente. De hecho, su imagen en 1988, vestido con la chaqueta de calentamiento y levantando el dedo al aire antes de que el balón besase la red, es uno de los momentos más icónicos de la competición.

Damian Lillard

Damian Lillard es el máximo ejemplo de la influencia que ha tenido Stephen Curry en el baloncesto actual. Se trata de su alumno más aventajado, el que mejor ha conseguido replicar su rango de tiro. El base es capaz de anotar casi desde cualquier punto de la pista, siendo uno de los mejores triplistas en la época en la que más volumen de lanzamientos de tres se producen de toda la historia. Así lo demuestra el hecho de que, durante ocho de sus primeras nueve temporadas, estuviese siempre en el top 10 de los máximos anotadores de triples de la NBA.

El lugar histórico de Dame entre los mejores triplistas de siempre no se podrá conocer con exactitud hasta que no se retire. Sin embargo, al cierre de estas líneas ya es el cuarto con más triples anotados, muy cerca de Ray Allen. De seguir esta progresión, es muy probable que termine tercero o segundo en triples totales, un dato que justifica su sitio en esta lista.

Drik Nowitzki

Dirk Nowitzki fue un jugador que rompió moldes. Un pionero. Está considerado el mejor tirador grande de la historia, en un momento en el que los jugadores interiores todavía habitaban en la zona. Cuando él llegó a la NBA, los ala-pívot arquetípicos eran Tim Duncan o Kevin Garnett. Cuando colgó las botas, todos los cuatros, e incluso algunos cincos, jugaban como él. Además supuso una puerta de entrada para muchos jugadores europeos. Especialmente aquellos que, sobre el papel, replicaban sus virtudes. Es decir, eran altos y con buen tiro. Por ejemplo, jugadores como Andrea Bargnani le deben su número 1 del draft.

Ningún jugador interior ha encestado más triples que él. En total, Nowitzki se retiró con 1.982 triples anotados. Lo hizo con un 38% de acierto, también el más alto entre los hombres altos. De hecho, en la temporada 2006/07, en la que ganó el MVP, se convirtió en el quinto jugador en la historia en firmar una temporada 50-40-90 (es decir, 50% en tiros de campo, 40% en triples y 90% desde la línea de tiros libres). Números propios de una leyenda que cambió para siempre el juego.

Craig Hodges

Craig Hodges es uno de los jugadores más interesantes y, al mismo tiempo, más injustamente olvidados en la historia de la NBA. Jugaba de base y formó parte de los Chicago Bulls que ganaron los títulos de 1991 y 1992, los dos primeros de la era Jordan. En su segunda visita a la Casa Blanca, como parte del equipo campeón, optó por vestir un traje tradicional africano en lugar de la chaqueta y corbata que llevaban el resto de sus compañeros. Lo hizo para protestar por el trato que, a su juicio, el entonces presidente George Bush daba a las personas de raza negra. Además criticó públicamente a Michael Jordan por no mojarse en la lucha por los derechos civiles. Aquello fue el fin de su carrera en la mejor liga del mundo. Los Bulls le cortaron y nadie más le quiso contratar.

Todo ello pese a que Hodges era un consumado tirador. De hecho, es uno de los grandes triplistas en la historia de la competición. Sobre todo en los primeros años del triple en la competición. Así lo refrenda, por ejemplo, que durante dos temporadas fuese el jugador con mejor porcentaje desde la línea de tres puntos: 45,1% en la 1985/86 y 49,1% en la 1987/88. En total, a lo largo de su carrera promedió un 40% desde más allá del arco. Además, igual que Larry Bird, Hodges ganó tres concursos de triples, siendo los dos jugadores con más títulos en dicha competición.