Miami, Minnesota y el reto de ser octavo en unos playoff NBA
Solo cinco veces en la historia, desde 1984, un #8 ha conseguido eliminar al líder de conferencia y hace más de una década que no sucede: turno de Miami y Minnesota.
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Mientras se celebraba el playin de la NBA, Milwaukee Bucks y Denver Nuggets miraban por televisión durante sus vacaciones el estrés de luchar por el último billete de playoff. Tres partidos por conferencia para decidir quien conseguía el octavo lugar en la clasificación y, a la postre, enfrentarse con los mejores equipos de la temporada. Los Heat se verán las caras en primera ronda contra Milwaukee, el mejor récord de toda la NBA y favorito para llevarse el anillo, y Minnesota Timberwolves tendrá que jugar contra los Nuggets, líder del Oeste desde enero. Y ganar a un primero de conferencia ha demostrado ser una misión casi imposible en la historia de la NBA.
Ha pasado solo cinco veces en la historia de los playoff, solo tres si miramos series al mejor de siete partidos. Para encontrar la última hay que irse más de una década atrás: año 2012, unos Philadelphia 76ers muy jóvenes se enfrentan a Chicago Bulls en la primera ronda del Este. Los de Illinois son tremendamente favoritos e incluso aspirantes a luchar con los Heat de LeBron James en unas hipotéticas finales de conferencia, pero al final del primer partido, ya sentenciado, Derrick Rose cae con una lesión en el ligamento anterior. Los Bulls, que también perdieron a Joakim Noah en la serie, cayeron en seis partidos, y aquellos Sixers, el último #8 en llegar a semifinales, consiguió llevar a los Celtics a siete encuentros en la siguiente ronda.
Un año antes, en la otra conferencia, la historia fue diferente. Los Grizzlies de Marc Gasol, Zach Randolph y compañía llegaban a San Antonio como Cenicienta. Los Spurs de Popovich y Tim Duncan eran cuatro veces campeones y Memphis todavía no había ganado un partido de playoff en la historia de la franquicia tras tres 4-0 en la época de Pau Gasol. Manu Ginobili se perdió el primer partido que a la postre fue el único que un equipo local perdió en toda la serie. Los Grizzlies se hicieron fuertes en casa y se llevaron la eliminatoria en seis partidos, y como Philadelphia, cayeron en semifinales en siete ante la Oklahoma de Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden.
El tercer y último caso de un seed #8 ganando una serie al mejor de siete al líder de conferencia data de 2007. Antes de Steph Curry y los Warriors actuales, Golden State hizo famoso el "We Believe", un equipo con Don Nelson como entrenador y figuras como Baron Davis, Stephen Jackson, Monta Ellis o Matt Barnes, muy joven y atrevido. En primera ronda se encontraron con Dallas, vigente finalista de la NBA y con Dirk Nowitzki ganando el MVP. Era la primera vez que los Warriors se metían en playoff en 13 años y el Oracle Arena se convirtió en un fortín. Ganaron en seis en el que se recuerda como una de las mayores sorpresas de la historia reciente de la NBA.
Hay dos casos más, aunque diferentes, en series al mejor de cinco. El primero data de 1994, con Denver sorprendiendo a Seattle SuperSonics. Era el primer año sin Michael Jordan en la liga, los Sonics fueron el mejor equipo de la temporada regular y con Gary Payton y Shawn Kemp, eran favoritos al anillo, pero aquellos Nuggets de Dikembe Mutombo dieron la campanada en cinco partidos, remontando un 2-0 en contra. Cinco años más tarde, en 1999, los Knicks de Pat Ewing, Latrell Sprewell y Allan Houston ganaban el quinto y definitivo partido en Miami. Se convertían en el segundo octavo clasificado en la historia en eliminar a un líder de conferencia, pero con la exquisitez que fue una temporada de huelga, donde se jugaron solo 50 partidos. Houston metió el tiro de la victoria con 0.8 por jugarse.
Aquellos Knicks ganaron tres rondas como visitantes, se metieron en las NBA Finals, siendo único #8 en jugarlas, aunque acabaron perdiendo ante San Antonio. Son el único caso de un octavo clasificado capaz de ganar más de una ronda de playoff, dejando por el camino también a Atlanta Hawks en una barrida y a los Pacers de Reggie Miller en seis encuentros. Este año es turno de Minnesota y Miami, que sueñan con hacer ruido. El problema es que hace once años que un octavo no gana una serie, y es por algo. Se trata de una misión casi imposible, algo que solo cinco equipos, o tres en el formato actual, han conseguido hacer en casi 40 años.