NBA

El misterio de Andrew Wiggins y el ejemplo de los Warriors

El canadiense se ha perdido 20 partidos consecutivos por motivos personales, pero desde la franquicia han evitado a toda costa hablar del tema mientras protegen al jugador.

Andrew Wiggins en uno de sus últimos partidos con los Warriors./Getty Images
Andrew Wiggins en uno de sus últimos partidos con los Warriors. Getty Images
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Ante New Orleans, por vigésimo partido consecutivo, Golden State Warriors informaba que Andrew Wiggins era baja. El motivo lleva siendo el mismo desde el 13 de febrero: razones personales. Nadie en la franquicia, desde el general manager hasta los jugadores, pasando por propietarios, entrenadores o incluso prensa, ha salido a explicar el motivo de la ausencia del jugador. Desde los Warriors se ha intentado bajo todo momento proteger al jugador y evitar salir públicamente con una explicación sobre la situación que ha alejado al canadiense de las pistas por más de un mes.

Wiggins fue clave en el último anillo de los Warriors, el pasado mes de junio. El segundo mejor jugador en las finales ante Boston, defendiendo a Jayson Tatum, después de hacer lo propio ante Luka Doncic en las finales de la conferencia Oeste. Como premio, en verano firmó una extensión por cuatro años y $109 millones de dólares, por debajo del dinero que se iba a llevar Jordan Poole, pero más que merecido por parte del canadiense. Pero tras una temporada de ensueño, empezó el curso con molestias y lesiones. Se perdió un mes entre principios de enero y año nuevo por una lesión en el abductor, además de molestias en el pie y una enfermedad. En total, y a falta de solo cinco partidos, Wiggins ha disputado 37 encuentros en toda la temporada.

"La vida va más allá del baloncesto", dijo Steph Curry cuando a apoyar a su compañero. "De amigo a amigo, de compañero a compañero, le mando mi apoyo. Es difícil con él lejos tanto tiempo, pero es necesario. Lo que sea que él y su familia estén pasando, es lo que importa. Y cuando esté listo que vuelva", explicaba el capitán del equipo. "Sabemos que nos echa de menos y nosotros le extrañamos en el vestuario". No ha sido el único que ha lanzado mensajes, también lo hizo Draymond Green en su pódcast, en un tono algo más agresivo que Curry: "La gente no sabe por lo que está pasando Wiggins y aun así, salen e inventan rumores. A veces gente me causa desprecio, tenéis que parar", en referencia a los rumores aparecidos en las redes sociales que familiares y pareja del jugador tuvieron que desmentir.

Las buenas noticias para los aficionados de Golden State la daba en las últimas horas Steve Kerr, que aseguraba que Wiggins había estado entrenando por su cuenta. Al ser preguntado sobre si podría volver a incorporarse a la disciplina de la franquicia esta temporada, Kerr admitía que hay "esperanza, aunque la ausencia es indefinida, porque no sabemos al cien por cien". Añadía, además, que al volver tendrá que pasar pruebas físicas y médicas con el staff del equipo para saber el nivel al que está y saber cuándo podrá empezar a entrenar con el equipo y aportar, especialmente pensando en los playoffs. "Si vuelve, sería genial. Y si no vuelve, pues viviremos con ello". Y esa ha sido la mentalidad de la franquicia desde el primer día.

Al contrario que en el caso Ja Morant, o con la sanción a Kyrie Irving en noviembre, que todo se pudo seguir casi al minuto en las redes sociales, los Warriors han querido proteger al jugador y su familia, y al mismo tiempo han evitado hablar del tema, han respondido con delicadeza las pocas preguntas de la prensa y han sabido evitar que se filtrara al periodista equivocado. Los jugadores son personas, sus problemas son personales y la gestión de Golden State de esta crisis hasta la fecha ha sido ejemplar.