La pareja de moda de la NBA mantiene el buen estado de forma de los Philadelphia 76ers
Embiid y Harden deslumbran ante los NY Knicks en el partido inaugural del Christmas Day (119-112). Los Sixers rompen las dudas con ocho victorias consecutivas.
![Harden mira un bloqueo de Embiid durante el partido ante los Knicks. /AFP](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/25/media/cortadas/harden-mira-embiid-jugada-76ers-afp-R7Eu7wuEnBSCQP3WWWI8vkI-1200x648@Relevo.jpg)
Cuando el técnico de los Philadelphia 76ers, Doc Rivers, pidió "paciencia" a principios de temporada, las críticas, lejos de frenarse, aumentaron. Los Sixers naufragaban en un mar de dudas, los resultados no eran buenos y las lesiones pasaban factura. Sin embargo, el mes de diciembre que empezó con un revés -o más bien tres, por las derrotas consecutivas ante Cavaliers, Grizzlies y Rockets- se terminó tornando en el de la ilusión, al más puro estilo del sentimiento que, con la llegada de la Navidad, viene a inundarlo todo. Y, precisamente, ha sido con motivo del Christmas Day cuando los 76ers han confirmado lo que ya se venía avisando: la pareja de moda está en Philadelphia y son el mejor regalo posible de Navidad. Joel Embiid y James Harden tomaron el Madison y se convirtieron en el Grinch para los NY Knicks (119-112).
Primero, lo hicieron la madrugada del viernes al sábado. Después, lo volvieron a hacer la tarde de este domingo 25 de diciembre. Esta vez con un poco menos de destello a nivel de estadísticas, pero dejando su brillo especial (y particular) en la cancha. Ni siquiera Julius Randle -que igualó a puntos al pívot camerunés (35)- pudo eclipsar el buen estado de forma de la dupla de unos Sixers que aún aguardan el regreso de Tyrese Maxey.
Pese a la baja, como mínimo de dos semanas más, del que se presuponía que sería el segundo o tercer espada de la franquicia de Pensilvania, ya son ocho las victorias consecutivas que acumulan con el triunfo de este 25 de diciembre tras remontar ante unos Knicks que fueron de menos a más.
Por un lado está Harden, que parte… y reparte, tal y como se vio en el Madison. Aunque apareció totalmente tapado, como si no quisiera ser visto, y con su posible regreso a los Rockets sobrevolando su figura, se llevó gran parte de los focos durante el partido y fue por su baloncesto. Doble-doble para el base-escolta californiano con 29 puntos y 13 asistencias, a los que además sumó cuatro rebotes, cuatro robos y un tapón.
Por otro, un Embiid que ha enterrado por completo los problemas de inicio de temporada, que se encuentra en un excelso estado de forma, que tiene el promedio más alto de puntos de la competición esta temporada (33) y que ante los Knicks decidió, otra vez, superarlo. 35 puntos hizo el pívot camerunés, a lo que sumó ocho rebotes y una asistencia.
Jugar con la "misma energía" fue la clave, según dijo Embiid al término del encuentro, para llevarse la victoria. Y lo que está claro es que si esa batería sigue con la misma carga, los 76ers son aspirantes a todo. La Conferencia Este ya lo sabe.