De un parque de caravanas "infectado" de insectos a las Finales de la NBA gracias al rapero J. Cole

Jimmy Butler se llevó el trofeo al MVP de las Finales del Este tras guiar a los Miami Heat a la victoria en la serie ante los Boston Celtics. Sin embargo, el alero quiso compartir los focos con el resto de sus compañeros. Y especialmente con un Caleb Martin que fue fundamental en el triunfo de los de Florida. El escolta terminó siendo el mejor socio de Butler con 26 puntos, 4 de 6 desde el triple, 10 rebotes y 3 asistencias. Números que son más que meras estadísticas para un jugador que hace poco más de un año no tenía hueco en la NBA.

La carrera de Martin ha sido de todo menos sencilla o habitual. El escolta de Carolina del Norte ha sido capaz de recorrer un camino repleto de obstáculos hasta llegar a las puertas de la gloria. O en este caso, del anillo. Y no quiere quedarse ahí. Tras firmar unas Finales de Conferencia en los que ha tenido mejores números que todo un 'all star' como Jaylen Brown, Caleb quiere poner el broche de oro a una de esas trayectorias de película que regala el deporte estadounidense. Un vivero de biografías dignas de cualquier guión de Hollywood y en el que Martin bien podría tener el papel protagonista.

En las páginas de ese guión se puede leer la vida de un niño criado junto a sus dos hermanos por una madre soltera en una caravana destartalada en Carolina del Norte. Allí se tuvo que mudar Jenny Bennett cuando se quedó embarazada de Raheem, el hermano mayor de Caleb, y sus padres la echaron de casa. Lo hizo sola y así crió a sus tres hijos, ya que su pareja también desapareció cuando dio a luz a Caleb y a su gemelo Cody. Tres niños negros de una mujer soltera blanca en una Carolina del Norte donde todavía los prejuicios raciales están a la orden del día,

En esa humilde caravana, donde los tres niños Martin se criaron durmiendo en un único colchón, nunca faltó la comida. Bennett se multiplicaba con hasta cuatro trabajos para que sus hijos tuvieran siempre algo en el plato. Aunque fuera a costa de quitarse ella de comer. Lo hacía cuando salía a las cuatro de la madrugada del domicilio para ponerse a trabajar y dejaba a sus hijos solos con la compañía de las hormigas y los escarabajos que "infectaban el trailer".

"Tengo muchísimo respeto por mi madre y por todo lo que ha pasado", aseguró años más tarde Caleb en una entrevista con USA Today en la que recordaba esos primeros años de su vida. "Nosotros tenemos nuestra infancia muy presente y recordamos aquellas cosas de las que nos damos cuenta ahora y que nuestra madre nos ocultaba entonces. Hizo muchos sacrificios por nosotros".

Años más tarde, cuando Bennett encontró un trabajo más estable, la familia cambió esas plagas de insectos por otras peores como eran las drogas y los tiroteos que poblaban el bloque de apartamentos donde se mudaron cuando los gemelos Martin entraron en el instituto, justo cuando ambos se convirtieron en estrellas estatales del fútbol americano y del baloncesto, con el que terminaron haciendo carrera.

Igual que en la infancia y la adolescencia, los Martin tampoco lo tuvieron sencillo en la cancha. A pesar de sus buenos números tanto en el instituto como en las universidades de North Carolina State y Nevada, sólo Cody llamó la atención de la NBA, siendo seleccionado por los Hornets. El nombre de Caleb nunca sonó en el draft de 2019 y tuvo que esperar a que su gemelo convenciera al cuerpo técnico de Charlotte para que le dieran una oportunidad.

Tras dos temporadas en 'casa', en Carolina del Norte, los Hornets decidieron no renovar su contrato y el jugador se quedó compuesto y sin equipo. Fueron semanas difíciles en las que Caleb llegó a pensar en hacer las maletas y poner rumbo a Europa. Y en ese momento apareció el segundo ángel de la guarda de su vida tras su madre: J. Cole.

El famoso rapero estadounidense, criado también en Carolina y gran aficionado al baloncesto (participó la pasada temporada en la Basketball Africa League), había compartido cancha con Caleb en algunas pachangas y sabía de sus gestas en el instituto, por lo que intervino para buscar equipo a Martin. Cole, que le había dedicado unas líneas de su tema 'Autograph' a la exestrella de la NBA Caron Butler, llamó al miembro del cuerpo técnico de los Heat para que le hicieran una prueba en el verano de 2021. Y a partir de ese momento todo cambió para Caleb, que hoy recordaba todo lo vivido con una sonrisa en los labios y un trofeo en las manos. "Pero el trabajo todavía no está terminado".