NBA

Una reunión, una partida de golf y un aviso de los Celtics: "No nos dejéis ganar un partido"

Los Celtics ganaron el primer partido en la serie tras una reunión del vestuario en un establecimiento de golf. Y dejaron un aviso a Miami.

Jaylen Brown y Grant Williams./Reuters
Jaylen Brown y Grant Williams. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Tras la bochornosa derrota del tercer partido, los Celtics parecían hundidos. Miami ponía el 3-0 en la eliminatoria con el cuarto encuentro en casa para cerrar la serie, siendo superior en cada partido y la sensación de no poder fallar un tiro. A la mañana siguiente, todavía con la resaca de la durísima derrota, hubo una reunión en el seno del vestuario de los Celtics tras la sesión de vídeo matinal. Jugadores, staff y parte de los trabajadores tuvieron una asamblea de emergencia, algo habitual en la NBA en momentos de crisis o problemas. La diferencia fue el lugar donde se hizo la reunión: en Top Golf, un establecimiento para practicar el swing de golf, según informaba el periodista de NBC Chris Forsberg.

¿Funcionó? No de inicio. Los Celtics revelaron dos caras en el cuarto partido. En el primer cuarto, el equipo se mostró muy similar a los tres primeros encuentros, con miedo de atacar el aro y dejando a Miami tirar liberado. Los Heat se pusieron seis puntos arriba al final de los primeros doce minutos y mantuvieron la diferencia al descanso, con Jimmy Butler siendo el mejor jugador del partido, otra vez, y tanto Bam Adebayo como Caleb Martin marcando la diferencia. Había destellos de intensidad, de querer competir, pero todavía el vértigo de jugar ante un equipo que te ha convertido en un juguete a su merced por tres noches consecutivas. La segunda parte fue muy diferente.

Boston le dio la vuelta con un parcial de 18-0. Los secundarios aparecieron, los tiros entraron, la defensa punteó los tiros y sobre todo, los Celtics mostraron su mejor versión. La que dominó en temporada regular, la que remontó la serie ante Philadelphia, liderados por Jayson Tatum, que tuvo otra noche de MVP, siendo el jugador con más puntos, rebotes, asistencias y tapones del partido, opacando el mal partido de Jaylen Brown. Pero fue el propio Jaylen quien había avisado por la mañana: "No nos dejéis ganar esta noche". Declaraciones que copiaba Marcus Smart: "No nos dejéis ganar un partido". Porque los Celtics parecen otro equipo.

La mentalidad con la que afrontaron la rueda de prensa de la mañana, las palabras que salían de la boca de los jugadores iban en línea con la actuación del equipo en la segunda parte. "Todo el mundo estaba de buen humor, animado", decía Tatum. "No queríamos que las tres derrotas nos definieran la temporada, y todavía queda mucha batalla, pero hay que ir partido a partido. Lo de hoy ha sido un buen comienzo", sentenciaba la estrella de los Celtics. Y ahora la serie ha dado un cambio, al menos en el 'momentum'. Porque el quinto se jugará en Boston, y si los Celtics ganan, serían el decimoquinto equipo en forzar un sexto partido tras empezar la serie 0-3. Nunca se ha remontado, aunque tres veces se llegó a un séptimo.

La mentalidad ahora es partido a partido. "Tenemos que ganar el siguiente, es todo lo que importa", decía Marcus Smart tras el triunfo en Miami. "Sabemos las posibilidades que tenemos, pero hay que tomárselo un partido a la vez, somos un equipo que cree en nosotros mismos sin importar el resto". Porque más allá de la victoria, los Celtics por fin mostraron su mejor versión, la que brilló en temporada regular y por momentos ante Atlanta Hawks o Philadelphia 76ers en las series anteriores. Pero el objetivo no es remontar un 0-3, por ahora es únicamente ganar el quinto. Partido a partido, buscando la historia.