NBA

Ricky Rubio recuerda la noche en la que su cabeza dijo basta: "Mi mente se fue a un lugar oscuro"

El jugador español explicó el origen de su decisión de dejar el baloncesto en un comunicado en redes sociales anunciando su retirada de la NBA.

Ricky Rubio, durante un entrenamiento con la Selección española en 2019. /FEB
Ricky Rubio, durante un entrenamiento con la Selección española en 2019. FEB
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Ricky Rubio ha confirmado en sus redes sociales la noticia filtrada por ESPN durante el día de hoy: deja la NBA. El base, exjugador de Cleveland Cavaliers, ha publicado un comunicado explicando su situación y agradeciendo la comprensión que tanto la organización como la afición ha tenido sobre su ausencia. Una que empezó justo antes del Mundial, el pasado verano, y que le ha mantenido alejado de las pistas hasta el día de hoy. Su despedida de la mejor liga del mundo llega tras doce temporadas, cuatro franquicias y una carrera para el recuerdo. El jugador anunció también que sigue trabajando en su salud mental, y que cuando sea el momento oportuno, explicará al detalle la situación al completo, pero ha pedido respeto y privacidad hasta entonces.

Rubio empezaba el mensaje hablando sobre el día que decidió dejar temporalmente el baloncesto. "El 30 de julio fue una de las noches más duras de mi vida. Mi mente se fue a un lugar oscuro. Yo tenía la sensación de que estaba yendo en esa dirección, pero nunca había pensado que tuviera el control de la situación. Al día siguiente, decidí parar mi carrera profesional", empieza el comunicado. Apenas unos días más tarde, el 5 de agosto, se hacía oficial que Rubio no jugaría el Mundial con la selección española. Ricky acababa de volver a las pistas tras perderse un año entero por una rotura del ligamento cruzado de la rodilla, la segunda de su carrera, y recibió el apoyo total de La Familia y la NBA en su decisión.

"Un día, cuando sea el momento correcto, me gustaría compartir toda mi experiencia con todos vosotros para poder ayudar a otros que estén pasando por situaciones similares. Hasta entonces, me gustaría mantenerlo en privado por respeto a mi familia y a mí mismo, ya que todavía estoy trabajando en mi salud mental". El base siempre ha sido muy vocal sobre la dualidad de ser persona y atleta profesional al mismo tiempo, algo que otros jugadores NBA también han expresado en voz alta en los últimos años. Y su lucha sigue en el presente. "Sí que puedo decir orgulloso que estoy mucho mejor, y que estoy mejorando cada día"

El mensaje ha servido sobre todo como despedida oficial de la NBA. "Quiero publicar este mensaje para vosotros hoy porque mi carrera NBA ha llegado a su final. Todo empezó en junio de 2009, la noche del draft en New York. Un sueño. Tras haber jugado 12 temporadas en la liga, con sus altibajos, tengo muchísimos recuerdos y grandes relaciones. Minnesota, Utah, Phoenix y Cleveland, ¡wow! ¡Gracias!". En esas doce temporadas, Ricky ha promediado 10,8 puntos, 7,4 asistencias y 1,8 robos por partido, cifras que muy pocos jugadores en la historia de la liga han acumulado. Su versión joven, en Minnesota, fue una revolución para la liga y en su época en Utah y Phoenix encontró madurez. En 2021, con Cleveland, mostró desde el banquillo su mejor versión estadística antes de la lesión.

Y para ellos tenía un mensaje. "Mención especial para Cleveland, mi último hogar. Sé que las cosas han acabado de una manera difícil. Nunca pude imaginar que el año se desarrollaría así, pero tenéis una organización increíble, con Kobe (Altman) y JB (Bickerstaff), quienes han sido extremadamente respetuosos y han entendido mi situación y cuidado como persona". En Ohio se reencontró con viejos conocidos, como Kevin Love o Donovan Mitchell, dos jugadores que han sido siempre muy vocales sobre el impacto que Ricky ha tenido en su carrera. Ahora, su impacto se podría trasladar a España. "Muchas gracias por todo el cariño y apoyo" se despedía Ricky en sus redes sociales.

Es un hasta siempre a la NBA tras 698 partidos, pero no a las pistas de baloncesto. Porque con 34 años, Ricky todavía tiene magia en las piernas. Uno de los mejores talentos que ha dado el baloncesto español, la carrera de Rubio en Estados Unidos se acaba, pero lo importante es que la persona, el Ricky más humano, sigue mejorando.