NBA

El sacrificio de Russell Westbrook y la importancia de ser titular en la NBA

El jugador de los Clippers se ofreció a salir desde el banquillo por el bien del equipo, una decisión altruista y poco habitual en la NBA.

El jugador de los LA Clipper Russell Westbrook, en un partido de esta temporada./Reuters
El jugador de los LA Clipper Russell Westbrook, en un partido de esta temporada. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

El viernes a primera hora de la mañana en Los Angeles, el periodista NBA Chris Haynes lanzaba una exclusiva: Russell Westbrook se ofrecía a salir desde el banquillo con el objetivo de mejorar la dinámica de los Clippers, con un horrible balance de 0-6 desde que decidieron traspasar por James Harden. Russ anteponía las necesidades del equipo a las suyas personales, y aceptaba que para que la franquicia angelina tuviera éxito, era necesario cambiar alguna pieza de la rotación. Lo que Ty Lue, entrenador de los Clippers, no se atrevió a hacer, lo tuvo que decidir Westbrook. Aunque no es habitual ver a estrellas salir desde el banco.

El de ayer fue el partido número 1105 de Westbrook en la NBA, en el puesto 78 en la lista histórica de la NBA, y solo 67 han sido con el base saliendo desde el banquillo. 17 de ellos llegaron en su año novato, lo que tardó en robarle la titularidad a Earl Watson jugando para los Thunder; el resto, el curso pasado en los Lakers. De los 52 partidos que disputó bajo las órdenes de Darvin Ham, solo en tres salió de titular, los tres primeros. Fueron tres derrotas antes de mandar a Westbrook a liderar la segunda unidad, su nueva labor en los Clippers. Y si bien un partido no puede servir como muestra suficiente, es lo que tardaron los Clippers en ganar.

Tras seis derrotas seguidas, el equipo por fin pudo sumar el primer triunfo de la era James Harden. Una que había empezado empañada por el rendimiento de sus cuatro estrellas: Kawhi Leonard, Paul George, Westbrook y Harden. En los cinco encuentros que disputaron juntos antes de ganar a Houston, ninguno de los cuatro superó el 48% de tiro de campo o el 37% de triples, y todos tuvieron un impacto negativo en la pista. Con Russ -5.4, con George -6.2, Kawhi un -7 y el peor Harden, que en algo más de 32 minutos acumulaba un -14 por partido. Ante Houston tres brillaron, los tres titulares, y solo Russ se quedó en negativo y por debajo de los 23 puntos: 8 con 2/9 en tiros.

Porque salir del banquillo es, en una NBA donde los jugadores cada vez tienen más poder, una rareza para alguien que ha sido MVP. Contando a Westbrook, desde 2010 nueve jugadores han ganado el premio al jugador más valioso de la temporada regular. De todos ellos, solo Derrick Rose ha salido desde el banquillo más de 50 veces desde ganar el premio (511 de titular, 192 desde el banco) y su carrera ha sido truncada por las lesiones. Algunos incluso no suman ninguna. Joel Embiid nunca ha salido desde el banquillo, LeBron lo ha hecho dos veces, Kevin Durant tres, Steph Curry seis, y la mayoría de casos al volver de lesión o empezar en un equipo nuevo.

Sí que los europeos han tenido un número más alto, especialmente en sus primeros años. Giannis acumula 65 suplencias (la última en 2016), Nikola Jokić 45, todas en sus dos primeras temporadas cuando compartía pintura con Jusuf Nurkic. James Harden es el único con 216 partidos desde el banquillo, aunque todos menos uno llegaron en Oklahoma, antes de incluso ser All Star y cuando ganó el premio al mejor sexto hombre de la NBA. Podemos ir más lejos en la lista. Kobe Bryant sumó una suplencia en sus últimos 16 años de carrera, Dirk Nowitzki solo fue suplente en su primera y última temporada, prácticamente como Steve Nash, ambos por encima de los 38 años. La lista es tan larga como ganadores del MVP en la historia.

Por eso la decisión de Westbrook tiene todavía más valor. El base, que firmó un contrato por dos temporadas y ocho millones de dólares, ha aceptado la evolución natural. Porque el año pasado, todavía con salario de estrella, su etiqueta era esa; ahora se ha convertido en un jugador de rol, pero era su decisión que tomar. Un entrenador, por mucho que mande en un vestuario NBA, no tiene el poder para mandar a un MVP de la liga al banquillo y solo el propio jugador puede decidir dar ese paso al lado. Westbrook lo hizo, y los Clippers, sin él, ya ganan.