Scariolo revela cómo se frustró el sueño de entrenar en la NBA: "Uno de esos días en que es mejor no levantarse de la cama"

Entrenar en la NBA sin ser de EE.UU. es una auténtica gesta en el mundo del baloncesto. Solo cinco lo han conseguido hasta ahora: Steve Nash, Jay Triano, Igor Kokoskov, Darko Rajakovic y Jordi Fernández. Sergio Scariolo estuvo a punto de ser el sexto, aunque ha dado con el poste varias veces: a partir de 2019 fue entrenador asistente de los Toronto Raptors y, en 2021, una plaga de Covid-19 en todo el organigrama técnico del equipo le sentó en el banquillo titular durante un partido de la temporada regular. Sin embargo, Scariolo estuvo a un escalón de ser el director de orquesta de los mismos Raptors. Fue en 2023, cuando la dirección del equipo abrió un proceso para tener un nuevo entrenador. Del proceso del casting y de cómo el propio Scariolo estuvo a un paso de dejar la Selección para coger las maletas y cruzar el charco habló el técnico italiano en 'El Vestuario' con Quique Peinado, en una charla que demuestra hasta qué punto un pequeño soplo de viento decide el destino de tu vida.

Puedes ver aquí la entrevista completa de Quique Peinado a Sergio Scariolo en 'El Vestuario'

Bien, sinceramente yo no me siento mayor en nada. Es verdad que luego piensas en los números, piensas en lo que puede quedarte y dices, "hostia, no sé", pero luego a nivel de energía, a nivel de modo de vivir, de forma de ver las cosas, de todo, es una palabra que no encaja con mi manera de auto percibirme, pero sí me siento bien porque es toda gente con la que mantienes una relación, has establecido lazos que no se rompen y tienes orgullo. Realmente el ejemplo de Jordi, cuando nos ganaron con Canadá en el Mundial, sentí tristeza en el momento en que le felicité por la victoria, pero justo después, viéndolo celebrar asumiendo una dimensión a nivel internacional ya importante, sentí placer y orgullo y dije: "bueno, oye, si tiene que pasar con alguien, mejor que pase con uno que considero de los míos, ha sido muy de los míos y efectivamente ya empiezan a ser muchos porque entre la liga italiana, la NBA, la ACB… en Estados Unidos hablan de un árbol y yo no me atrevo, me parece una expresión que se puede hablar de Popovich, pero es un poco el concepto de las ramas que luego igual sacan frutos y flores muchísimo más bonitas del tronco en sí. Esa expresión me da un poco de miedo utilizar pero sí que cuando pienso que tengo a mi primer ayudante en la Virtus (de Bolonia) en estos últimos dos años, que va primero con mucha diferencia, que están por subir... ver el éxito de los que han estado conmigo me da alegría, me da energía incluso y me da motivación porque dices: "Bueno, igual una cosita le has ayudado en poder ser tan buenos".

Realmente no ha sido nunca algo en el que he pensado como posible. Es verdad que en el periodo entre mitad de abril y mitad de junio del año pasado se produjo una situación donde el equipo de liderazgo de los Raptors vinieron a Bolonia para hacer la primera entrevista formal como candidato al papel de primer entrenador. Me dijeron que habíamos quedado como dos finalistas para la ronda definitiva de entrevistas en la que no pude viajar a Toronto, porque era la semana de la final de Liga. Hicimos la entrevista online, fue una tarde entera, desde las 3 de la tarde a las 8 y cuarto con distintas cosas, muy interesante además, en la que obviamente intenté poder dar mi visión de las cosas, pero no es lo mismo nunca como cuando tienes un contacto directo personal. Luego la semana siguiente llegó un momento que sabía que estaba entre mí y Darko (Rajakovic), que al final fue el elegido. La realidad es que me llegó una llamada previa que decía: "Oye, parece que eres tú".

Sí, un periodista me dijo: "Oye, parece que van a elegir ahora, anunciarlo y puedes ser tú". Yo estaba viendo, me acuerdo del partido de Champions League, la final de Champions League del Inter de Milán, contra el Manchester City, con mi equipo, con el equipo ahí, habíamos acondicionado un salón del hotel, porque estábamos entre el primer y el segundo partido de la final de Liga. Habíamos perdido el primero, jugábamos el segundo el día siguiente. Y bueno, yo estaba ahí viéndolo, obviamente con la tensión de que tu equipo está jugando la final de Champions League, y te llega estos mensajes y dices: "Bueno, vaya momento". Y luego me llega una llamada otra vez que me dice: "Me ha llamado Bobby Western, me ha dicho que ha sido una decisión complicada, tal y cual, pero han decidido por Darko". Y bueno, no lo teníamos y no lo tenemos, tampoco me han quitado algo que tenía.

No, por supuesto. A ver, yo he estado tres años en la NBA, yo sé exactamente qué es la NBA. Es decir, que no soy como el niño que va a una tienda de juguete sin saber qué es lo que va a encontrar. Para bien y para mal. Obviamente la experiencia de ser entrenador de la NBA era irrechazable, por muchas razones. Entre ellas también la económica, no seamos hermanitos de la caridad. Así que tampoco lo he vivido como desde que era un niño, soñé con esto, lo viví con una oportunidad profesional que me hubiese encantado, obviamente, hacer si se presentaba y como no se ha presentado, he desarrollado una capacidad de olvidar. Obviamente hay un momento de decepción en el que dices: "Hostia, qué pena, ¿no?" Pero luego, realmente he desarrollado esta capacidad de decir: "Vamos a ver ahora el vaso medio lleno, de qué conlleva no haber tenido.

Luego palmó, eso sí que fue un golpe duro.

Además de esa manera, tras haberla tenido en la mano, fallando goles que…

Exacto, me acosté diciendo: "Pues mira, esto es uno de esos días en los que realmente es mejor no levantarse de la cama" (sonríe con sarcasmo).

Durante unos 10 días.

Sí, sí, fue bonito, la verdad, porque realmente percibí un gran respeto, una gran capacidad de entender que ahora mi rol durante un tiempo tenía que ser distinto y fue bonito, la verdad. A causa del COVID de Nick Nurse, lamentablemente, pero bueno, tampoco le pasó nada. Y sí, fue bonito lo de que justo los equipos que me han vuelto a buscar, obviamente Milwaukee y Filadelfia, para el papel de Lead Assistant o Associated Coach, como quieras llamarlo, de segundo, como se diría aquí, y Toronto para el rol de primer entrenador, justo eran equipos en los que o había estado - Toronto - o entrenado por primeros entrenadores con los que había vivido tres años. Muchas veces el criterio de toma de decisiones de los equipos para elegir entrenador es, por decirlo de alguna manera, curioso. Cuando tú has conocido a uno, tú sabes de qué va, qué es lo que te puede dar, entonces cuando un equipo o un entrenador con lo que has vivido vuelve a buscarte y piensa que puedas ayudarle de una manera eficaz, es una satisfacción, eso sí que es algo que se te queda. Los que saben del baloncesto, algunos de los que han estado contigo y han visto lo que tú sabes hacer, en la NBA, que es un mundo muy competitivo con muchísima competencia, te han vuelto a decir, oye me apetecería que volvieras.. o en el caso de Toronto, estamos considerándote como uno de los pocos que podrían hacer este trabajo.