Sólo Jordan aguanta el pulso a un Doncic al que le birlan hasta la cerveza
El esloveno tiene la segunda mejor media anotadora en la historia de los playoffs con 31,1 puntos en su carrera.

"Ha sido el modo Magic de Luka". Jason Kidd, entrenador de los Dallas Mavericks ponía en palabras lo que todo el mundo había visto sobre la cancha. Luka Doncic volvía a maravillar a la NBA con una nueva exhibición: 36 puntos, seis triples y 10 rebotes. Pero no era un recital más. En esta ocasión el ex del Real Madrid se ponía el traje de superhéroe para meter a los tejanos en las Finales de la NBA por primera vez en su carrera.
Doncic empezó su show con 10 puntos en los primeros 153 segundos de partido y terminó el primer cuarto con 20 tantos en su casillero por sólo 19 de los Timberwolves. Sólo era el inicio de un nuevo éxtasis anotador de Luka Doncic en playoffs. Un jugador al que sólo Michael Jordan aguanta el pulso en eliminatorias.
Doncic lleva seis temporadas en la NBA y en cuatro de ellas se ha clasificado para las eliminatorias por el título. Hasta ahora ha disputado 45 partidos de playoffs y ha anotado un total de 1400 puntos. Es decir, una media de 31,1 puntos. O lo que es lo mismo, el segundo mejor promedio en la historia de los playoffs de la NBA.
Sólo Michael Jordan con 5.987 puntos en 179 partidos tiene mejor media que el esloveno con 33,4 puntos por partido. Para hacernos una idea, jugadores como Kobe Bryant (25,6), LeBron James (28,4) o Allen Iverson (29,7) tienen peor promedio anotador que un Luka Doncic que se ha convertido en el sexto jugador en la historia que lidera a su equipo en puntos, rebotes y asistencias en las eliminatorias por el anillo. ¿Los otros cinco? LeBron James, Tim Duncan, Jason Kidd, Nikola Jokic y Jayson Tatum. Casi nada.
Más números para entender la dimensión que ha adquirido Doncic en estos playoffs. El esloveno es el primer jugador en la historia que suma más de 150 rebotes, más de 150 asistencias y más de 50 triples en una misma postemporada. Son sólo registros que reflejan la realidad de un jugador que no hace sino acumular galardones como el MVP de las Finales del Oeste, Máximo anotador de la NBA, Rookie del Año o las cinco veces que ha sido elegido en el Mejor Quinteto de la liga, lo que le ha permitido optar al mayor contrato de la historia de la liga.

Una estrella diferente que ha roto con el paradigma del jugador físicamente superdotado y al que parece que no le importa nada. Sobrado de calidad no necesita el músculo para ser diferencial y no tiene problema en reconocerlo o en mostrarlo como hizo después del partido ante los Wolves, cuando fue cazado junto a su padre con la "cerveza de recuperación".
En ese momento Michael Finley, exestrella de los Dallas Mavericks y actual vicepresidente de la franquicia, aprovechaba para quitarle la lata de la mano al jugador esloveno, cuya reacción de incredulidad no tardó en hacerse viral.