Curry y Klay Thompson salen a jugar en Houston y los Warriors acarician el playin del Oeste

Era el partido para Houston y Golden State. Los Rockets, con 13 victorias en las últimas 14 noches, soñaban con robar el último billete para playin en el Oeste, aunque las derrotas ante Dallas y Minnesota les alejaban un poco de esa décima plaza. Todo pasaba por defender el factor pista ante los Warriors, todavía en la búsqueda de su mejor nivel. Y no lo han encontrado, pero una versión cercana les sirvió para asaltar Houston y sentenciar cualquier posible carrera por el décimo lugar en la conferencia. Van seis triunfos seguidos, la racha más larga en activo en la NBA, y la diferencia entre los campeones de 2022 y el equipo de Ime Udoka es ya de cuatro partidos más el desempate. Y quedan seis por jugarse, una labor improbable, que no imposible.

No tuvo problemas en buscar culpables Udoka al final del partido: "Ha parecido que el momento le ha quedado grande a muchos jugadores" decía en rueda de prensa, y lo comparaba con la mirada de un cervatillo ante los faros de un coche. Unos faros que perfectamente pudieron ser Steph Curry y Klay Thompson, autores cada uno de 29 puntos en la paliza de los Warriors, 133-110. Klay metió siete triples, Curry solo dos, aunque lo acompañó con 6 asistencias y 6 rebotes, y el héroe inesperado fue el novato Trayce Jackson-Davies, autor de 20 puntos como titular. Los tres, y el resto del equipo, jugaron con motivación extra: Tari Eason.

El jugador de los Rockets, lesionado pero en el banquillo, lució una camiseta con el mensaje "Warriors, come out to play", en homenaje a la película The Warriors, de 1979 (Los Amos de la Noche en España). A los jugadores de Steve Kerr no les debió hacer mucha gracia, ya que al acabar el partido se pudo escuchar a Klay, Draymond Green o Gary Payton gritando la mítica frase del antagonista. Hasta Curry imitó el juego de botellas. En rueda de prensa, Thompson añadió que fue una actitud "lamentable" por parte de Eason, "especialmente si no puede ni jugar. No puedes vacilar desde el banquillo" decía Klay. Y el big-3 de San Francisco ya mira hacia arriba, a falta de garantizar el billete a playin.

Porque los Warriors se quedan a solo partido y medio de los Lakers y dos de Sacramento. Golden State tiene el calendario más asequible del Oeste en lo que queda de temporada, con Lakers y Kings en el top-5 de la NBA de mayor dureza. Por ejemplo, LeBron y Anthony Davis tienen que recibir a los Warriors una vez más, además de jugar contra Cleveland, Minnesota o New Orleans. Los Kings, que han perdido tres de los últimos cinco, visitan Boston en segunda noche de back-to-back y Oklahoma antes de cerrar ante New Orleans y Suns, dos equipos que necesitarán ganar. ¿Puede Golden State seguir subiendo? ¿Pueden colarse en la parte alta del playin? Tenía razón Eason, los Warriors han venido a jugar.

Vuelve Joel Embiid y los Sixers son de nuevo un equipo feliz. Dos partidos, dos victorias ante dos rivales con aspiraciones al título. Primero fueron los Thunder y anoche en Miami, con 37 puntos de un Tyrese Maxey que rozó el triple-doble (11 asistencias, 9 rebotes) y 29 de un Embiid al que ya le entran los triples (3/6), aunque le falta el ritmo. Porque los Sixers abrieron un hueco de 15 puntos antes de dejarse remontar, abrieron otro de 16 en el segundo cuarto antes de, otra vez dejarse remontar y se llegaron a ver ocho abajo en el último periodo. ¿Quién apareció? Maxey, junto a Kelly Oubre, para llevarse el partido en el clutch y darle un triunfo que mantiene a los Sixers octavos, pero a solo medio partido de Miami. Ahora mismo se volverían a ver en el playin por evitar a los Celtics.

Ganaron también los Knicks, que siguen quintos, pero a solo dos partidos de la segunda posición. Fueron los Villanova Boys, como se les conoce en el Madison Square Garden, los encargados de remontar ante los Kings, que llegaron a mandar por 21 en la primera parte. Josh Hart metió 31 con 9 rebotes y 8 asistencias, Donte DiVincenzo 21 puntos y cinco triples y fue Jalen Brunson, con 35 tantos y 11 asistencias el factor diferencial. Doble-doble de Sabonis, aunque los Kings pagaron su defensa ante Isaiah Hartenstein, y 29 puntos de De'Aaron Fox. Están echando en falta a Malik Monk y Kevin Huerter y ya están octavos a solo medio partido de ser superados por los Lakers. No pintan las cosas bien en la capital de California, aunque una victoria más les asegura mínimo playin.

Mejor están en Dallas con la victoria ante los Hawks. El equipo de Luka Doncic lleva 12 victorias en los últimos 14 partidos, el mejor récord de la NBA en ese tramo, siendo la mejor defensa y el noveno mejor ataque. Un 40-26 en el segundo cuarto abrió el hueco y no volvieron a mirar atrás. El esloveno lideró con 25 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias, Kyrie Irving puso otros 26 tantos. La victoria le garantiza a los Mavs ser como mínimo equipo de playin (como a Phoenix y New Orleans por la derrota de los Rockets), pero el triunfo de los Clippers amargó un poco la noche. Siguen quintos, pero todavía a partido y medio del factor pista y con solo uno de ventaja ante Pelicans y Suns. Las últimas dos semanas serán un constante de usar la calculadora en el Este.

Incluyendo para los tres de arriba. Porque volvió a perder Denver, que deja a Minnesota en solitario con el mejor récord. Pese a la ausencia de Kawhi Leonard, los campeones no pudieron ganar en Los Angeles en otra noche con triple-doble de Nikola Jokic. El serbio acabó con 36 puntos, 17 rebotes y 10 asistencias sin Jamal Murray, y tuvo un triple lejano para llevarse el duelo sobre la bocina, pero sobrevivieron los Clippers. 28 puntos de Paul George y un inmenso Ivica Zubac, con 14 puntos, 14 rebotes y 6/6 desde la línea de tiros libres en el último cuarto para cerrar el partido.