Ni un triple parte médico pudo frenar a Doncic: exhibición ante los Celtics con dolores, vendajes y protecciones por todo el cuerpo

Cada vez parece más complicado pensar que los Dallas Mavericks puedan ganar el anillo de la NBA. Primero, porque son inferiores a unos Boston Celtics que están demostrando su potencial noche tras noche, consiguiendo victorias incluso en los peores días. Segundo, porque tendrían que ganar cuatro de los próximos seis duelos ante los 'Orgullosos Verdes'. Y tercero, porque Luka Doncic no está al 100% físicamente.

El jugador esloveno es el alma de esta franquicia. Es un líder nato, tanto dentro como fuera de la cancha. Es el que lleva la voz cantante con sus compañeros, el que marca las jugadas a ejecutar, el que se tira los tiros cruciales y el que ha conseguido llevar a los Mavericks a unas finales con las que nadie contaba. Pero el esfuerzo le ha pasado factura por el camino y el ex del Real Madrid está jugando con molestias.

Antes del segundo partido ante los Celtics, Dallas anunció que Doncic entraba en el parte médico por hasta tres dolencias distintas. De hecho, su presencia en el duelo no estaba asegurado a una hora del pitido inicial. El base sufría una contusión torácica producida en el encuentro anterior, un esguince en la rodilla derecha que lleva arrastrando algunas semanas y dolor en el tobillo izquierdo.

Pese a ello, el balcánico quería jugar. Y lo hizo, aunque envuelto en vendajes y protecciones. Y de nuevo fue el mejor, tanto de su equipo como del partido. Un primer cuarto soberbio le llevó a irse al banquillo con 13 puntos en menos de 12 minutos. Al descanso ya eran 23 y al término del partido se fue hasta los 32 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias, consiguiendo así el primer triple doble de su carrera en unas finales.

Tras ser discutido en el primer duelo de la serie ante los Celtics por acabarlo con apenas un pase de canasta, en el encuentro de esta madrugada ya recuperó sus números habituales de rebotes y asistencias. Si bien, su único lunar llegó desde la línea de personal, donde se dejó cuatro lanzamientos de los ocho que lanzó. En el triple se quedó en un 4/9.

Si Doncic es el mejor jugador de las finales, ¿por qué los Mavericks tienen pocas opciones de ganar? Básicamente, por sus compañeros. En los dos partidos ante los Celtics, ninguno de ellos alcanzó los 18 puntos. El foco hay que ponerlo sobre un Kyrie Irving más preocupado por los aficionados de Boston que por ayudar a su equipo. Por ahora, su casillero es de 12 y 16 puntos, con un 13 de 37 en tiros de campo.

En el otro equipo, los secundarios sí que están respondiendo. Si Tatum anota mucho menos que en rondas anteriores, sus compañeros tiran del carro. Hoy, entre Holiday, que fue el mejor del partido, Derrick White y Jaylen Brown se fueron a un total de 65 puntos, prácticamente los mismos que todos los Mavericks sin contar a Doncic. Y así, el esloveno pasará por las finales con la sensación de que no está lo suficiente bien rodeado, aunque se mostró crítico con su juego. "Mis pérdidas de balón y mis tiros libres fallidos nos costaron el partido. Tengo que hacerlo mucho mejor en esas dos categorías", apuntó tras el partido.