Tyler Herro sorprende a los Celtics con su propia medicina y Miami roba el factor pista

Nadie daba un duro por ellos, como octavo clasificado, en la pista del mejor equipo del Este y con bajas. Pero para Miami, el guion de la película es el mismo que vivieron hace un año, solo que llevado todavía más al límite. Y lo han vuelto a hacer. Los Heat, de la mano de Tyler Herro, Bam Adebayo y un clínic de Erik Spoelstra desde el banquillo, han hecho saltar la banca en el TD Garden. Y el octavo del Este roba el factor pista pese a no contar con su estrella ni su base titular en una exhibición histórica desde el triple: 23 aciertos en 41 intentos, récord de la franquicia en playoff. Uno para el que Boston no tuvo respuesta, y tendrá que ir a Miami a ganar.

Salvo Bam Adebayo, que fue el epicentro de los Heat en ambos lados de la pista, todos los jugadores que Spoelstra usó más de seis minutos metieron al menos un triple. Liderados por Tyler Herro y sus seis triples. Fueron 24 puntos y 14 asistencias, su mejor marca de carrera, que llegaron cuando más lo necesitaron en Miami. "Su agresividad, su anotación, su generación, necesitamos todo" decía Spoelstra sobre Herro al acabar el partido. Pero no estuvo solo, sino que fue el equipo entero. Tyler Herro movía los hilos y el equipo respondía: los cinco titulares se fueron a dobles figuras, con Caleb Martin, verdugo el año pasado de los Celtics, metiendo 21 tantos y otros 5 triples. Jovic aportó tres, como Jaime Jaquez Jr o Haywood Highsmith desde el banquillo, y Duncan Robinson dos más. 23 en total, la cuarta cifra más alta de los playoffs en la historia. La medicina de Boston, en Boston.

Porque los Celtics llegaron a los playoffs siendo el mejor ataque de la liga y el tercer equipo que más triples había logrado anotar en una temporada. Por cantidad y porcentaje, Boston ha sido élite toda la temporada y anoche se quedó en 12 metidos y solo 32 intentados. Sexta vez esta temporada que lanzaba menos de 33 triples (4-1 de balance) y decimocuarta que se quedaba por debajo de los 12 anotados (6-7 de balance). Salvo los 33 puntos de Brown y los 28 de Tatum, solo Derrick White aportó con 13. Se juntó una mala noche en el tiro, una exhibición de Miami y que Porzingis decidió tomarse la noche libre cortesía de la defensa de Bam Adebayo. Lo hicieron todo perfecto, y se vuelven a Florida con el 1-1.

Salieron más acertados los Heat de inicio, metiendo ocho triples en el primer cuarto. Solo un arrebato de Jaylen Brown, con 11 puntos en apenas minuto y medio, consiguió que los Celtics llegaran al descanso con ventaja. Eran Brown y Tatum las únicas noticias de Boston, con el resto del equipo desaparecido. Entre los dos se combinaban para 39 de los 61 puntos, con nadie más superando los seis. Y llegó el temido tercer cuarto, ese que usó Miami tantas veces en 2023 para romper un partido, y no fue diferente. Un parcial de 22-9 de salida puso dobles figuras en el marcador entre un equipo y el otro, con los Heat otra vez tirando por encima del 60% desde el triple. De ahí, al final, Boston vivió a remolque y nunca lo pudo bajar de cinco puntos.

Hasta Jimmy Butler, que no jugó, hizo sangre tras la victoria emulando a Jaylen Brown el año pasado. Tras estar 0-3 abajo, el escolta de los Celtics dejó una frase que casi se convierte en profecía: "No nos dejéis ganar uno", antes de poner el 3-3 en la serie. Butler subió a sus redes sociales un montaje con su cara en el cuerpo de Brown, en una nueva página del libro que es esta rivalidad. Y para nada volverá a aparecer esta imagen en redes sociales si los Celtics se llevan la serie, o si Miami gana el siguiente partido. El sábado saldremos de dudas.

Y si los Celtics dejaron a Miami dar la sorpresa, Oklahoma hizo lo opuesto. Sufrieron en el primer partido, con CJ McCollum fallando el triple para darle el triunfo a New Orleans, pero en este segundo dieron una muestra de por qué fueron el #1 del Oeste. Un 35-22 en el primer cuarto sirvió como aviso, y lo remataron en el inicio del último periodo, cuando la diferencia superó los 30 puntos. Con cinco por jugarse, New Orleans tiraba la toalla pensando ya en el tercero, aunque los problemas para los Pelicans venían de tres en tres. Con Chet Holmgren dominando, Jalen Williams dejando claro que sí que será una estrella y Shai Gilgeous-Alexander se consagró en la terna de estrellas de la NBA. De temporada regular, y de las que aparecen también en playoff.

Al final del primer cuarto, Holmgren llevaba 15 puntos sin fallo. Al descanso eran 20 en su segundo partido como profesional en los playoffs y se fue a 26 en apenas 13 tiros de campo, con 7 rebotes y 2 tapones. El mejor volvió a ser Shai y sus 33 puntos, pero todos los titulares aportaron. Jalen Williams, además de encargarse de Brandon Ingram a medias con Lu Dort, metió 21 puntos con 7 asistencias y entre Dort (15) y Giddey aportaron otros 28. Y mientras, en New Orleans, nadie llegó a los 20 tantos: 19 de Jonas Valanciunas y 18 para Ingra, y Heb Jones. Mucho van a tener que cambiar las cosas en New Orleans, con la duda de la salud de Zion Williamson, para imaginar un cambio importante en la serie.