NBA

El último baile de Udonis Haslem, el 'alcalde' de Miami a sueldo por 24 partidos en cuatro años

El pívot de los Heat vivió su último partido de temporada regular tras 20 años con la franquicia. Forjó su leyenda desde el compromiso y el papel en la comunidad.

Haslem, en su último partido con los Heat./REUTERS
Haslem, en su último partido con los Heat. REUTERS
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Udonis Haslem se retirará tras la conclusión de la actual campaña, tras veinte temporadas vistiendo la camiseta de los Miami Heat. Junto a Kobe Bryant y Dirk Nowitzki, es el único jugador que ha enlazado tantas campañas defendiendo a la misma franquicia. Puede resultar paradójico. Mientras el alemán colgó las botas como un referente y aún sumando buenos números y el mítico Kobe se despidió con una actuación antológica ante los Suns, el interior no disputa al menos la mitad de partidos de temporada desde la 2014-15. Entonces, ¿qué es lo que le ha unido durante tanto tiempo con los Heat?

Desde luego, nunca fue su baloncesto. Sin ir más lejos, esta temporada tan solo ha disputado siete de los 82 partidos de temporada regular. Es más, su participación en el duelo final ante Orlando Magic fue más bien simbólica. Aportó 24 puntos. Lejos quedaron esas noches en las que se erigía como un gran jugador de rotación, cercano a las dobles figuras en puntos y rebotes. Pero hay algo más. Udonis Haslem es superviviente de aquel anillo en 2006, con Shaquille O'Neal y Dwyane Wade. También de los de la época de LeBron James. Y a sus 42 años, alejado de las pistas, continuaba renovando una y otra vez su contrato a cambio del mínimo de veterano.

Su rol se basaba en agitar la toalla, como se sentencia en tono jocoso. Pero nadie se atreve a pronunciar esas palabras cuando el nombre de Haslem está sobre la mesa. Él es un mentor que ha acompañado a sus Heat de élite y a sus Heat de abismo. Erik Spoelstra le definió así: "Aporta un enorme liderazgo y mucha estabilidad. Lo hace a todos los niveles, no solo con los jóvenes. Es un mentor incluso con el cuerpo técnico y estoy encantado con él".

Aquellas palabras llegaron en 2020, cuando se oficializó la continuidad de Haslem por 18ª temporada consecutiva. Mucho ha llovido desde entonces, con los Heat con un nuevo gran proyecto liderado por Jimmy Butler, Bam Adebayo y un roster completo. Y ahí sigue el pívot, apodado por los compañeros de Movistar+ como el alcalde de la ciudad.

No es para menos. Nadie conoce la franquicia como él, ha estado presente en todos los anillos y puede presumir, pese a ser deportivamente un jugador residual, de sentarse en la misma mesa que LeBron, Wade o Shaq. Con el paso de los años, ha ido ganándose el respeto de la comunidad, ha pronunciado discursos motivacionales en vestuario y tiempos muertos y siempre ha dado la cara por su franquicia. Un hueco que se ganó trabajando con sangre, tras unos inicios difíciles y una promesa a su padre...

El reto de los veinte años

Udonis Haslem ha vivido diferentes episodios personales a lo largo de su carrera, que han labrado su fortaleza. El último fue el fallecimiento de su padre en 2021, por el que estuvo dos semanas fuera de la dinámica del equipo. Así se lo permitió el equipo, por todo lo que significaba. Y así lo explicó el protagonista: "He pasado por el momento más complicado de mi vida, ha sido el reto más grande. Mi padre es y será siempre mi mejor amigo. Cuando perdí a mi madre hace doce años creía que iba a tenerle para siempre. Va a ser muy duro seguir adelante sin él, pero estoy preparado".

Precisamente esa relación con su padre es la que le ha llevado a continuar una temporada más, con todo lo que eso supone: rutina, entrenamientos, viajes... Pero había una promesa de por medio, algo sagrado: "He decidido continuar adelante con lo que mi padre y yo hemos hablado, voy a terminar lo que he empezado. Voy a jugar 20 años, jugaré. No será lo mismo, no será fácil, pero el objetivo sigue siendo el mismo: ganar el campeonato".

Enfrentando al lado más oscuro del deporte

La característica que más resalta de Udonis Haslem es precisamente ese carácter ganador y de unión que le ha convertido en un hombre clave del vestuario. Siempre mirando por los demás, por el bienestar grupal sobre el juego individual. Un espíritu de resiliencia y superación que empezó a forjar cuando fallecieron su madre y su hermano.

Su hermano, 18 años mayor que él, murió víctima de un cáncer con tan solo 36 años. Gracias a él comenzó a jugar al baloncesto y también en su memoria decidió no bajar los brazos y perseguir su sueño hasta el final. Estudió en la Universidad de Florida, de su Florida natal, y se encontró con un primer desapego.

Haslem no fue escogido en el Draft de 2002, al no ser lo suficientemente alto ni estar en forma para atraer la atención de algunas de las 30 franquicias. Entonces, se marchó a jugar a Francia, donde acusó sus problemas personales y entró en una vorágine de negatividad que le alejaba todavía más de las canchas. Por ejemplo, no le gustaba la comida francesa y solo se alimentaba en el McDonald's.

Corey Crowder, su compañero en Francia, le ayudó a no ceder y a final de temporada le reclutaron los Miami Heat. Haslem fue consciente de sus limitaciones y se volcó en un entrenamiento personal a conciencia que le llevó a perder cerca de 40 kilos en cuestión de meses. Así, pudo participar en el partido de los 'rookies' y, por supuesto, cumplir el sueño de su familia de llegar a la mejor liga de baloncesto del mundo.

El alcalde de la ciudad

Con el paso de los años, Haslem, como capitán e icono de los Miami Heat, invirtió por el bien de su ciudad, con diferentes negocios y con una fundación para ayudar a los jóvenes en riesgo de exclusión social. Incluso tras el asesinato de George Floyd, fue parte activa de las protestas junto al propio alcalde de Miami.

Más allá del jocoso mote, el jugador ha reconocido entre risas que le gustaría optar a la alcaldía. "A estas alturas no creo que vaya a ser juzgado por cuántas pelotas encesto, sino por mi impacto en la comunidad y también en cómo puedo conseguir que mi equipo gane. Y ya puedo asegurar que no lo voy a conseguir metiendo el balón", declaró en su día.

Y así, poco a poco, ha alzado la voz como un deportista cuyo valor va mucho más allá del rendimiento en el campo. Esta temporada solo ha disputado siete partidos; la pasada, 13; en la 2020-21 solo saltó a cancha una vez; cuatro duelos en la 2019-20... Un compendio de datos que no avala una renovación millonaria año a año hasta sus 42 en el carnet de identidad y sus 20 temporadas en defensa de sus Heat. Pero si en el deporte todo se explicara con números no sería deporte, sino estadística. Así fue la carrera de Udonis Haslem, una leyenda en Miami.