Wembanyama, el mayor fenómeno de la NBA en la última década ya se atreve a retar al gran villano de la liga

Victor Wembanyama es el último gran fenómeno de la NBA y sólo hay que echar un vistazo a los datos para darse cuenta de que el 'hype' que existe con el francés es algo real. Apenas dos partidos han bastado para comprobar que el pívot francés de 2,24 de altura y 2,43 de envergadura no es sólo físico y que puede llegar a ser un jugador único, capaz de cambiar el juego por su agilidad y manejo del balón.

Es el nuevo 'unicornio' de la liga y el jugador llamado a ser la imagen de la NBA durante las próximas décadas. Y de momento está cumpliendo con su cometido como muestran las cifras de audiencia de su primer partido. Según ha publicado ESPN el estreno del francés fue seguido por 2,99 millones de espectadores de media, llegando a los cuatro millones en su pico de audiencia.

Una cifra que no se veía en una primera jornada de la NBA en más de una década. Concretamente desde 2012 no había un partido inaugural con esas cifras de audiencia en la cadena estadounidense. Además fue el partido de liga regular más visto de Spurs y Mavericks fuera de los encuentros que se disputan el día de Navidad, la fecha del calendario que marca los partidos más vistos de la temporada en la NBA.

Va otro dato para entender la importancia del fenómeno Wembanyama. Y tiene que ver con el League Pass, el 'abono' para ver todos los partidos de la temporada en la plataforma de la liga estadounidense. Un 'League Pass' que ha aumentado sus ventas en Francia en un 220% gracias a la presencia del pívot galo, que se ha convertido en el mayor reclamo de la NBA esta temporada, por encima de nombres consagrados como LeBron, Curry o Doncic.

Hasta aquí las cifras. Luego están las sensaciones. Esas que el pívot mostró con cuentagotas en su primer partido, pero que ha sacado a relucir al completo ya en su segundo encuentro en la NBA. Wemby firmó 21 puntos, doce rebotes, una asistencias, dos robos y tres tapones para los Spurs en 31 minutos en pista. Pero más allá de los números lo que demostró el pívot es su personalidad, asumiendo el mando de las operaciones en los minutos decisivos del choque.

Los Spurs perdían por dos puntos con 32,1 segundos restantes cuando el estelar de 19 años agarró un rebote defensivo y empató el juego con una bandeja, con 20 segundos restantes en el tiempo reglamentario. Otro tiro del francés puso adelante a los Spurs en el tiempo extra y a eso sumó cuatro rebotes en el tiempo adicional. "Va a ser decisivo y hará todo lo posible para ganar. Pero todos son así", dijo el legendario entrenador de los Spurs Gregg Popovich.

El pívot además dejó entrever que no se va a arrugar ante nada ni ante nadie. Ni siquiera ante Dillon Brooks, el nuevo villano de la NBA. El jugador de los Rockets aseguró en la previa que no le impresionaba Wembanyama, del que sólo dijo que era muy alto. El galo tomó nota y cuando metió el primer triple de la prórroga delante de Brooks no dudó en apuntarle con el dedo para hacerle notar que había anotado en su cara. Una muestra de personalidad de un nuevo fenómeno llamado a reinar en la NBA por mucho tiempo.