La WNBA firma un nuevo acuerdo de televisión por 2.200 millones y once temporadas
Empezará a partir de 2026 y garantiza, como mínimo, 200 millones al año para las próximas 11 temporadas.

La explosión mediática de la WNBA sigue a todo ritmo y la liga ha llegado a un acuerdo por sus derechos de televisión por 2,2 mil millones de dólares y las próximas once temporadas. El acuerdo se ha conseguido en mitad de la negociación de la NBA por su nuevo acuerdo de televisión, y serán las mismas tres empresas, ESPN, NCB y Amazon, las que se quedan con los derechos de la liga femenina. Será un paquete individual, al margen de los derechos de la NBA, pero con la misma duración, 11 temporadas y que promedia unos 200 millones de dólares por año, dejando la puerta abierta a incrementar los ingresos en el mismo periodo. Un contrato que confirma el crecimiento exponencial del deporte y baloncesto femenino en los últimos años y de cara al futuro.
El actual acuerdo, que finalizaba tras la temporada 2025, aportaba únicamente entre 50 y 60 millones de dólares por temporada. Con la nueva firma se garantizan como mínimo 200 millones, con espacio para seguir creciendo. Porque el contrato permite que la WNBA consiga más acuerdos al margen con nuevas cadenas de televisión. La liga, según publica The Athletic, anticipa que venderán otros dos paquetes y espera traer unos $60 millones al año más a las arcas de la WNBA, en lo que sería un contrato récord para el deporte femenino y con muchísima diferencia y que debería reflejarse en los salarios de las jugadoras en los próximos años. En la actualidad, una jugadora WNBA cobra entre 64.000 y 252.000, una cifra que quedará caduca una vez finalice el actual convenio colectivo.
Por comparar con otros deportes, la NWSL, la liga de fútbol femenina de los Estados Unidos, firmó un nuevo acuerdo de televisión este mismo año por 240 millones y cuatro temporadas. Se trata de una cifra que la WNBA podría igualar anualmente una vez consigan vender todos sus derechos. Supera, y por mucho, las expectativas de la comisionada de la WNBA, Cathy Engelbert, que esperaba duplicar el paquete actual y se asegura, como mínimo, traer cuatro veces más el valor en la próxima década. Con una cláusula que asegura que a los tres años de que empiece el acuerdo, cadenas y WNBA se sentarán a revisar el contrato para redefinir el precio de los derechos, evitando el riesgo de quedar por debajo del mercado.
Y no se puede negar el impacto de Caitlin Clark en este acuerdo. Seis cadenas de televisión han conseguido este año su partido WNBA más visto en su historia (CBS, ESPN, ESPN2, ABC, NBA TV y Ion) y en todos ellos estaba Clark y las Indiana Fever. La franquicia de Indianápolis tiene los diez partidos más vistos de la temporada y 13 de los 15 encuentros que superan el millón de espectadores, cifra a la que no se llegaba desde 2008. Los dos partidos ante las Chicago Sky de Angel Reese en el mes de junio superaron los 2.25 millones en promedio. Han batido el récord de asistencia en pabellones, venta de productos de merchandising y entradas más caras para un partido y solo es el principio. Y el valor de las franquicias ha crecido con ellas.
Las Vegas Aces fueron valoradas en 140 millones en el mes de junio por Sportico tras ser compradas en 2021 por solo 2 millones. Cuatro franquicias superan los cien millones y todas sobrepasan los 55 millones, a la espera de incrementar esos números con el nuevo acuerdo de televisión. Y en el futuro llegarán Paige Bueckers, Flau'jare Johnson, JuJu Watkins y otras estrellas del baloncesto universitario que arrastran millones de seguidores. El baloncesto femenino, como el deporte femenino, ha llegado para quedarse. Y el crecimiento de la WNBA es solo el primer paso.