La palabra de capitán de Xavi Rabaseda es la primera canasta del día más importante de Bilbao Basket: "Llegados a este punto, ya hay que ganarla"
El alero repasa en Relevo cómo llega el equipo a la final de la FIBA Europe Cup (20:00 horas) y su trayectoria.

Han pasado casi seis años de aquella mítica foto de China 2019. Esa en la que ese roster de la Selección española celebraba algo casi impensable: el oro mundial. En esa imagen, en la que Rudy Fernández como capitán levantaba el trofeo, a la derecha, aparecía celebrando Xavi Rabaseda (Ripoll, 1989). Ese alero rey de los intangibles cuyo trabajo le hizo estar en aquel mítico torneo. Por eso, ahora no hay nadie mejor que él para guiar con su experiencia, sea sobre el parqué,!desde el banquillo o desde la distancia (porque el alero ha sufrido una meningitis vírica en las últimas horas que le han obligado a ingresar en el hospital), al Surne Bilbao Basket en el que ya es el partido más importante para su historia. Ese primer duelo de la final de la FIBA Europe Cup ante el PAOK (20:00 horas) que se celebra en Miribilla y que se antoja clave para que los de Jaume Ponsarnau logren el que sería el primer título de su historia.
Y es que no sería descabellado, visto lo visto, que el conjunto bilbaíno lograse el hito (más si cabe para dedicárselo, dadas las circunstancias, a su capitán). Porque ya en las semifinales lo hicieron. "Llegados a este punto, ya hay que ganarla", admitía con una media sonrisa Rabaseda en una videollamada con Relevo en la que el capitán del Surne Bilbao Basket analizó la eliminatoria, el equipo y, cómo no, su trayectoria.
¿Cuánto os ha costado asimilar lo que lograsteis en Miribilla ante el Dijon?
La verdad es que sí, salió un partido redondo, sabíamos que lo teníamos muy difícil después del primer partido de semifinales, llegábamos con una desventaja de 19 puntos, pero también al mismo tiempo sabíamos que éramos capaces y que era posible, entonces creo que el creer en eso nos facilitó mucho el trabajo, ya que a falta de 5 minutos todavía no habíamos hecho nada y lo teníamos igual de difícil que al inicio del partido casi, así que, bueno, una locura de 5 minutos donde en nuestro deporte estas cosas pueden pasar, pero muy contentos, la verdad.
¿Qué se te pasó por la cabeza en el momento en el que ves que faltan 5 minutos, vais 3 arriba y la maquinaria empieza a funcionar como lo hizo?
En ese momento yo creo que nos quedaba una bala, era la última oportunidad de intentar arrancar la diferencia, de abrir distancia en el marcador e intentarlo, porque no había sido posible durante todo el partido. Nos habíamos ido un par de veces hasta los 10 puntos, pero no habíamos sido capaces de ir a más y es cierto que durante el partido habíamos estado un poco desacertados y en ese momento lo estuvimos muchísimo más y eso facilita todas las cosas.
¿Tú, como capitán, le dijiste algo a tus compañeros antes de ese partido y sabiendo que ibais con bajas?
Bueno, sí me acuerdo que después del partido en Francia les dije que esto ya lo habíamos hecho antes, el año pasado, justamente en esta competición, en los cuartos de final, ya perdimos por 19 puntos el partido de ida en Polonia y en Miribilla también ganamos, no sé si de 31 o así. Entonces les dije que eso ya lo habíamos hecho antes y que era posible y que teníamos que confiar en que lo queríamos hacer, pero simplemente eso y… tampoco es magia.
Y ahora, de cara a esta final, ¿con qué mentalidad va el equipo?
Ya llegado a este punto, ahora hay que ganarla, después de la proeza de las semifinales, pues tenemos claro que tenemos un partido muy complicado aquí en casa, donde pasan muchas de nuestras opciones. Sabemos que su pista va a ser muy complicada, con un ambiente brutal para jugar este tipo de partidos y esperamos un Miribilla lleno, que nos lleve en volandas a obtener ese buen resultado en el primer partido de la final.
A título personal, es verdad que está siendo una temporada algo más complicada para ti, tuviste también la lesión… ¿cómo estás llevando tú el rol que te está tocando desempeñar?
Pues no es fácil, voy a ser sincero, no es fácil porque me veo para poder ayudar más al equipo, pero es cierto que Jaume (Ponsarnau) ha tomado la decisión de dejarme un poco fuera de esta rotación y tengo que intentar adaptarme lo mejor posible a ella. Entrenar duro, buscar mi oportunidad y aprovecharla cuando la tenga, no hay otro camino para superar estos momentos, pero bueno, a la vez intentando ayudar a mis compañeros que son los que estarán en pista para que juntos podamos tener un buen resultado.
Cornellá, Barça, Fuenlabrada, vuelta al Barça, Estudiantes, Gran Canaria, San Pablo Burgos y ahora Bilbao… Si echas la vista atrás, ¿qué ves? ¿Qué ha cambiado de ese Xavi que empezó al de ahora?
Veo que ha pasado muy rápido y que queda mucho menos recorrido del que he hecho, pero bueno, no quiero ser muy consciente de eso porque creo que estoy bien para jugar, me veo bien físicamente, quitando lo que tú has dicho, la lesión de este año de la mano, he estado bien físicamente e intentar seguir por algunos añitos más. Y han cambiado muchísimas cosas. Antes era yo solo como jugador cuando empecé y ahora tengo una familia, tengo a mi mujer, tengo a mis hijos, veo las cosas de otra manera y también me planteo lo que es el baloncesto de otra manera.
¿Y cómo te lo planteas?
Bueno, como has dicho antes, ahora no estoy disfrutando de muchos minutos. En otro momento me lo hubiera tomado peor y aunque no es una situación fácil, que no gusta a nadie, intento ser un profesional, ir a entrenar todos los días con la mejor actitud posible, intentando ganarme mis minutos, mi sitio y dando ejemplo a todos los compañeros que tengo de cómo hay que hacerlo. En otro momento seguramente me hubiese enfadado, hubiese pedido explicaciones, dependiendo del equipo donde hubiese estado hubiese pedido a lo mejor salir, una salida, buscar otras opciones y eso es simplemente la experiencia y la forma de ver las cosas lo que te permite ser más profesional o llevarlo de la mejor manera posible.
Esa trayectoria además te hizo que en 2019 contase contigo Sergio Scariolo y te proclamases campeón del Mundo…
Creo que eso fue un regalo a toda esta constancia de estos años de trabajo. Seguramente dejar aparcado a un lado "el más yo", el ser más egoísta, el mirar más por mí mismo y el ser un jugador de equipo, de trabajo sucio, de hacer las cosas que a lo mejor no salen las estadísticas y eso es lo que me dio la oportunidad de estar en ese equipo e ir a China y conseguir la medalla de oro.
¿Qué meta baloncestísticamente hablando te queda por cumplir?
En ese aspecto yo creo que me faltan muchas cosas, pero si ahora tuviese que pedir uno o pedir una cosa sería el de ganar el primer título europeo con Bilbao Basketball. Llevo aquí tres años, estoy súper bien, me encuentro muy bien en la ciudad, en el club y sé que es algo que falta, que no se ha conseguido nunca y estamos a solo dos partidos. Así que ahora mismo el reto más grande que tengo es el intentar conseguir este título.
Ahora que, en tu equipo mismo con Rubén Domínguez, por ejemplo, compruebas cómo los jóvenes nacionales están empezando a vivir aunque con quizá cierta dificultad por el tema de las oportunidades, eso que tú en su día viviste en Fuenlabrada o Barça, esa primera experiencia como profesional, ¿qué ves por ejemplo que ha cambiado desde entonces?
Yo creo que el salto sigue siendo difícil, lo era antes y lo sigue siendo ahora. En mi caso, estuve tres años en las competiciones FEB, estuve dos años en LEB Plata y una en LEB Oro y luego mi primera temporada en ACB fue cedido por el Barça a Fuenlabrada. Entonces, yo creo que el salto sigue siendo complicado y seguramente sí, es un problema de las oportunidades, pero también de la ambición que muestra cada uno o de la actitud que muestra cada uno sobre la adversidad y cómo la afronta. Teníamos talento en categorías júniors, Sub-20, con la selección y lo seguimos teniendo. Así que, bueno, es cuestión de dar con la tecla y con el jugador adecuado que quiere llegar y quiere demostrar que se puede hacer un sitio en la liga.