El Barça no puede con su bestia negra: el Magdeburgo gana la Super Globe
El cuadro azulgrana cae en la prórroga tras haber remontado una renta de seis goles durante la segunda parte (39-41).

La finalísima del Mundial de Clubes de balonmano era un déjà vu de lo que se vivió hace un año. El desenlace final en el Dammam Sports Hall de Arabia Saudí, acabó siéndolo también. El SC Magdeburgo ha revalidado el título de campeón de la Super Globe. Y lo hizo ante un Barça que, pese a la derrota, ha demostrado de lo que es capaz. ¿O a caso forzar una prórroga cuando se iba perdiendo de seis al descanso no es para destacar? Sin embargo, en este tipo de partidos el resultado suele ser a cara o cruz. Y esta vez salió lo segundo (39-41). El Magdeburgo se convierte en la bestia negra de un FC Barcelona que, aún así, mantiene una gran trayectoria internacional.
Sí, la primera parte de la final ha sido para olvidar. Encajar 21 goles en solo 30 minutos habla por sí solo. Aunque lo cierto es que la realidad es que fue una media hora con mucho ritmo en el que se unieron varias cuestiones. Primero, la falta de acierto del Barça. Después, la grana actuación de Portner bajo palos (finalizó el partido con 15 paradas). Y luego, el gran juego en transición y al contraataque de un Magdeburgo que sí que estuvo fino de cara a una puerta defendida por un superado Gonzalo Pérez de Vargas. ¿Resultado? 17-21 al descanso y sensación de cierto desorden en las filas azulgrana. Pero el parón fue la mejor medicina.
Tras el descanso, ese Barça caótico se quedó en vestuarios y saltó a pista el Barça de la épica. El Barça al que estamos acostumbrados. Y lo personificó Aleix Gómez. Vaya minutos del extremo derecho blaugrana con cuatro goles casi consecutivos -terminó el partido con diez- que pusieron el empate a 28 en el marcador. A partir de ahí, el partido empezó de nuevo. Y Emil Nielsen se puso la capa de superhéroe bajo palos para los catalanes. La pizarra de Carlos Ortega hizo de las suyas y todo salió a pedir de boca. Tanto, que incluso se llegó a poner por delante ante un conjunto alemán que no bajó la intensidad. Minutos finales de locura. Wanne a los siete metros... Y gol a favor del Barça para forzar la prórroga.
Sin embargo, este tipo de partidos a veces salen bien -como en la Champions- y otras no. Y ahí, ni Emil Nielsen, ni nadie pudo evitar el que ha sido el desenlace final: 39-41. Y, por cierto, otra vez con Magnusson haciendo de las suyas (12 goles para su casillero particular que sumó en la final, frente a los siete que anotó el año pasado). El Barça se queda sin la que iba a ser su sexta Super Globe... Por segundo año consecutivo.
Eso sí, no hay que perder de vista el gran trabajo realizado durante todo el Mundial de Clubes. O si no, basta con ver cómo arrolló al Kielce en el partido de semifinal (39-28). Por cierto, este rival, al que ya se midió en fase de grupos, además, fue su contrincante en la final de la Champions de la pasada temporada y el partido acabó decidiéndose en los penaltis. Casi nada.

Un palmarés envidiable
Aunque el segundo título de la temporada tendrá que esperar, el inicio de temporada del conjunto entrenado por Carlos Ortega es francamente bueno. Campeón de la Supercopa Catalana y finalista en el Mundial de Clubes, como antesala a lo que puede venir a lo largo de la temporada. Y no es para menos. Por algo es un equipo de leyenda y así lo demuestran sus títulos.
Capeón de la Liga Asobal en 29 ocasiones. Once Copas de Europa. Cinco Mundiales de Clubes. 26 Copas del Rey. 17 Copas Asobal. 24 Supercopas de España. Y 22 Supercopas Catalanas. Ahora, toca de nuevo volver al trabajo para luchar por aumentar este palmarés.