En busca de la sonrisa olímpica de Paula Arcos: "Hablar de fracaso desde el sofá es muy fácil"
La alicantina lidera a las Guerreras en la última oportunidad para conseguir el sueño olímpico de París 2024.
Torrevieja-. Se encienden las luces del pabellón mientras dos operarios rematan las últimas fijaciones de la red del fondo sur del Palacio de Deportes de Torrevieja, un limpiador deja impoluto el parqué y un técnico tiñe de verde todas las vallas lumínicas de la pista con el patrocinio de Iberdrola. La tensión de una gran cita, a solo unas horas vista, se percibe con el innumerable número de trabajadores de un lado a otro para que todo quede perfecto.
De repente, por detrás de la grada de una de las porterías se escuchan sonrisas, se acerca un hilo de música comercial proviniente de un pequeño altavoz... y aparecen las Guerreras. Abriendo el grupo quien, pese a su juventud, ya se ha convertido en líder, imagen y seña de uno de los grandes combinados españoles. Es Paula Arcos (Petrer, Alicante, 2001), la niña que debutó en una gran cita en todo unos Juegos Olímpicos de Tokio y que ahora ya tiene el peso de liderar la posibilidad de volver a vivir el sueño de nuevo en la última oportunidad del camino. "No podemos obsesionarnos con el partido, también tenemos que disfrutar de ser un equipo", comenta al preguntarle por la aparente tranquilidad con la que llegan a pesar del nerviosismo en el ambiente.
Otra cosa bien distinta es cuando pulsa el modo 'competición'. La jugadora del Vipers Kristiansand noruego ha preparado esta cita a conciencia porque, como ella misma reconoce, son los partidos más importantes del año para todas las integrantes de la selección. "Estamos muy centradas, incluso analizando y viendo vídeos por nuestra cuenta", cuenta al encontrarse con Relevo, al mismo tiempo que desvela su vía de escape en este tipo de momentos en el alambre: "Intento hablar con mi psicólogo para contarle cómo me siento, porque necesito contárselo a alguien para encontrar soluciones. Yo, cuando expreso en voz alta cómo me siento, yo misma me doy mis soluciones".
"El Mundial fue un golpe bastante duro. Tenemos un sentimiento de revancha"
En el Preolímpico de la Ciudad de la Sal se ponen en juego los dos últimos billetes con destino a París el próximo verano y en frente, estarán las dos rivales que se convirtieron en los fantasmas de la pesadilla en la que se convirtió el pasado Mundial disputado en noviembre. Dos derrotas ante las checas y neerlandesas provocaron la eliminación española sin poder llegar a los cruces. "Fue un golpe bastante duro pero, por suerte o por desgracia, nos han tocado las mismas rivales y todas lo tenemos muy reciente. Tenemos esa sangre que nos corre por dentro con un sentimiento de revancha. A parte de un ticket a París, también nos da la oportunidad de demostrar que podemos hacer las cosas mejor y poner nuestro valor de decir 'estamos aquí".
Tras la victoria ante la República Checa en la 1ª jornada del torneo, Argentina, aunque hipermotivada pero inferior en cuanto a calidad, será el último escollo en el camino hacia París 2024.
"Los Juegos son un ambiente totalmente distinto... te encuentras con gente que ves por la tele"
Con el paso de la charla, llama la atención como cada vez que en la conversación sale la palabra "Juegos" o la clasificación olímpica provoca que la sonrisa se ilumine en la cara de Arcos, que tuvo su primera gran aventura internacional en Tokio. "Es un ambiente totalmente distinto con gente a la que nunca creías que iba a pasar por tu lado y le ibas a desear suerte. Me sorprendió ver a Pau Gasol en la Villa, ir al gimnasio y encontrarme a Novak Djokovic... son gente que ves en la tele y estaban en el mismo sitio que yo, jugándonos lo mismo". El objetivo está claro: volver a estar una cita olímpica y volver a sentirse con — y entre — los mejores.
También existiría la posibilidad de que este fin de semana las cosas no terminen bien, las sonrisas se troquen en lágrimas y las críticas arrecien contra una selección que malacostumbró a la afición española. La alicantina, con tres años en los focos mediáticos, ya ha pasado por ello y reivindica el respeto al deportista de élite: "Es muy duro cuando escuchas de alguien la palabra 'Fracaso', porque no sabe el trabajo, la preparación psicológica, los partidos y la carga física, la ilusión, las horas que le echamos, que vivimos lejos de nuestra familia, en países que no serían los mejores para nosotros... Hablar de fracaso desde el sofá de tu casa es muy fácil. Cuando un deportista se ha dejado la vida en la pista no puede sentir fracaso, solo nos sentimos fracasados cuando no damos el 100% o hemos hecho algo mal. Si aquí nos dejamos la vida y no lo podemos conseguir, estaremos orgullosas".
Por todo ello, la petrelense que será un comodín más que seguro en la táctica del seleccionador Ambros Martín, que la utilizará de lateral, de central y en la parcela defensiva, prefiere crear una burbuja en torno a un vestuario en el que destaca el 'feeling' entre todas las jugadoras. "No nos tiene que importar lo que digan desde fuera o que la gente afirma 'las Guerreras tienen que estar en los Juegos; tenemos que centrarnos en la presión que nos metemos nosotras mismas, porque sabemos la importancia de unos Juegos y lo duro del trabajo que hay detrás de estos cuatro años. Aquí las únicas que nos importamos somos nosotras mismas".