BALONMANO PLAYA

Asun Batista, la MVP que trabaja en un chiringuito para pagarse sus viajes con la Selección

Nadie ha trascendido más que ella en el balonmano playa nacional.

Asun Batista celebra un tanto en el Campeonato de Europa. /RFEBM
Asun Batista celebra un tanto en el Campeonato de Europa. RFEBM
Álvaro Valdemoro García

Álvaro Valdemoro García

Para los amantes de este deporte no necesita presentación esta jugadora. Empezó a dar sus primeros pasos en el balonmano a una edad tardía comparada con sus amigas. Se llama Asunción y se apellida Batista Portero. Su palmarés año tras año aumenta como la lava de un volcán cuando está en erupción. Nadie ha trascendido más que ella en el balonmano playa nacional. El último éxito lo logró en el último Campeonato de Europa de balonmano playa de 2023 disputado en Nazaré (Portugal) tras alzarse con la medalla de bronce tras ganar a Portugal en el partido por el tercer y cuarto puesto.

La española ha ganado casi todo a nivel individual y colectivo con la Selección española. Pero como persona ganadora tiene más hambre de títulos. Se quedó a las puertas de conseguir el oro con las 'guerreras de la arena' en último evento, por eso no se fue del todo contenta: "El sabor de boca de que podríamos haber dado más porque se nos escapó por detalles". En semifinales, como ya ocurrió el año pasado, se volvieron a cruzar con Alemania y el destino, otra vez, quiso que la victoria cayera para las germanas en los 'shoot out'.

Las de Juan Pablo Morillo se quedaron a un peldaño de tocar la cima. Cierta parte de culpa la tiene Asunción, a la que galardonaron como la mejor jugadora del europeo además de acabar como la máxima anotadora con un registro de 136 puntos. Dicha distinción también la recibió la deportista en el pasado Campeonato del Mundo en Grecia. "Parece fácil pero no lo es, la verdad. Cada año para mí se me hace más difícil porque por tema de trabajo no puedo prepararme como me gustaría. Y ya sufro mucho físicamente. El cuerpo ya no es el mismo que hace diez años".

Pese a tener 29 años y de seguir jugando a un gran nivel, la andaluza confiesa a Relevo que está barajando la posibilidad de retirarse, pero su amor hacia el balonmano playa le puede: "Quiero seguir intentándolo porque este deporte me ha dado muchísimas cosas increíbles que me costará la vida dejar el día de mañana. Pero nos vamos haciendo mayores. Voy a seguir hasta que el cuerpo aguante".

Se cumple una década desde que la jugadora debutó defendiendo los colores del combinado español. Diez años de aprendizaje para lo bueno y para lo malo. Pero, sin duda, el momento más feliz para ella fue cuando consiguieron el oro en el Campeonato del Mundo en Hungría tras imponerse a Brasil en la tanda de penaltis: "Se te pasan muchas cosas por la cabeza. Siempre me quedo con la sensación de cuando quedamos campeonas del mundo escuchamos nuestro primer himno en una final".

La dura realidad

El balonmano playa, como muchas otras disciplinas, no están catalogadas como un deporte profesional y para sobrevivir tienen que dedicarse a otra cosa. Además de darlo todo bajo la arena, Asun se dedica al mundo de la hostelería en un chiringuito para poder pagar todos los viajes con la Selección: "Me encanta porque yo en este sector siempre he trabajado. Todo lo que sea trabajar de cara al público me gusta bastante. Es un sitio con un ambiente muy chulo, un ambiente de trabajo súper chulo. El sitio es precioso, enfrente de la playa. Tiene unas vistas súper bonitas y la verdad es que estoy encantada".

El problema es que apenas tiene tiempo para poder entrenar, ni prepararse bien para las próximas competiciones. Se levanta pronto para hacer un poco de gimnasio por la mañana. No mucho tiempo, solo una hora. Luego se tiene que preparar para ir al trabajo diez horas. Así es el día a día de la deportista. Una rutina poco común para los deportistas de élite.

El juego 'Veo veo'

La figura del capitán es fundamental en un deporte de equipo. Implica liderazgo, motivación, ensalzar al conjunto por encima de él mismo y, por encima, de todo dar buen ejemplo tanto dentro como fuera del terreno de juego. Todas estas características las reúne Asun Batista, o como la apodan la 'Emperatriz de la Arena': "Las pocas veteranas que somos intentamos que las jóvenes vivan y aprendan esto como realmente se merece. Y les decimos que lo vivan como si fuese el último. Porque a pesar de que son jóvenes y pueden tener mucho tiempo por delante, este deporte necesita vivirse así. Y es muy bonito ver cómo las nuevas vienen con tanta ilusión, con tantas ganas".

También destaca que siempre ha sido muy fácil gestionar el vestuario. Porque sus compañeras ponen todo de su parte para que todo vaya a mejor. Para la española es fundamental tener al grupo siempre unido. Además, valora que todo tiene que fluir tanto dentro de la pista como fuera.

De hecho, Asun confiesa que para desconectar en el último Europeo y dejar a un lado los móviles decidieron jugar al veo veo: "Tenía que hacer algo aunque sea estúpido para que todo el mundo guardase el móvil y empezaba a decir veo veo y automáticamente lo guardaban. La intención era que todas participemos y echarnos unas risas".

Un sueño por cumplir

La jugadora empezó a jugar al balonmano playa con trece años. Comenzó con el fútbol, pero sus amigas la animaron a cambiarse de disciplina. Empezó en el Colegio Maravillas, cuna de grandes promesas, y pasó por varios equipos, incluso se fue a jugar a Islandia. Por temas de horario y de disponibilidad, pasó a jugar a la sección de playa. De hecho, reconoce no tenía ni idea de que la Selección jugaba ahí, pero desde el primer día se enamoró.

El siguiente paso es que se convierta en un deporte olímpico. De hecho, la Federación Internacional confirmó que el balonmano playa se presentará en los próximos Juegos Olímpicos, con el objetivo de ingresar al programa oficial en la edición de Los Ángeles 2028.

"Siempre ha habido un muy buen rollo, siempre ha habido un muy buen ambiente. Creo que la gente que se mueve en la playa es diferente. A mí me gusta mucho. No es lo mismo porque ya es un deporte que se ha profesionalizado un montón y queremos llevarlo a las olimpiadas. Entre todos luchamos mucho por darle la visibilidad e intentamos moverlo de la mejor manera posible", comenta la andaluza que siempre ha soñado con jugar unos JJOO.