El trabajo en secreto de las Guerreras durante 125 días para estar en los Juegos de París: "Estaban obsesionadas"

"Este es el resultado de preparar un partido durante muchísimo tiempo", desvela Marta López a Relevo nada más salir de la pista del Palacio de los Deportes de Torrevieja tras vencer a República Checa y dar el primer paso hacia el billete olímpico a París 2024. "Es un trabajo que se lleva haciendo desde los últimos meses", amplía la capitana Lara González, que apostilla que el resultado "no ha sido fruto de un día, sino de todo lo que se ha hecho antes". Pueden ser frases típicas y un tópico más de una zona mixta, pero en las palabras de la malagueña y la alicantina se asoman semanas de trabajo en la sombra y en diferentes puntos del continente para superar a una rival que les venció y avasalló hace 125 días en el Mundial y colocarse en una situación donde una victoria ante una mucho más asequible Argentina les monte en el avión a los Juegos.

¿Dónde ha estado el secreto del cambio? En los últimos meses — por no decir desde que pisaron España a la vuelta de la cita mundialista y cariacontecidas aún por la eliminación —, los chats de Whatsapp y los correos electrónicos de los analistas del seleccionador Ambros Martín han echado humo. "Las jugadoras pedían vídeos, cortes de jugadas... estaban como obsesionadas y con muchas ganas de saber", confiesa el canario a pregunta de Relevo, una 'obsesión' que confirma la capitana Lara González: "El Mundial nos dejó tocadas porque sabíamos que no habíamos demostrado nuestra mejor cara. Y desde ahí, se ha estado haciendo un trabajo muy bueno estudiando al rival cada una desde su club". Una situación inédita que nos descubría también Paula Arcos a su llegada al último entrenamiento previo: "Estamos muy centradas, incluso analizando y viendo vídeos por nuestra cuenta".

Las peticiones llegaban de manera individual, por motu proprio de cada jugadora aunque estuviera en Elche, Alemania o la fría Noruega. Porque lo más curioso del asunto es que la necesidad de ver aquel partido, visualizar los errores y encontrar cómo solucionarlos no fue una cuestión ordenada por Ambros y su gente. "Ha sido un trabajo totalmente individual de cada jugadora, estábamos muy concienciadas de que teníamos que venir al Preolímpico muy preparadas", cuenta Marta López.

Es más, la jugadora del Rapid de Bucarest — que nos confiesa que no es 'súper fan' de verse en los vídeos, pero que esta ocasión era especial — señala que el seleccionador buscaba más bien lo contrario, como él mismo confesaba en la entrevista con Relevo el miércoles. "Ambros nos decía: 'no os agobieis, que no haya sobreinformación que las cosas van a salir bien, que lo estamos preparando bien... pero, aún así, decidimos traer mucho trabajo de casa y eso demuestra que el equipo estaba muy metido".

Aunque las sesiones de vídeo sean habituales en las previas de los partidos y bajo las directrices de los técnicos, esta entrega durante semanas de unas jugadoras que se encontraban inmersas en las competiciones domésticas y bajo la disciplina de sus equipos en lo ancho y largo de Europa es algo sin precedentes. "Con tanta antelación, nunca", confiesa Lara González. "Pero si queríamos estar en París teníamos que dar el máximo".

La dedicación a los vídeos en casa y en sus horas libres tenía un objetivo claro, que no era otro que llegar a la concentración de los últimos 15 días con la lección aprendida, como afirma la capitana: "Hemos querido adelantar el trabajo para mejorar cada una lo que podíamos". Delante, las Guerreras se iban a encontrar a la República Checa, una selección que las sorprendió y apabulló el pasado 8 de diciembre, en un día en el que a las centroeuropeas les salió todo y eso las ha podido condenar en Torrevieja. "Al tener ese encuentro en el que todo les salió tan bien, entendíamos que iban a intentar buscar los mismos puntos fuertes que tuvieron aquel día. Nuestro trabajo ha estado en intentar quitarles esos puntos que nos hicieron tanto daño en diciembre", cuenta la MVP del partido de este jueves Mireya González que nos confiesa que ella ha visto "muchísimos, muchísimos vídeos para ver qué pasó aquel día".

Mientras que Marta, la propia Mireya y Lara en Rumanía o Paula en la ciudad noruega de Kristiansand veían una y otra vez cada uno de sus errores de hace cuatro meses, el seleccionador afirma que lo vio "muchas veces, pero no quería martirizarme mucho". La cosa cambió y mucho con la cuenta atrás de la gran cita en el calendario y el inicio de la concentración: "Te juro que desde que hemos llegado aquí no he tenido tiempo ni para afeitarme, lo he hecho hoy antes de venir al pabellón. El cuerpo técnico y el equipo de analistas ha hecho un trabajo sobre la República Checa increíble", responde Ambros al que, en su recortada barba, es difícil no encontrarle una sonrisa desde el bocinazo del final del encuentro.

Tras el primer paso, queda el definitivo ante Argentina este viernes y por cuestiones obvias la preparación tendrá que ser mucho más exprés. "Esta noche, a dormir y descansar... pero mañana pronto nos pondremos con los vídeos, a preparar esta vez con menos tiempo, aunque con la misma intensidad", confesaba Mireya González a Relevo camino del autobús. Muchos las daban por muertas, incluso en el seno de la selección se llegó a pensar después de aquella eliminación, pero el esfuerzo y el sentimiendo de no darse por vencidas durante los últimos 125 días tiene toda la pinta que les llevará al premio gordo.