Islas Feroe: 50.000 habitantes, 80.000 ovejas y una nueva potencia en el balonmano

Las Islas Feroe son un pequeño archipiélago que pertenece oficialmente a Dinamarca, pero que está situado entre Escocia e Islandia. Está formado por 18 pequeñas islas de las que 17 están habitadas por algo más de 50.000 personas. O lo que es lo mismo, la misma población que tienen ciudades como Tres Cantos, Segovia, Elda o Pinto. Lo que sí tiene son ovejas, muchas. Más de 80.000 ejemplares ovinos habitan en los diferentes rincones de las Feroe. También existe una gran pasión por los deportes, siendo el fútbol el más popular entre los habitantes. Sin embargo, es en el balonmano donde están haciendo historia.

Su último año es espectacular. La selección absoluta disputará el próximo mes de enero el Europeo por primera vez en su historia. Se medirá a Noruega, Eslovenia y Polonia en la primera fase y no parece probable que pasen de ahí, pero el éxito está en disputar esos encuentros. Muchos aficionados se llevaron las manos a la cabeza cuando vieron su nombre en el sorteo del torneo, pero no para todo el mundo fue una sorpresa mayúscula.

"Para la gente sí que puede ser una gran sorpresa, pero para mí, que estuve allí hace seis años, es relativa. El país viene haciendo las cosas muy bien y ha invertido bastante en técnicos, cursos, seminarios... siempre bajo la perspectiva escandinava. Y la realidad es que ahora están recogiendo los frutos", asegura Daniel Gordo, técnico del Ademar que en 2016 dirigió al Kyndil feroés.

Y es que la influencia danesa es trascendental en el pequeño país. El balonmano es el deporte de referencia en Dinamarca y son muchos los técnicos y jugadores que han aportado su granito de arena al crecimiento de este deporte en las islas. Pero también las administraciones han apostado de manera decidida.

"Casi todos los niños practican multideporte en Islas Feroe, no solo fútbol. Es una forma de ocupar el tiempo porque en invierno no hay mucho que hacer por falta de luz y por la climatología. Además, el gobierno ha hecho una inversión muy fuerte en pabellones, sobre todo en la capital. Cuando yo estaba había tres pabellones y ahora los han duplicado y son instalaciones de mucho nivel", explica Gordo.

Y esta apuesta por inculcar el balonmano entre los más pequeños ha dado sus frutos en las selecciones júnior y juvenil. Ambas han firmado un verano escandaloso alcanzando los cuartos de final del Mundial de su categoría, rozando en ambos casos las semifinales. Especialmente dolorosa fue la derrota este jueves de los juveniles ante Egipto, cuando dejaron escapar tres goles de ventaja en apenas minuto y medio.

Y es que los mayores talentos del combinado isleño son todavía muy jóvenes. El central Elias Ellefsen á Skipagotu, de 21 años, acaba de fichar por el Kiel alemán, Hákun West Av Teigum, de la misma edad, jugará desde este verano en el Füchse Berlin teutón, y por debajo aparece Oli Mittun, primo de Elias y que en el reciente Mundial juvenil ha promediado más de diez goles y ocho asistencias por partido. Y la buena noticia para Islas Feroe es el que el recorrido no tiene fin.

"Es un proyecto a medio y largo plazo. Ahora están recogiendo frutos que no les tocaban. Yo voy allí casi todos los años, la última en el campus de Jóhan Hansen (jugador de balonmano danés-feroés que juega de extremo derecho en el SG Flensburg-Handewitt) y no te puedes imaginar a la cantidad de niños que quieren aprender y formarse como jugadores. Eso es por la importancia que tienen para ellos", apunta el técnico del Ademar.

Todo esto en un deporte por el que muchos no pueden vivir en Islas Feroe. "El más seguido es el fútbol y el balonmano no deja de ser amateur. Aunque hay algún jugador profesional, casi todos compatibilizan su responsabilidad profesional con el balonmano", cuenta Gordo, que pone en valor que muchos de los internacionales absolutos juega en ligas nórdicas de primer rango. "No me imaginaba este nivel global a estas alturas, pero sí se veía que venían unas generaciones con muchísimo potencial" añade.

Por ahora, en el país disfrutan del mejor momento de su historia pero tienen los pies en el suelo. Ya han completado su primer objetivo, que es disputar un Campeonato de Europa absoluto. En el horizonte, una posible participación en el Mundial de 2025 y antes, el sueño de alcanzar los JJOO, un imposible que cada vez lo es menos para la pequeña isla en la que hay más ovejas que personas.