BALONMANO

Dika Mem, un referente en la lucha contra el racismo que opta a ser el mejor lateral del mundo

El francés se ha convertido en el líder de un Barça que pese a los recortes sigue engordando sus vitrinas.

Dika Mem en un partido del Barça. /Efe
Dika Mem en un partido del Barça. Efe
Guillermo García

Guillermo García

Dika Mem llegó al Barcelona con apenas 19 años. No necesitó más dígitos en su documento de identidad para convencer al Barça de su fichaje por el conjunto azulgrana. Le bastó una actuación notable en el Mundial junior. Hoy, aquel lateral de talento y personalidad se ha convertido en el líder de un Barça que pese a los recortes sigue dominando el balonmano nacional con mano de hierro.

Mem ha dejado atrás una fulgurante carrera como juvenil para convertirse en una de las realidades más sólidas del balonmano mundial. Hasta el punto de discutir el trono de mejor lateral del mundo al mismísimo Alex Dujshebaev. Su ascenso ha sido meteórico y pese a empezar tarde en el mundo del balonmano, no tardó en tirar la puerta abajo.

'Dikson', como se le conoce en el mundo del balonmano, hace gala de un brazo izquierdo que es un cañón, lo que le convierte en una pieza fundamental en el ataque del Barça y de la selección francesa a la que llegó en sustitución de todo un mito como Nikola Karabatic, que no pudo jugar la cita mundialista. Y no le fue mal. Un bronce en el Mundial 2019, otro en el Europeo 2018 y un oro en los Juegos de Tokio dan lustre a un palmarés al que todavía le quedan muchos triunfos.

Gran aficionado a los videojuegos Mem quiere seguir su carrera en el Barça para poder seguir ganando títulos como el que levantó el pasado fin de semana. Sin embargo, no pone fecha de caducidad a su etapa azulgrana. Y tampoco de continuidad. Termina contrato en 2027, pero ya ha avisado que si el conjunto azulgrana no cuida una de sus secciones más exitosas no tendrá problema en hacer las maletas.

"Creo que es importante que entiendan que todos sabemos que es un club de fútbol, y que el fútbol es lo primero, pero el balonmano es una sección que ha estado ganando muchos títulos durante todos estos años y queremos que siga así. Si yo siento que no va a ser así, pues tendré que ir a otro lado", aseguró el pasado 8 de noviembre.

Ese mismo convencimiento es el que Mem muestra a la hora de condenar el racismo. Una lacra contra la que le ha tocado luchar más de lo que a él le habría gustado tal y como aseguró en una entrevista concedida a la Liga ASOBAL.

"En un partido contra el Celje en el que hubo aficionados chillándome. Me afectó un poco. Creo que es muy importante que seamos conscientes de que esta situación no es normal. Si podemos luchar contra el racismo yo seré el primero en estar porque es algo que, por desgracia, sigue pasando", afirmaba el lateral galo.

"Creo que si me pasara hoy en día no volvería a jugar como hice, digan lo que digan. En ese momento yo era más joven, tanto el entrenador como mis compañeros hablaron conmigo y me dijeron que no hiciera caso, que pasara de ellos y que no era yo quien tenía que dejar de jugar. Yo estaba muy enfadado cuando me pasó porque además jugábamos en casa y era una situación rara. Si me pasara ahora, no volvería a jugar. Si no me respetan no veo por qué tengo que respetarles yo. Creo que sí porque, cuando pasa, te vienen y te dicen que no pasa nada y que sigas jugando. Y sí que pasa. Cuando me sucedió a mí, mis compañeros querían que me olvidara de esto y siguiera jugando porque se arreglaría después, es como si hubiera pasado algo normal pero no lo es", concluyó.