Pablo Urdangarin da un paso adelante en Granollers ajeno a todo lo que rodea a su familia: "Me están ayudando mucho"
El zurdo sigue los pasos de su padre Iñaki y está siendo de los más destacados ante la atenta mirada de su madre la infanta Cristina.
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El verano pasado Pablo Urdangarin dejó el Barça tras no renovar su contrato en busca de un nuevo equipo que le brindase más oportunidades y crecer como jugador. Sin irse muy lejos y manteniendo su vida en Barcelona, Pablo fichó por el BM Granollers. Después de más de media temporada, está muy contento y adaptado a sus nuevos compañeros. El domingo su equipo ganó por 36-27 ante el Bada Huesca en Liga Asobal, gracias a los siete goles y muy buenos minutos de Pablo sobre la pista bajo la atenta mirada en la grada de su madre, la infanta Cristina, como ya hacía 20 años atrás con Iñaki Urdangarin.
Cristina de Borbón empezó a aficionarse al balonmano después de conocer a Iñaki en los Juegos de Atlanta de 1996, cuando empezó a formar parte de su grupo de amigos deportistas en Barcelona. Desde entonces, se la vio siempre en el Palau Blaugrana para animar al que, apenas unos meses después, se convertiría en su futuro marido. 28 años después de aquello, se sigue viendo a la infanta Cristina por los pabellones aunque ahora es para ver jugar a su hijo Pablo.
"El ambiente en el vestuario es increíble, todos nos llevamos muy bien. Somos un equipo muy joven que disfrutamos de estar unos con los otros", destacó Urdangarin sobre el buen rollo que hay en el Granollers. A diferencia de su padre, Pablo juega más de extremo derecho aunque también puede ocupar el lateral, la posición en la que Iñaki ser erigió como uno de los mejores del mundo en su época, con su zurda goleadora. Aunque el hijo lleva con naturalidad todo lo sucedido entre sus padres, está totalmente centrado en crecer en su deporte.
🎤Declaracions del jugador del Fraikin @BMGranollers Pablo Urdangarín:
— BM Granollers (@BMGranollers) March 24, 2024
💬Al principio nos ha costado entrar en el partido pero hemos hecho un buen final 💬
💬Toca seguir trabajando y mejorar que quedan muchos partido por jugar 💬#orgullbmg🔵⚪️ pic.twitter.com/xhZp9KNQNO
"Estoy muy bien en mi primer año aquí, me ayudan mucho"
El Granollers es un equipo vital con muchos jóvenes liderados por su entrenador gallego Antonio Rama y su capitán, Antonio García, de 40 años, siendo el único jugador de la plantilla que supera la barrera de los 30. Pablo también quiso destacar su figura como fundamental en su adaptación al equipo, algo que se vio en la presentación antes del partido ante el Huesca donde ambos se abrazaron efusivamente: "Estoy muy bien en mi primer año aquí. Tanto Antonio, como los demás compañeros me están ayudando mucho".
El hijo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina está creciendo como jugador y poco a poco se le ve con más seguridad en sí mismo. Con los siete goles que anotó ante el Huesca ya suma 62 en los 22 partidos que ha disputado esta temporada. Unos números que certifican el paso adelante que está dando en su nueva etapa en Granollers. "Estoy muy contento con Pablo. Es un jugador que nos puede aportar muchas cosas tanto de extremo como de lateral, y está a un gran nivel. Aún tiene que mejorar en algunos aspectos, pero es muy joven", comentó Antonio Rama, entrenador del Granollers, sobre el nivel que está mostrando el exjugador del Barça, que siempre reconoce que es "como uno más". "Así me educaron", destacó en una entrevista reciente a Mundo Deportivo.
El ambiente en el Granollers es idílico para un jugador que quiere crecer y desarrollar su carrera profesional. Además, hay muy buen ambiente con la afición que coreó su nombre en diversas ocasiones el pasado fin de semana y juntos celebraron la victoria del equipo. "Cada día me encuentro con más confianza y estoy disfrutando de la experiencia", comentó Pablo.
La difícil decisión de romper con su pasado en el FC Barcelona
La decisión de dejar el Barça en verano y tomar un rumbo nuevo fue un tanto controvertida. Pablo dejaba atrás muchos años en La Masia y el club donde su padre fue una leyenda. La salida del club azulgrana fue con el objetivo de buscar un equipo que le diera más confianza y crecer como jugador profesional. Más de media temporada después, la conclusión sobre la decisión es positiva. Pablo está a gusto en el vestuario con los compañeros, tiene la confianza del entrenador, está teniendo muchos minutos, creciendo como jugador y es feliz en Granollers.
Una vez adaptado en su nuevo equipo y con más confianza que nunca, veremos cuál es el techo de Pablo en el balonmano y si puede llegar a la Selección española y por qué no conseguir todos los éxitos que consiguió su padre, como aquel bronce conquistado en Atlanta 1996.