BALONMANO

Mireia Rodríguez: la jugadora que pasó a la historia y no la dejaron jugar más

Se convirtió en la primera mujer en España en disputar una liga con un combinado sénior masculino.

Mireia intenta irse de los rivales. /Josema Moreno/Masquealba.
Mireia intenta irse de los rivales. Josema Moreno/Masquealba.
Álvaro Valdemoro García

Álvaro Valdemoro García

La historia de Mireia Rodríguez enseña que la vida siempre te da una segunda oportunidad para demostrar lo que vales. Como una montaña rusa de emociones. La deportista se convirtió en la primera mujer en jugar con un equipo sénior masculino en España. Por temas ajenos a la pista le impidieron hacer lo que más le gusta. Ahora reside en Grecia, viviendo una aventura lejos de su casa, la Roca del Vallès (Barcelona). Desde allí atiende a Relevo para explicarnos su experiencia: "Llevamos poco tiempo pero nos hemos adaptado muy bien. Es un país genial y la gente es increíble".

La deportista, madre y mujer de Rubén Martínez, jugador profesional del Pas Lamia 1964, se entrena con el equipo masculino Espartanos, que está en Primera Nacional. "Yo entiendo el deporte como deporte y yo entiendo que si tienes nivel suficiente puedes jugar y puedes adaptarte. Al final da igual que tus compañeros sean chicos o chicas".

La jugadora afirma que sí que se nota que el balonmano griego es distinto al español. Explica que allí prima más el contacto físico y, en cambio, en España es también importante el aspecto técnico. Además, lo compara con lo que ocurre en nuestro país: "En cada punto geográfico tiene distintas características y perfiles de jugar".

No es un episodio nuevo para la central. La catalana vivió una vorágine de emociones en la pasada temporada para lo bueno y para lo malo. Tuvo que dejar Logroño para desplazarse a Albacete porque a su marido le había fichado el equipo de fútbol para conseguir el ascenso al nivel profesional.

Tras largas conversaciones con todos los clubes de la categoría, la federación aceptó la petición. La jugadora pasó a la historia de este deporte en 2021, convirtiéndose en la primera mujer de este deporte en España en disputar una liga con un combinado sénior masculino.

"Esta última experiencia en Albacete fue una cosa inesperada y realmente muy gratificante porque era una experiencia que yo no había vivido y es la que más he disfrutado. Además, mis compañeros se portaron genial conmigo. Yo era un componente más".

Lo consiguió gracias a su talento natural y valentía para derribar fronteras que nunca habían pasado. Ocurrió en Guadalajara en la primera jornada de la Segunda División territorial castellano-manchega frente al Cabanillas. Además, corría el minuto 20 en el marcador cuando la central batió otro récord al anotar el primer gol de una mujer en un encuentro disputado por hombres, en un enfrentamiento en el que su equipo se impuso por 31-26.

Esta aventura apareció durante varios días en todos los medios de comunicación de este país y del exterior. De hecho, la española reconoce que su caso se hizo tan mediático que sentía que la observaban; sobre todo, en los primeros partidos de liga de fuera de casa.

En su familia nadie se sorprendió de que compitiera con gente del otro género porque la conocen y le da igual quién esté enfrente. Además, la jugadora confiesa que, como se hizo tan viral, hubo momentos en los que se moría de vergüenza porque en las entrevistas a su marido le preguntaban por ella.

La decisión más dura de su vida

Hace un año por estas fechas, Mireia iba a vivir el lado más oscuro del deporte. La catalana iba a sufrir una de las peores lesiones para un deportista: rotura del ligamento cruzado. Dicho percance la obligaba a pasar por el quirófano y, por tanto, perderse lo que resta de temporada.

Pese a la gravedad de su situación, la catalana se puso como objetivo llegar a septiembre para el inicio del próximo curso. "Yo me pasé entrenando mañana y tarde con fisios. También entrené en la piscina para tener una recuperación buena".

Pero el varapalo más duro de su trayectoria en este deporte iba a llegar más tarde. Se encontró con una noticia que no esperaba. Una semana antes de que empezase la competición le comunicaron que no podía jugar ya que se le denegó la ficha tras aplicarse una normativa que no fue aplicada durante el curso pasado. "Había luchado y lo había conseguido pero no me permitían jugar. Fue complicado después de todo el esfuerzo".

Ella, como buena amante del deporte desde pequeña, quería continuar jugando sí o sí. Por ello, el club recurrió la decisión a la federación pero no pudieron evitarlo. La española explica que le sentó muy mal esta decisión porque entiende que haya normas que lo impidan en categorías profesionales, pero no concibe que esto ocurra en un nivel amateur.

"El problema que yo veo sobre todos los deportes amateur son las limitaciones propias que se instauran y en la que insistimos. De esta manera, estamos diciendo a unos niños que no puede jugar con niñas, o a la inversa. Entonces, tendría que haber más posibilidades".

“No he llegado a la Selección pero he triunfado”

Mireia Rodríguez es una jugadora ambiciosa y que ha demostrado que no tiene miedo a nada. Intenta reinventarse y seguir adelante. La deportista explica que siempre se ha beneficiado de lo que le han enseñado, de todos los entrenadores que ha tenido. "Es el mejor consejo que les puedo dar a los niños: que abran su mente y no se limiten".

Además, confiesa que para ella ha triunfado en este deporte pese no haber llegado a la Selección por todo los equipos en los que ha estado, ha aprendido y por todo lo que ha vivido.