Los Hispanos desde los ojos vikingos: "Pérez de Vargas está al nivel de Landin"

Dinamarca comparte hotel con España en la ciudad polaca de Gdansk. Poco importa que este viernes a las 18:00 se jueguen la vida en la cancha por una plaza en la final de un Mundial. El ambiente es mágico, de puro deporte, de respeto mutuo entre dos selecciones que compartirán, pase lo que pase, también su vuelo con destino a Estocolmo tras librar su batalla a orillas del Báltico.

La presencia de Mikkel Hansen, elegido mejor jugador del mundo en 2011, 2015 y 2018, intimida en los pasillos. A sus 35 años, opta por dedicar la tarde a tratarse con los fisios y alejarse de los focos. Y entonces aparece con vitalidad Simon Pytlick, el niño danés nacido para ser una estrella del balonmano. Hijo del mítico entrenador Jan Pytlick (en este Mundial a cargo de Arabia Saudí) y de madre jugadora, debuta en un Campeonato del Mundo a los 22 años, un torneo que casi se pierde por un inoportuno positivo en Covid.

"¿Favoritos nosotros? Está al 50%, somos dos equipos del mismo nivel y dependerá de cuál de los dos tenga el día", comenta con humildad Simon Pytlick. "La Selección de balonmano de España tiene una de las mejores defensas del mundo. Debemos tener cuidado porque con esa defensa de ayudas, siempre aparece alguien. Por ello, hay que minimizar las pérdidas y los errores técnicos".

El lateral izquierdo no duda a la hora de hablar de nombres propios. "Alex Dujshebaev es un fuera de serie, quiero jugar contra él. Lo he visto mucho por televisión y su forma de jugar es inspiradora", apunta. El otro nombre, cómo no, el de Pérez de Vargas. La recurrente comparación con Landin, pese a sus estilos antagónicos, no pasa desapercibida para nadie. "Son dos porteros de clase mundial y respeto mucho ambas trayectorias. Eso sí, tengo muchas ganas de jugar contra Gonzalo, porque nunca lo he hecho hasta ahora".

Lejos de esquivar el debate, Mads Mensah Larsen, que colecciona medallas internacionales, como toda la vieja guardia danesa, toma la palabra. "Gonzalo está al nivel de Niklas Landin, son los dos mejores del mundo, deciden partidos ellos solos", asevera el central de padre ghanés. "No me podría quedar con uno solo nombre".

Mensah también pone el foco en la defensa de Jordi Ribera. "Siempre están preparados para hacer algo nuevo, inesperado, nunca sabes cuáles son sus planes", señala. "No es fácil preparar los partidos contra ellos". Es la tónica de la expedición danesa, el respeto hacia los Hispanos es máximo tras perder en las semifinales del Europeo hace un año.

Hansen vuelve a escena unos segundos. El desfile de albornoces de los clientes que recorren medio hotel en busca de la piscina logra sacarle una sonrisa fugaz. "Él es uno de los mejores jugadores de la historia y el mejor danés de todos los tiempos", se apresura a comentar Mensah. En segundo plano, asoma Landin, en directo para la televisión de su país. No le molestan las comparaciones. Sus compañeros resaltan su pausa y la elegancia de su técnica. Pero también destacan a un gato que se mueve a mil por hora, que es corazón y cabeza, y que se llama Gonzalo Pérez de Vargas.