Niklas Landin responde tras la polémica con los Hispanos: "No estoy loco, perdí los nervios unos segundos"

Ni los guionistas de Gran Hermano hubiesen diseñado mejor la convivencia de Dinamarca y España en el Mundial de balonmano. Ambas selecciones compartieron en Gdansk (Polonia) hotel de concentración, semifinal y avión con destino a Estocolmo. Allí los nórdicos lucharán ante Francia por ser el primer combinado en ganar tres Mundiales de forma consecutiva. Y los Hispanos se dejarán el alma por obtener el bronce ante la anfitriona Suecia (domingo, 18:00 en Teledeporte).

En esta particular versión de Durmiendo con el enemigo, Niklas Landin se mostró omnipresente, paseando su simpatía por todas las áreas, excepto en una, la suya. El portero, no contento con una lista interminable de paradas, se imaginó que Dani Dujshebaev le había querido realizar un lanzamiento a la cara y se fue poseído a por el Hispano, que no había hecho nada punible. El balón le impactó en el hombro y Landin fingió en una suerte de delirio pasajero. En frío, la bestia deja paso al caballero y lo reconoce: "No estoy loco, perdí los nervios unos segundos en un partido de gran importancia. Sé que Dani nunca haría eso".

Fue el borrón a una tarde de película. "Aunque creo que he realizado unas cuantas mejores que la de hoy", prosigue. Sin embargo, no saca pecho por haber vencido en un partido con aroma a duelo de arqueros contra Gonzalo Pérez de Vargas. El danés firmó una soberbia tarjeta de 15 paradas en 35 lanzamientos (43%) por el 15/40 (35%) del toledano. "Creo que los dos hemos hecho una gran actuación. Podía haber sido él el que hubiese accedido a la final tras su partidazo".

Sus palabras le honran, al igual que a Mikkel Hansen, la leyenda del balonmano danés, tres veces elegido mejor jugador del mundo por su Federación Internacional (IHF). "¿Quieres hablar en inglés o en francés?", le preguntamos. "En español", responde con soltura el otrora jugador del Barça (2008-2010) antes de mostrar su elegancia en la victoria. "Niklas Landin ha estado a un nivel increíble, pero también Gonzalo. Nos paró bastantes y metió a España en el partido. Son dos porteros muy buenos, que tienen que demostrarlo cada vez que juegan", explica.

El central de 35 años, que milita en el Aalborg danés tras una década en el PSG galo, también quiso dedicar unas palabras al '10' de los Hispanos, que realizó una brillante segunda parte en las semifinales. "Alex Dujshebaev es muy bueno, sabe hacer de todo y entiende el juego. Tiene un gran uno contra uno y un buen lanzamiento. Es un jugador que ha demostrado un nivel alto muchos años", reconoce.

Hansen vive una segunda juventud a los mandos de un combinado danés que ha incorporado al grupo mucho talento. "Los jóvenes que vienen en Dinamarca son muy buenos", exclama. "El nivel que tienen es muy alto. Contra España, Mathias Gidsel y Simon Pytlick han jugado un gran partido. Es increíble que chicos tan inexpertos sepan brillar a este nivel, no solo en el uno contra uno, sino también en su forma de entender el balonmano".

El domingo frente a Francia, sueña con esa tercera estrella correlativa para poner el broche de oro a una trayectoria mayúscula en el 40x20. A los Hispanos, no les puede desear otra cosa que recuperarse pronto y afrontar la batalla por el bronce con garantías. "Mejor volver a casa con algo", dice pragmático. Haya o no medalla, España se ha ganado el respeto de los mejores jugadores del mundo. Lástima que el viernes noche saliésemos nominados en el Gran Hermano de Niklas Landin.