Viggo Kristjánsson cambia la Europa League por el balonmano
El lateral zurdo islandés llegó a disputar la segunda competición continental antes de ser una estrella con la pelota en las manos.
![Viggo Kristjansson, en un partido con Islandia. /@kristjansson73](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202301/06/media/cortadas/Viggo-RZdG5PRHOSrYxJBJxOKoCdL-1200x648@Relevo.jpg)
Verano de 2013 en Europa. El Breidablik islandés disputó tres rondas previas de la Europa League en las que consiguió eliminar al Santa Coloma y Sturm Graz antes de caer ante el Aktobe kazajo. En aquel equipo militaba un joven talento local llamado Viggo Kristjánsson, que había sido internacional en las categorías inferiores de la selección nacional y que por aquel entonces tenía 19 años. En el horizonte, el crecimiento futbolístico de una nación que toco techo en 2018 con su presencia en el Mundial de Rusia. Pero en aquella selección no estaba Viggo, que había tomado una decisión que cambiaría su vida.
Un año después de aquellas eliminatorias de la segunda competición del fútbol europeo, el joven islandés optó por probar en el deporte nacional, el balonmano. No era habitual, pero estaba convencido de sus cualidades. Sus inicios no fueron sencillos y en 2017 descendió con el Randers a la segunda división danesa. A raíz de eso firmó dos años en Austria y en 2019 cumplió su gran sueño: llegar a un equipo de la Bundesliga de la mano del Leipzig. Ese mismo año debutó con la selección islandesa y meses después estaba disputando su primer Europeo.
Una carrera meteórica forjada a base de talento y que ahora le lleva a jugar un Mundial de balonmano. Una calidad natural que desvela Roi Sánchez, el que fuera su entrenador en el Stuttgart la pasada temporada. "Es un jugador súper creativo en todo lo que hace. Físicamente no es una maravilla, ya que mide 1,90 y pesa 85 kg, y a nivel muscular tampoco es un portento, pero es todo talento. Decide muy bien, ve el campo entero cuando tiene la pelota, hace muy buenas fintas… Es un jugador muy callejero, muy pícaro, y saca mucho partido de eso, tanto en ataque como en defensa", explica el técnico vigués.
Otro de los puntos fuertes del lateral zurdo está en su personalidad. Es claro, directo y sabe lo que quiere, una determinación que le ha valido para derribar cualquier tipo de barrera en su carrera. "Es un tío muy claro y cuando algo no le gusta te lo dice. Es un ganador nato, le encanta competir y hace todo lo posible para que el resto le siga. Como buen islandés, no es el rey de la fiesta, pero le encanta entrenar y se hace respetar en el vestuario. Hablamos de vez en cuando y tengo una impresión muy buena de él", reconoce Sánchez.
SALVAJADA DE VIGGÓ KRISTJÁNSSON‼️
— 👨🏻💻 Martí Ruiz (@martiruizhb) January 23, 2022
Por cierto, metió 9 goles contra Francia (cuarto máximo goleador de su selección🔥)
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Para el míster, Kristjánsson podría practicar cualquier tipo de deporte con éxito gracias a su gen competitivo y su talento. "En fútbol sala es muy bueno gracias a su calidad, porque es un jugador muy creativo", apunta Sánchez. Su caso recuerda al de su compatriota Heidmar Felixson, otro futbolista que se pasó al balonmano y que llegó a jugar en el Bidasoa en la década de los 2000.
Islandia se aferra al lateral zurdo para intentar llegar a la 'Main Round' en un grupo complicado en el que también están Portugal y Hungría, dos selecciones de primer nivel que tratarán de amargar el Mundial a los nórdicos.