La nueva vida del polifacético David Barrufet en Rumanía: "Más que un equipo, es una religión"
La leyenda del FC Barcelona y de la Selección, exjugador, jurista y gestor, es la clave del milagro del Dinamo de Bucarest.

Un caballero del deporte, que desde la discreción y el trabajo ha llegado a la excelencia. David Barrufet (Barcelona, 1970) es mucho más que aquel histórico portero que vistió la camiseta de la Selección de balonmano en 280 ocasiones (oro en el Mundial 2005 y doble medallista olímpico, 2000 y 2008) y que lideró el arco del FC Barcelona en siete de sus 12 Copas de Europa. El legendario 'Barru' siempre supo que había otra vida más allá del 40x20 de las pistas.
"Me gustaba el Derecho. Hice la carrera, no curso por año porque con los viajes y entrenamientos era imposible, pero sí tenía claro que quería acabarla antes de mi vida deportiva", apunta en su encuentro con Relevo en Colonia. "Terminé Derecho y, como me retiré con 40 años, tenía más tiempo para estudiar e hice un máster en Derecho deportivo", resume con naturalidad.
Al colgar la camiseta, ese mítico '16' que luce en lo alto del Palau Blaugrana desde febrero de 2011, 'Barru' dice que tuvo "la suerte de trabajar en el departamento jurídico del Barça". Esa 'suerte' que se labró clavando los codos entre bambalinas, asignatura tras asignatura, lejos de la PlayStation, protagonista principal hoy en día de las concentraciones de la Eurocopa de fútbol.
La siguiente oportunidad le llegó a finales de 2015, cuando el FC Barcelona le propuso ser el mánager de la sección de balonmano, un reto que le hizo ilusión. "Fueron años muy bonitos. Queríamos construir un equipo joven, con futuro, para que nos diese muchos éxitos muchos años seguidos". Todo junto a su inseparable Xavi Pascual [un entrenador "fundamental, sin él el proyecto no se podía llevar a cabo"] con el que comparte una visión del balonmano. "Pensamos igual, no sé si porque los dos hemos sido porteros: juego rápido, dar espectáculo...", enfatiza.
La salida de la dupla David Barrufet-Xavi Pascual en Can Barça en 2021, tras ser campeones de Europa esa misma temporada, sorprendió a los aficionados. "Hubo un cambio de directiva, que decidió que había que hacer un cambio y nada más", manifiesta el barcelonés sobre aquella coyuntura que se dio tras llegar Joan Laporta a la presidencia.
Barrufet no perdió el tiempo. "Una vez salgo del club, me dan la oportunidad de trabajar en la Federación Española como embajador y asesor jurídico", recuerda. Al medio año le llegó la llamada del Dinamo de Bucarest para convertirse en su mánager deportivo. Allí estaba, cómo no, su inseparable Xavi Pascual en el banquillo.
En tres años de proyecto, la dupla ha logrado gestas prematuras, como la de clasificar al equipo para la Final Four de la Liga Europea de la EHF (segunda competición continental) haciendo las delicias de una afición que "vive el balonmano con una intensidad brutal, con mucho sentimiento". Barrufet lo resume a la perfección. "Más que un equipo es una religión. No me había encontrado nunca una afición como esta, para ellos es su vida. Viendo esto tienes que dar el 110% para no defraudarles. Se desviven por el club y sus colores. Si pierden es lo peor que les pasa; si ganan, una alegría que les das".
Barrufet divide sus meses, con 15 días en Rumanía y 15 trabajando a distancia desde Barcelona, donde está su familia. Pero está encantado en "Bucarest, una ciudad que ha evolucionado mucho. Tenemos igual la idea de una Rumanía antigua de hace muchos años, pero la ciudad es segura, se vive muy bien, la gente es encantadora, te ayudan, siempre tienen una palabra amable; lo peor, el tráfico, como en todas las capitales", concluye entre risas.
A la leyenda culé no le gusta el protagonismo. "A mí me conoce poca gente, prefiero pasar desapercibido, el reconocimiento no es una cosa que me haya preocupado nunca", se sincera. La afición del Dinamo es sabedora de su excelente trabajo, pero el ídolo de masas no es otro que Xavi Pascual, "querídismo dentro de la estructura del club y por los fans". Un hombre que ha dejado el proyecto para irse al Veszprém para intentar romper la maldición eterna de los húngaros con la Champions.
HANDBAL. OFICIAL: David Davis, noul antrenor al campioanei României!
— Dinamo Bucuresti Official (@DinamoOficialCS) June 15, 2024
Dinamo își continuă proiectul cu un nou antrenor de top mondial. Tehnicianul spaniol David Davis (47 de ani) vine la București cu un contract pe două sezoane, începând cu 1 iulie.#handball pic.twitter.com/4xILqjQ4Do
"Le echaremos en falta, pero hemos conseguido que los cimientos sean sólidos. Empezamos un proyecto con otro entrenador, igual de bueno e implicado, esperemos que los resultados nos acompañen", expresa Barrufet. El elegido no es otro que David Davis. "La idea del Dinamo es ir creciendo poco a poco, sin prisa, para tener una buena estructura. Las cosas hay que hacerlas despacio y bien".
Esta temporada el club ha conseguido una invitación para competir en la Champions. "El nivel del balonmano actual es brutal. Nuestra idea es dar guerra a todo el mundo. Sólo pedimos que nos dejemos la piel", sentencia. ¿Ir al Palau de visitante? "Estaría bien, así me ahorro un viaje", bromea. "Jugar contra el Barça es un placer, tengo muchos amigos allí y es el mejor equipo que hay. Sería bonito". Sus deseos serán realidad y el 'one club man' volverá a una casa que él ayudó a construir con sus paradas, sus conocimientos jurídicos y su privilegiada visión del balonmano.