El sustituto de Xavi Pascual en el Dinamo de Bucarest es el español David Davis

El pasado lunes el mundo del balonmano hablaba de una noticia. El laureado entrenador Xavi Pascual, el hombre que llevó al Barcelona a la conquista de tres de sus 12 Champions, dejaba el Dinamo de Bucarest. Su destino, el todopoderoso Veszprém húngaro que pagará en torno a los 200.000 euros a los rumanos por romper el contrato.

Desde ese día, medios del país del este apuntaron en una dirección en la difícil tarea de sustituir a Pascual: David Davis. Estaban en lo cierto. Relevo puede confirmar que hay acuerdo entre el entrenador catalán y el conjunto de Rumanía para las dos próximas temporadas.

Davis viajará a Bucarest a finales de mes para continuar con un proyecto que seguirá teniendo al legendario David Barrufet a los mandos de la dirección deportiva. El Dinamo, campeón de Europa en 1965, ha vivido una segunda juventud de la mano del mítico Barru y de Xavi Pascual, llevando al equipo a disputar la Final Four de la Liga Europea EHF, la segunda competición continental.

El nuevo inquilino del banquillo rumano es un técnico con mucha capacidad y experiencia en grandes plazas, y un gran motivador de grupos. Davis ya ocupó el banquillo del Veszprém (2018-2021), que curiosamente es el nuevo destino de Xavi Pascual, para tratar de romper la maldición del club, que jamás ha ganado una Champions. Davis cosechó grandes éxitos en Hungría, pero se quedó con la miel en los labios en la Final Four de Colonia, donde fue segundo en 2019, tras perder la final con el Vardar macedonio de Roberto García Parrondo.

La última experiencia de Davis ha sido en Egipto, en el equipo Al Ahly, un país en el que ya había tenido el cargo de seleccionador nacional en el año 2018. Como jugador, el otrora extremo izquierdo fue un clásico de grandes clubes y de la Selección. En sus equipos (Valladolid, Ciudad Real, Atlético de Madrid, entre otros) se forjó un currículum extraordinario, con tres Copas de Europa e innumerables títulos. En la Selección, logró el oro mundial en 2005 y el bronce olímpico en 2008.

El cuadro rumano, que disputará la próxima edición de la Champions League, aspira a seguir creciendo paulatinamente. Todavía está lejos de los gigantes de Europa (Veszprém, Kiel, Magdeburg, PSG, Kielce, Barcelona y compañía), pero con el saber hacer de Barrufet y la incorporación de Davis más de uno se llevará un susto en el continente. El sueño del Dinamo continúa.