Antonio Barrul, el boxeador del vídeo viral del cine de León que lucha por acabar con los estigmas de la comunidad gitana
El leonés, de 25 años, realiza una importante labor social junto a su padre en su gimnasio. "Hay que cambiar el ámbito familiar y darle ejemplo a los niños", afirma.

Antonio Barrul trascendió a la escena nacional a principios de mayo. El boxeador, de 25 años, se hizo viral tras reducir a un hombre que supuestamente estaba maltratando a su pareja en un cine de León. El joven pasó a ocupar todos los programas de radio y televisión para contar lo sucedido. "Han sido semanas muy complicadas, aunque quedan cosas, ahora he recuperado la normalidad que necesitaba. Necesito estar tranquilo con mi familia y centrarme en el deporte", reconoce en una entrevista a Relevo tras confesar que no debe hablar del tema debido a que se encuentra judicializado (el agresor le denunció).
Su salto a la fama sólo puso de relieve parte de su personalidad, ya que ayudar a los demás está en su ADN. "Espero poder hacer grandes cosas en el deporte para que se pueda dar a conocer la labor que hace mi padre en el gimnasio. Hace una gran labor de integración social. Mi intención es continuarla", apunta el púgil, quien de su padre también heredó la pasión por el boxeo. Antonio vio competir e impartir clases a su progenitor día a día en el gimnasio que tiene en León (Club Fuerte y Constante). Allí, los niños son el pilar de todo.
Barrul, desde su posición de deportista, pretende acabar con los estigmas que pesan sobre la etnia gitana y explicar a todo el mundo de dónde debe salir el cambio. "Mi trabajo es lo que me hace llegar a mi meta, pero el logro real es cuando llego al gimnasio y me siento tan querido por los niños. Soy un referente para ellos y eso me llena. Es lo que queremos inculcar a los padres. Se tienen que dar cuenta que como mi ejemplo hay muchos más. Por ejemplo, mi hermano es enfermero. Muchas veces se piensa que los niños se portan mal y tienen la culpa, no es así. Lo que hay que cambiar es el ámbito familiar. Hay que darles ejemplo y así ellos se convertirán en lo que todos queremos: buenas personas con un gran corazón", apunta.
Esa labor familiar hace que los Barrul gocen de un amplio respeto en León, lo que ha provocado que Antonio se esté convirtiendo en un referente en su ciudad. Formó parte de la Selección, pero sus obligaciones familiares le hicieron tomar la vía del profesionalismo a principios de 2023. "Todo el que pueda le recomiendo esa experiencia. Te muestra dónde estás y te hace aprender mucho", admite el púgil. Ya en el campo rentado el apoyo del público es muy importante y él no está teniendo. Este 14 de junio disputará su sexto combate y el apoyo recibido cada vez es mayor. En el último, en marzo de 2023 se agotaron las entradas.
Para este viernes se prevé otro lleno. Se enfrenta a Alexandru Ionita (7-23-1, 5 KO), pero el choque es lo de menos, la gente le sigue a él. "Es algo muy importante. Me siento muy arropado y mi objetivo es poder hacer el Campeonato de España en León para poder ofrecérselo a toda mi gente", avisa. Ser un referente de masas no es algo nuevo para él, además de sus actos, Barrul lleva mucho tiempo trabajando las redes sociales. "Es un factor vital hoy en día. Si consigues generar mucho por ellas podré llegar a ganar más y así asegurarle un buen futuro a mi familia", apunta. Por el momento, el boxeo competitivo no le da para vivir, por ello lo tiene que compaginar con la docencia en el gimnasio familiar.
En el ring Barrul es un ciclón. Su transición va por el camino indicado. "Desde que he sumado a Oliver Sánchez (entrenador, entre otros, de Maravilla Alonso) me he notado un plus. Que se preparen los supergallo de España porque van a ver a un Antonio Barrul excelente", advierte. Jordan Camacho, con quien coincidió en la Selección y han peleado dos veces (un triunfo para cada uno), tiene ese cinturón (ha sido nombrado aspirante EBU Silver y podría abandonarlo). La pelea sería de las mejores que se podrían dar en la actualidad por ese título. Barrul lo tiene como un objetivo claro, pero antes debe cumplir este viernes. Debe hacerlo por él y por todos los niños que le siguen. Cuando termina de pelear todos suben a disfrutar con su ídolo. Barrul es mucho más que un boxeador. Es un líder para su comunidad. Es un ejemplo de que los estigmas están para romperlos y cada uno puede llegar a donde se proponga sin importar su origen.