Arabia Saudí revoluciona el boxeo y 'se apropia' de su semana grande
El 5 de mayo, festividad importante para los mexicanos en Estados Unidos, es una fecha muy importante para el boxeo. Este año Arabia Saudí la ha copado con sus eventos.

La historia del boxeo es también la historia de sus grandes noches. Las fechas, los escenarios y los protagonistas construyen una narrativa que trasciende el deporte y se convierte en parte de la cultura global. Durante décadas, el fin de semana del Cinco de Mayo ha sido un santuario para el boxeo, un escaparate donde las estrellas más brillantes suben al cuadrilátero con la certeza de que los ojos del mundo están sobre ellos. Pero en 2025, algo ha cambiado. Un nuevo actor ha irrumpido con fuerza en el negocio del pugilismo y parece dispuesto a reescribir las reglas del juego. Ese actor es Arabia Saudí.
La primera señal de este cambio, que lleva años empezando a verse, se manifestará el 2 de mayo en Times Square, Nueva York. En el corazón de una de las ciudades más icónicas del mundo, una velada de boxeo marcará el inicio de un fin de semana que promete ser histórico. Organizado con el respaldo de Arabia Saudí, el evento será un espectáculo diseñado para captar la atención del público global y demostrar que el reino saudí no solo quiere ser un patrocinador del boxeo, sino un arquitecto de su futuro.
El 3 de mayo, la atención se trasladará a Riad. La capital saudí se está convirtiendo en el 'nuevo Las Vegas' y contará con la presencia de Saúl 'Canelo' Álvarez, el rostro más reconocido del pugilismo mexicano en la actualidad, subirá al ring en la que ha sido su noche durante los últimos años. El campeón tapatío ha convertido el fin de semana del Cinco de Mayo en su propia tradición, siguiendo los pasos de leyendas como Julio César Chávez y Óscar De La Hoya. Para el boxeo y para la comunidad mexicana en Estados Unidos, esta fecha va más allá del deporte: es una celebración de identidad, una afirmación de orgullo y herencia cultural en un país donde la diáspora mexicana ha dejado una huella imborrable.
Pero este año será diferente ya que estará entre las dieciséis cuerdas, pero lo hará a miles de kilómetros de la afición mexicana en Estados Unidos. El país ha invertido millones de dólares en el deporte, no solo organizando eventos de gran calibre, sino asegurando que su nombre esté ligado a los combates más importantes.
Por si fuese poco, el 4 de mayo, Naoya Inoue, el fenómeno japonés apodado "El Monstruo", cerrará el telón del fin de semana con un combate bajo el sello de Top Rank. Inoue es una de las figuras más temidas del boxeo moderno, un campeón indiscutido que combina velocidad, precisión y poder de nocaut. Su presencia en esta fecha refuerza la expansión global del evento, pero también evidencia la creciente influencia saudí en el deporte: el japonés mantiene un acuerdo de patrocinio con Arabia Saudí, lo que convierte su pelea en una pieza más del ajedrez que el reino ha comenzado a mover con precisión estratégica.
Arabia Saudí y la conquista del boxeo
El interés de Arabia Saudí por el boxeo no es una casualidad. Forma parte de una visión más amplia: el ambicioso proyecto Visión 2030, impulsado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. En un esfuerzo por diversificar su economía y posicionarse como un centro global del entretenimiento, el reino ha volcado inversiones multimillonarias en diferentes deportes, desde la Fórmula 1 hasta el golf, y el boxeo no ha sido la excepción.
El boxeo ofrece una plataforma única: es un deporte con alcance internacional, con audiencias masivas y, sobre todo, con una estructura lo suficientemente flexible como para permitir la entrada de nuevos jugadores en su organización. A diferencia de las grandes ligas de fútbol o baloncesto, el boxeo no tiene un ente rector único, lo que facilita la aparición de promotoras con poder económico capaces de organizar sus propios eventos de élite.
Arabia Saudí ha sabido aprovechar esta dinámica. En los últimos años, ha acogido peleas de campeonato mundial y ha establecido alianzas con promotoras como Matchroom Boxing y Top Rank. En marzo de 2025, TKO Group Holdings, la empresa matriz de UFC y WWE, anunció una asociación con el gobierno saudí para lanzar una nueva promotora de boxeo con el objetivo de reunir a los mejores peleadores bajo una estructura más organizada. La idea es clara: no solo ser sede de grandes peleas, sino influir directamente en la manera en que se gestiona el deporte a nivel mundial.
La irrupción saudí en el boxeo ha generado tanto entusiasmo como controversia. Por un lado, ha traído una inyección económica sin precedentes, ofreciendo bolsas millonarias que han seducido a boxeadores y promotores por igual. Por otro, ha levantado preguntas sobre las motivaciones detrás de esta inversión y sobre el fenómeno del "sportswashing", la estrategia mediante la cual gobiernos autoritarios buscan mejorar su imagen internacional a través del deporte.
El Cinco de mayo: una tradición en disputa
El fin de semana del Cinco de Mayo ha sido, durante décadas, un punto de encuentro entre el boxeo y la identidad mexicana. Desde los días de Julio César Chávez llenando estadios en Las Vegas hasta la actual hegemonía de Canelo Álvarez en la fecha, el boxeo ha servido como un escaparate del orgullo mexicano en territorio estadounidense.
Sin embargo, el avance de Arabia Saudíen el boxeo podría cambiar esta tradición. Con su enorme capacidad de inversión, el reino podría reconfigurar el calendario del boxeo mundial, desplazando eventos y fechas que hasta ahora parecían intocables. Ya ha sucedido en otros deportes: el LIV Golf, financiado por el Fondo de Inversión Pública saudí, alteró la estructura tradicional del golf profesional; en el fútbol, clubes europeos han sucumbido a la inyección de petrodólares, modificando la dinámica de transferencias y competiciones.
El boxeo, que siempre ha sido un negocio tanto como un deporte, no es inmune a estos cambios. En 2025, el Cinco de Mayo seguirá siendo un fin de semana de boxeo, pero con un nuevo protagonista en la ecuación. Arabia Saudí ha dejado claro que no es un invitado temporal en este escenario, sino un actor con la capacidad y la determinación para moldear el futuro del pugilismo. Lo que alguna vez fue una noche sagrada para el boxeo mexicano podría, en el futuro, ser una pieza dentro de un calendario global diseñado en Riad.