JJOO | BOXEO

Ayoub Ghadfa, el olímpico que llegó a la Selección por seis décimas en Selectividad

El peso superpesado entró en el equipo nacional en 2018. Llevaba únicamente practicando boxeo dos años y había hecho tres combates.

Ayoub Ghadfa celebra la clasificación para los Juegos de París./@ayouby23
Ayoub Ghadfa celebra la clasificación para los Juegos de París. @ayouby23
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Ayoub Ghadfa es uno de los favoritos en la categoría del superpesado de los Juegos Olímpicos de París 2024. Viene de ser campeón de Europa este 2024 y fue bronce en el Mundial de 2023. El marbellí, de 25 años, es uno de los gallos de su división. Es baza de medalla, pero él no quiere meterse esa presión. "Hay muchos nombres complicados. No voy a ser yo quien desmerezca mis méritos. He peleado con la mitad de los clasificados, nos conocemos, pero hay que ir combate a combate. Voy a disfrutar la experiencia con el objetivo del oro, pero si pierdes el primer combate en lugar de ver el podio ves el avión de vuelta a España", avisa.

El andaluz prefiere ir paso a paso, porque sabe que en su vida todo ha llevado un proceso. Llegó a la Selección casi de casualidad. Practicaba kickboxing desde su adolescencia para aprender a defenderse del bullying que sufría en el colegio. Había hecho tres combates amateur. Su idea era cumplir la mayoría de edad y hacerse profesional, pero sus padres le convencieron de tener un plan b por si en el deporte no funcionaba. Les hizo caso y con 17 años hizo la Selectividad. Quería estudiar Ciencias de la Actividad física en Granada. En segundo de bachillerato, había apretado al ponerse como meta estudiar una carrera. Mejoró las notas, pero el corte en esa ciudad era de 10,3 y él sacó un 9,7. Tocó cambiar el rumbo y eligió Madrid.

Para seguir practicando su deporte, se apuntó al Gimnasio de José Valenciano. Cuando el veterano entrenador le vio le aconsejó practicar boxeo. Tyson y Ali habían sido sus referentes y decidió probar. Estudiaba en la Universidad Autónoma de Madrid y su facultad comparte instalaciones con el Centro de Alto Rendimiento de la capital. Vio que podía lograr una beca si era deportista y todo unido a su gusto por los Juegos Olímpicos como aficionado provocó que no rechazase la invitación de Rafa Lozano, seleccionador nacional, para entrenar con el equipo nacional.

El exmedallista olímpico había visto talento en él y ante la falta de pesos grandes (únicamente estaba Reyes Pla, que acababa de llegar al equipo) quiso testearle. Alternaba sus estudios con los entrenamientos con la Selección y eso le permitió acudir a algún torneo, pero su entrada oficial en el equipo fue en septiembre de 2018. Lo celebró, un mes después, ganando al doble medallista olímpico Clemente Russo en el Campeonato de la Unión Europea que se celebró en Valladolid. Ahí se dio cuenta que el proceso estaba funcionando. Él no tenía experiencia y ante la falta de rivales nacionales la tuvo que adquirir en peleas internacionales. "Fue difícil. Era perder, perder, perder y gracias a eso aprender".

Los brotes verdes empezaban a salir, pero aún así había mas de cal que de arena. Antes de la pandemia los resultados comenzaron a aparecer, aunque después de la situación sanitaria fue su boom. No logró clasificarse para Tokio 2020, pero su ciclo era el de París. Lo ratificó con una plata en el Europeo de 2022 y un bronce en el Mundial de 2023. Tras proclamarse campeón de Europa, en mayo de 2024 logró la clasificación para París. Llegó tarde, pero no es algo que le preocupe. "Para mí es mejor, así llego rodado y en una mejor condición", concluye con su sonrisa habitual. El único momento donde la pierde es en el ring, ahí se transforma. Sus rivales ya le conocen y saben que encontrarse con Ayoub en el torneo es un problema. Seis décimas en Selectividad pueden convertirse en una medalla olímpica.