Beterbiev mantiene su idilio con el KO antes de avisar a Bivol: "Necesito otro cinturón"
Artur Beterbiev ganó por TKO en el séptimo asalto a Callum Smith para retener los Mundiales WBC, IBF y WBO del semipesado. La unificación total ante Bivol parece que será en 2024.

Artur Beterbiev mantiene su idilio con el KO. El ruso, de 38 años (cumplirá 39 la próxima semana), continúa siendo el único campeón mundial que ha noqueado a todos sus rivales. Callum Smith fue el siguiente en la lista. Tras dos caídas, su esquina detuvo las acciones en el séptimo asalto. Beterbiev retuvo así los Mundiales WBC, IBF y WBO del peso semipesado. El guión se cumplió en el ring y después del pleito.
"Por supuesto (quiero la pelea ante Bivol). Necesito otro cinturón. Es muy importante para mí", aseguró sobre el ring al ser cuestionado sobre un combate frente al campeón WBA de la división. El equipo de Bivol ya ha deslizado que han firmado el contrato. Bob Arum, promotor de Beterbiev, dio más información también encima de la tarima: "Aún no está hecho, pero queremos. Hablaré con mi amigo Turki (Al-Sheikh, máximo responsable del Deporte en Arabia Saudí). Unos tres meses después del Ramadán estaremos listos".
Beterbiev es musulmán y el Ramadán será del 10 de marzo al 8 de abril. Por tanto, podría iniciar una nueva preparación a partir de ese fecha. Habrá que estudiar también los planes de Arabia Saudí. La temporada deportiva en el país va desde octubre hasta marzo (el día 8 será el último evento). Cada vez está albergando más eventos y es posible que la amplíe. Por tanto, la fecha parece la única duda que existe ahora mismo. El dinero no es problema y Turki se mostró muy feliz en redes sociales: "Ahora puedo dormir tranquilo".
Volviendo al combate, Beterbiev fue Beterbiev. El ruso no infligió un ritmo demasiado alto, pero fue controlando sin problema. Decidió trabajar con calma e incluso le dejó a Smith llevar la iniciativa en algunos puntos. Buscaba el contragolpe en esos momentos y estaba tranquilo. La diferencia de poder era evidente. El campeón variaba las alturas e iba haciendo un trabajo de demolición.
En el cuarto asalto Smith encajó una mano dura, pero pudo resistir. No hubo manera de seguir en el séptimo. Con una buena derecha el inglés quedó dañado y llegó un carrusel de golpes hasta que Smith se fue a la lona. Era le mejor ejemplo de la superioridad existente. Cuando quería, no había color. El británico le echó arrojo y siguió, pero tras sus segunda caída su esquina, con gran criterio, detuvo las acciones.