BOXEO

Bronco Lara: el rebelde que ha puesto patas arriba el peso pluma mundial

Mauricio Lara expone por primera vez el Mundial WBA del peso pluma ante Leigh Wood. Al inglés le noqueó en febrero para destronarle.

Mauricio Lara./Matchroom Boxing
Mauricio Lara. Matchroom Boxing
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Mauricio Lara (26-2-1, 19 KO) es apodado el Bronco. Ese sobrenombre se lo puso su padre y entrenador porque desde pequeño olvidaba todo lo que le decían en la esquina. Cuando pisa el ring tira de corazón como buen mexicano y eso le hace ser todavía más peligroso. A sus 25 años es campeón mundial WBA del peso pluma y sobre todo es una estrella de futuro. Tiene todo lo que engancha a la afición. Es valiente y da espectáculo.

El Bronco nació y se crió en la Colonia San Felipe de Jesús, en la Ciudad de México. De familia humilde, entrenó desde pequeño y desde muy joven persiguió su sueño. Declinó hacer una larga carrera amateur para debutar como profesional con 17 años. El boxeo era el camino para cambiar la vida de su familia y quiso recorrerlo. Empezó perdiendo en su debut, pero eso no le desanimó. Poco a poco empezó a crecer y se hizo un nombre en su región. Cuando empezaba a despuntar, en mayo de 2018, fue noqueado. Lejos de frenar, esa derrota le sirvió de impulso.

Sin un equipo fuerte detrás, Lara iba a todo lo que le salía, llegando en 2019 a viajar a Argentina. Allí noqueó a un invicto. Su pegada es una de sus señas de identidad. Valiente y con potencia en sus manos era el boxeador perfecto para dar espectáculo… pero era uno de tantos. La pandemia no le frenó demasiado, necesitaba pelear y tras el confinamiento compitió tres veces. En ese punto su vida cambió.

Josh Warrington era campeón mundial IBF del pluma. No peleaba desde finales de 2019 e intentaba cerrar una unificación. Debido a la situación postpandemia no se le dio la oportunidad y buscó un plan b. Renunció a su cinturón y eligió a Lara como víctima propiciatoria. Quería rodarse para enfrentarse a Leo Santa Cruz. El mexicano llegó de tapado. Tímido por naturaleza, no se prodigó en las entrevistas previas y tampoco tenía una historia que vendiese mucho. Nadie esperaba nada, hasta que sonó la campana. La pegada de Lara sorprendió desde el primer momento al inglés, quien tras irse al suelo en el cuarto asalto acabó siendo noqueado en el noveno round. "Una de las mayores sorpresas del boxeo británico en este siglo", titularon las publicaciones en Reino Unido.

Lara se había presentado al mundo de manera brillante, y gracias a eso su vida cambió. Su objetivo era darle una vida mejor a su familia, en especial a su hija, y su sueño era ser campeón mundial. Encontró la manera de acercarse a sus metas cuando no estaba ranqueado en ningún organismo. Nadie le esperaba y pocos le conocían. Siete meses después se cerró una revancha. Warrington iba a terminar igual, pero el inglés se caracteriza por sus malas artes. Utilizó su cabeza de escudo y logró cortar al mexicano para salvarse. La herida que provocó era grande y la pelea se paró antes de que se pudiese mirar las cartulinas por reglamento (segundo round). "Desde ese día lo que tengo con él es personal", ha reiterado el azteca en múltiples entrevistas.

Matchroom le firmó y ahí empezamos a conocer a ese introvertido boxeador. Lara huye de los lujos. Hace su preparación en la montaña en el municipio de Jiquipilco (México) rodeado de tranquilidad. El don de la palabra no lo tiene, pero sus acciones sobran para descubrir qué tipo de persona es. En uno de los vídeos que DAZN le ha realizado en este tiempo, se ve cómo utiliza un cartón en lugar de una esterilla para realizar ejercicio en medio de un prado. Un tipo que no necesita ostentación, sólo trabajo.

Ese toque rudo unido a su extraordinaria pegada le convirtieron en el patito feo de la división. Nadie quería pelear contra él. Tras noquear a un excampeón del mundo, el Mundial debía ser su parada… pero la oportunidad no llegó. En 2022 peleó en Estados Unidos y México. Es joven, pero quería su oportunidad y llegó en febrero. Leigh Wood quería vengar el honor británico, pero acabó también brutalmente noqueado. "Sabíamos que la revancha se iba a dar tarde o temprano. Lo que no esperaba es que fuese tan temprano. Me alegro que Wood esté bien", afirma en la previa el mexicano.

"Mi vida ha cambiado mucho desde que soy campeón, pero el hambre por seguir siéndolo no cambia", apunta el monarca WBA del pluma. Caperucita se convirtió en el Lobo y este sábado, en Manchester, debe demostrar que su reinado no es flor de un día. "Van a descubrir a un Bronco mejorado. Estamos entrenando para ello", avisa.

"Pega como un peso pesado", apuntaba Wood antes de la primera pelea. Tiene razón y ahora que ya ha probado ese poder puede que el factor mental pese. El británico es valiente y sabe sufrir, pero nada puede frenar la violencia del azteca. El Bronco es favorito y él no duda en hacer spoiler a todos: "Volveré a acabar por KO". Sobre el papel pinta a ello, pero si alguien demostró que en el boxeo todo puede pasar es él. De desconocido a temido, Mauricio Lara tiene una nueva oportunidad para encandilar al público. Su historia vende y él enamora cada vez que pisa el ring.