Canelo Álvarez incumple una promesa y da dinero a su antiguo jefe para garantizarse 35 millones
Saúl Álvarez expone los cuatro títulos mundiales del supermedio frente a Jaime Munguía. El campeón tuvo que variar su planes para mantener el caché. Esta pelea no estaba en sus planes.

Desde el año 2020 Canelo Álvarez es el dueño de su destino. El azteca, de 33 años, rubricó en 2018 un contrato muy lucrativo. Se garantizó 365 millones de dólares por once combates. El acuerdo se hizo efectivo en diciembre de 2018 y se rompió antes de cumplirse el segundo aniversario. Golden Boy Promotions, empresa que ayudó a encumbrarle, estaba por el medio. Álvarez tenía problemas con su dueño, Óscar de la Hoya, y decidió marcharse. Costó, pero pudo hacerlo. Desde ese momento, Canelo firma por bloques de dos o tres combates con la promotora que más le interesa. Su máxima, obviamente, es ganar lo máximo posible y elegir al rival que más le convenga en cada momento.
El plan es perfecto si puedes ejecutarlo y hasta el momento lo había podido hacer. Todo cambió este 2024. Tras su derrota frente a Dmitry Bivol, Canelo se ha vuelto más cauto. Pecó de ambición y perdió. Nada se le puede achacar por ello, pero el tapatío es consciente de que si vuelve a perder puede meterse en un problema, ya que su caché caería. Por ello es muy cauto. Busca peleas atractivas, pero en las que es amplio favorito.
El último ejemplo sucedió en septiembre. Ganó a Jermell Charlo con suma facilidad. A tal punto llegó que tuvo que variar de planes. Él quería enfrentarse, este 4 de mayo, al hermano gemelo de su último oponente, Jermall, pero el pleito no vendía nada. Ambos hermanos llevaban mucho tiempo parados. Jermell había estado más activo, así que el resultado de la ecuación era previsible. Sin embargo, él estaba convencido e incluso lo dejó caer en el mes de febrero en una entrevista. Ese día no había nada firmado y tuvo que desdecirse poco después.
Premier Boxing Champions (PBC) firmó el pasado año un acuerdo de tres peleas en las que le garantizaba, de bolsa, 35 millones de dólares (después habría que sumarle repartos derivados de PPV y patrocinadores). La pelea planeada por Álvarez iba a generar tan poco que no era rentable. Aquí también jugó un papel fundamental Amazon Prime. El gigante estadounidense entró en el negocio del boxeo el pasado 30 de marzo. Les compensa tener a Canelo en plantilla, pero no a cualquier precio.
PBC y Amazon se lo pusieron claro al mexicano: la pelea es contra David Benavidez. Sin duda, ese duelo es el único que se plantea en el que Canelo puede tener problemas. El campeón no lo quiere, lo que fracturó la relación entre las partes al punto de que se llegó a afirmar que el acuerdo se había roto. No se sabe con exactitud cómo está la situación, porque Eddy Reynoso, entrenador y manager de Canelo, reveló en ESPN que tiene contrato vigente por la pelea del 4 de mayo y otra más.
Canelo volverá a pelear contra un mexicano tras siete años
Sea como fuere, Canelo tuvo que tragar por primera vez. Él se plantó en negarse a pelear contra Benavidez. Públicamente afirma que "no es una pelea atractiva". Allá él, pero el camino del medio le sirvió también para este 4 de mayo. DAZN entró en el negocio. En Estados Unidos la pelea se verá en Amazon Prime y en DAZN, lo que hace que Álvarez se garantice los 35 millones con los que ya contaba. ¿El rival? Jaime Munguía (43-0, 34 KO). Aceptar esta opción ha hecho que Canelo haya incumplido la promesa que hizo en mayo de 2017. Tras vencer a Julio César Chávez fue muy criticado en su país (el hijo de la leyenda no estaba en su mejor nivel), por lo que afirmó que nunca volvería a pelear contra un compatriota.
El segundo punto clave es que indirectamente, Álvarez le ha hecho ganar dinero a Óscar de la Hoya, con el que tampoco tenía previsto hacer negocios. El nombre de Munguía fue propuesto por DAZN, plataforma con la que Canelo empezó a negociar al romper relaciones con PBC. El mexicano está promovido por Golden Boy junto con Zanfer Boxing. La relación Canelo Team-Golden Boy está rota, pero Fernando Beltrán, dueño Zanfer, tiene una buena relación con Canelo, al que ayudó en sus inicios. Ese factor hizo que se pudiese cerrar el pleito. De la Hoya no hizo nada para que se diese la pelea, pero se llevará su parte y la tensión se vio en la rueda de prensa oficial este miércoles tras el enganchón verbal entre ambos (Álvarez le acusó de robar). Sin duda los variables seguro que han incomodado al campeón, pero en una negociación de este estilo hay que ceder y a él le tocó por eso lado para que el dinero no se viese afectado.
Munguía lleva preparando años un gran combate
En lo puramente deportivo, Canelo es amplio favorito. El azteca recuperó las buenas sensaciones frente a Charlo y lució a un buen nivel. No acaba de recordar al Canelo de antes de Bivol, pero convenció. Eso hace que no haya dudas en esta pelea. Munguía es un buen oponente y tiene un récord muy vistoso, pero deportivamente tiene carencias. Su pegada es su mayor virtud, pero en defensa tiene fallos que le cuestan mucho. Freddie Roach, entrenador de Manny Pacquiao durante años, entre otros, empezó a trabajar con él a finales de 2023. Ante John Rayder, en enero, se vio una evolución, pero Álvarez es otro nivel.
La principal clave del duelo está en la pegada que tenga Munguía. Canelo destaca por su buena quijada, pero la potencia de su compatriota es muy elevada. El aspirante debe centrarse en la defensa, ya que Álvarez es experto en ir demoliendo rivales, e intentar aprovechar sus oportunidades para ir mermando al campeón. Debe ser cerebral y no volverse loco. Tiene la experiencia suficiente para hacerlo y es que su carrera lleva años estancada a la espera, precisamente, de esto.
Con tan sólo 21 años (2018), Munguía se proclamó campeón mundial WBO del superwelter. Hizo cinco defensas exitosas en año y medio y empezaron a prepararle para una gran pelea. Pasó sin pena ni gloria por el medio y ahora, en el supermedio, al fin tendrá su chance. Tiene 27 años, está en el momento perfecto, aunque por sensaciones el combate puede recordar al que Canelo tuvo ante Mayweather. Le falta todavía. Munguía debe demostrar y lo hace sin presión. Esa es su baza. Por boxeo es inferior. Canelo se lo juega todo: los millones futuros, el prestigio y sobre todo seguir siendo el dueño de una de las fechas marcadas en rojo en el boxeo mexicano.