BOXEO

Dublín enloquece con Katie Taylor: se juega su legado ante su público

Katie Taylor peleará en Irlanda por primera vez como boxeadora profesional. Desafía a la campeona unificada del superligero, Chantelle Cameron. Sólo Claressa Shiedls es unificada en dos pesos.

Katie Taylor y Chantelle Cameron posan con sus cinturones y Eddie Hearn (promotor) en Dublín./Matchroom Boxing
Katie Taylor y Chantelle Cameron posan con sus cinturones y Eddie Hearn (promotor) en Dublín. Matchroom Boxing
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

En Londres 2012, Katie Taylor fue la elegida para ser la abanderada de Irlanda. La decisión tenía muchos motivos detrás. El boxeo, uno de los deportes con mayor historia en los Juegos, permitía por primera vez que las boxeadoras estuviesen en esa cita. Era una reivindicación, pero además Katie se lo había ganado. Había logrado ser cuatro veces campeona mundial amateur y cinco de Europa. En Londres también se colgaría el oro. Irlanda logró cinco metales y el único primer puesto fue el de la púgil de Bray. Ese año fue nombrada mejor deportista del país y su fama se disparó.

Taylor y Cameron en la presentación antes del enfrentamiento por el título mundial Reuters

Taylor ya era muy famosa en el país antes de Londres gracias a que el boxeo es religión en Irlanda, pero subirse a lo más alto de un podio olímpico la catapultó. En Río de Janeiro 2016 intentó repetir gesta, pero sorprendentemente cayó en el primer combate que disputó. En ese momento se centró en el pugilismo rentado y en noviembre de 2016 debutó con el guante pequeño y el vendaje duro. Eddie Hearn, CEO de Matchroom, no la dejó escapar y le ha llevado la carrera desde el inicio. Sabía que haría historia con ella.

La irlandesa tardó siete combates en proclamarse campeona mundial. Era un rodillo. En su décimo combate unificó coronas por primera vez y en 14 combates ya era indiscutida. En ese punto, subió de división de manera puntual para ganar otro mundial y ser reina en dos divisiones. La pelea por ser la mejor de la historia la tenía ahí. Claressa Shields y Amanda Serrano son las dos mujeres contra las que pugna por ser la número uno. Al estar las tres activo, la situación está siendo muy atractiva.

Taylor había barrido su división y el duelo entre Katie y Serrano era reclamado por todos. La ganadora sería la mejor, con permiso de Shields, y pactaron la lucha. Serrano subió de peso y se enfrentaron, en Nueva York, en abril de 2022. Pelea de las hacen afición y resultado ajustado. Lo perfecto para una secuela. Costó cerrarla, porque Serrano buscó una parada por el medio para unificar el peso pluma. En la revancha, la puertorriqueña quería igualar a Shields. La estadounidense es la única que ha unificado dos divisiones diferentes (superwelter y medio). Todo estaba listo para el 20 de mayo. Esta vez tocaba que Taylor fuese la local, ya que Serrano aunque nació en Puerto Rico vive y se crió en Brooklyn.

La bomba saltó en febrero. Serrano se lesionó y Taylor se quedaba sin pareja de baile. La noticia fue un duro golpe para la irlandesa. Por primera vez Katie iba a pelear como boxeadora profesional en su país y no quería un combate más. Por ello, y haciendo gala de una gran valentía, buscó la opción más difícil que encontró. Lo fácil hubiese sido buscar otra oponente, pero no, decidió subir al superligero y retar a la campeona unificada, Chantelle Cameron. La británica no dudó. Está ante un gran día de pago y viene crecida, ya que en noviembre ganó a Jessica McCaskill, única campeona del welter en ese momento, para proclamarse indiscutida.

La prueba de Taylor en el superligero (noviembre 2019) dejó dudas por el tamaño. Cobró demasiados golpes, pero ganó y en la posición que está necesita retos. Si quiere hablar de tú a tú con Shields y que nadie le ponga las estadísticas como excusa debe ser indiscutida en dos divisiones y después ganar a Serrano de nuevo. Esa es su hoja de ruta y el primer paso lo hará este sábado con un 3Arena de Dublín entregado a su superheroína. Pese al cambio de categoría, Katie es favorita. Tiene una técnica exquisita, mete ritmo, pega y tiene quijada. Es un prodigio y lleva años demostrándolo. Cameron intentará sorprenderla con su mayor tamaño y los nervios. Katie Taylor se juega todo a sus 36 años: el invicto, el prestigio y sobre todo reafirmar su número uno en la historia ante sus fans.