La entrada de Arabia Saudí en el boxeo estadounidense revoluciona al sector: "Esto es la guerra"

Arabia Saudí ha revolucionado la industria del boxeo. El país ha visto un filón en esta disciplina para que sea uno de los puntos fuertes de su programa 'Riyadh Season', con el cual intentan limpiar la imagen de su país a través del deporte. Al tratarse de una modalidad en la que no existen temporadas y se puede disputar bajo techo, podrían hacer, si quisiesen, eventos casi cada semana. Por el momento, en 2024 será la primera vez que organicen shows fuera de la temporada en la que congregan el resto de deportes (de octubre a marzo).

La ambición del gobierno saudí, liderado por Turki Alashikh (máximo responsable del deporte en el país y dueño del UD Almería), no tiene límites. Por ello, también han decidido que este año llegue la expansión. Harán su primer show fuera de Arabia Saudí. Será en Banc of California Stadium de Los Ángeles el 3 de agosto. El evento se presentó este miércoles entre gran expectación. El dinero que ofrecen a los boxeadores ha cambiado la manera de entender la industria. Sus bolsas no se pueden igualar en la mayoría de casos, por eso están logrando que los mejores peleen contra los mejores.

Su premisa para Estados Unidos es la misma: hacer combates que todo el mundo quiere ver. Con esa idea, Arabia Saudí trabaja con todas las promotoras. Cuando hay dinero por el medio nadie tiene problemas con nadie... al menos hasta este miércoles. Eddie Hearn, junto a Matchroom, y Frank Warren, con Queensberry, son los primeros que hicieron negocios con el gobierno saudí. El país se apoya en ellos y eso no ha gustado a Óscar de la Hoya, excampeón mundial y dueño de Golden Boy Promotions.

"Ningún promotor viene a mi territorio y piensa que puede apoderarse de 'mi' deporte. Esto es la guerra. Esto va dirigido a una persona que no sabe una mierda de boxeo", escribió De la Hoya en la red social X. El recado iba para Eddie Hearn, con quien curiosamente acaba de hacer negocios. El duelo entre Haney y Ryan García fue organizado por ambas empresas. Se le olvidó eso, o se tensaron las cosas... lo cierto es que la "guerra" continuó en redes sociales. El estadounidense recomendó a Hearn quedarse en Estados Unidos y éste le replicó que su negocio es global, poniendo sobre la mesa que tiene 18 campeones mundiales por los cuatro de Golden Boy.

Hearn estuvo presente en la presentación de la velada del 3 de agosto. Tuvo un papel muy visible porque tenía bastantes luchadores implicados, pero De la Hoya también es parte de ese show. Vergil Ortiz estará en uno de los combates principales y es de su equipo. El logo de Golden Boy figura al mismo tamaño en los carteles que el de el resto de empresas que participan en la promoción. Es parte de la fiesta, pero no con el poder que desearía. Su empresa está radicada en California y la mayoría de sus shows son allí. Quería una cuota mayor. Arabia Saudí está por encima de todos, pero los duelos por ver quién 'cuela' más boxeadores ha comenzado. El dinero saudí ha provocado una revolución en el boxeo y no sólo por la mejora de las condiciones.

Terence Crawford será la gran estrella del show que se celebrará en Los Ángeles. Campeón mundial en tres divisiones (dos de ellas siendo indiscutido), Bud busca reinar en una cuarta. Para ello, con la ayuda saudí, desafiará al campeón WBA del superwelter Israel Madrimov (10-0-1, 7 KO). También estará en juego la faja interina WBO (el campeón, Fundora, está lesionado). Isaac Cruz, flamante campeón mundial WBA del superligero, se enfrentará a José Valenzuela en su primera defensa. También se coronará un nuevo campeón WBA en el semipesado. Chocarán David Morrell y Radivoje Kalajdzic.

Fuera de cinturones, Tim Tszyu, que viene de perder en marzo, chocará ante Vergil Ortiz. Andy Ruiz, excampeón mundial de los pesados y californiano, volverá tras casi dos años sin pelear, ante Jarrell Miller. Por último, el cubano, y oro olímpico en Tokio 2020, Andy Cruz se medirá al mexicano Antonio Morán por un cinturón intermedio IBF del peso ligero.