Naoya Inoue es el mejor del mundo: noquea a Tapales para su segundo indiscutido en un año

Naoya Inoue es el mejor boxeador del mundo. Lo que ha logrado en el último año este japonés de 30 años no había pasado nunca. En un espacio de 378 días ha logrado unificar dos divisiones diferentes. En la era de los cuatro cinturones, sólo Claressa Shields, Terence Crawford y Katie Taylor han sido capaces de ser indiscutidos (ostentar a al vez los Mundiales WBC, WBA, IBF y WBO) de dos categorías de peso diferente. La más rápida hasta el momento había sido Shields, quien del primer al segundo indiscutido necesitó dos años. Inoue ha sido tan rápido en la jugada como lo es cuando saca sus golpes en el ring. La situación la tenía de cara, pero también el camino era de mayor complejidad: se tuvo que deshacer de dos campeones unificados.

Inoue, apodado Monster, se puso como objetivo ser el único campeón del peso gallo (antes había sido campeón mundial en minimosca y supermosca) a finales de 2021. En 2019 había logrado alzar el cinturón IBF y lo unificó, es mismo año, con el WBA en la final de las World Boxing Super Series. Después llegó la pandemia y todo fue complejo. Recuperada la normalidad, el nipón cerró una revancha contra Nonito Donaire, al que había ganado para unificar, en verano de 2022. El filipino llegaba con la faja WBC. En el primer pleito entre ambos el japonés sufrió. Ha sido la única vez en su carrera. En la revancha arrasó en dos asaltos. Con tres títulos del gallo, Inoue desafió a Paul Butler el 13 de diciembre de 2022. Le ganó antes del límite borrándole del ring desde el segundo uno.

Su hambre es insaciable, por ello subió al supergallo. En Japón es una megaestrella. Genera mucho dinero y no necesita ir a Estados Unidos ni poner horarios 'normales' para los occidentales. Le gusta pelear los martes por la tarde en Japón (mediodía en España, madrugada en Estados Unidos y Latinoamérica) y en martes ha hecho historia. En julio llevó a Tokio a Stephen Fulton, campeón WBC y WBO del supergallo. Era una pelea muy compleja, pero Inoue lo vapuleó en ocho asaltos. Ese día, Marlon Tapales, monarca WBA e IBF, estaba presente. Su pelea estaba cerrada y se dio este 26 de diciembre. El Monster era muy favorito y cumplió, aunque el filipino le hizo emplearse a fondo. Fue lo mejor para el nipón, ya que pudo demostrar su gran calidad. Ganó en el décimo asalto para lograr su segundo indiscutido. Histórico.

Inoue llegó al pabellón con la tranquilidad que le caracteriza. Era su pelea número 26 como profesional. Las 25 anteriores las había ganado y en 22 de ellas había finalizado. Este martes sumó una nueva muesca en su revólver. Se queda con un 26-0 (23 KO). Imponente. La calma previa la dejó en el vestuario. En el ring en un torbellino. El nipón dominó con el jab y conectó manos en los dos asaltos iniciales sin arriesgar. Tapales se dio cuenta que debía dar un paso al frente y propuso un poco más en el tercero. Inoue le observó, lo analizó y apretando en los instantes finales se llevó el asalto. La pelea se ponía interesante.

A Tapales le quedaba ser valiente. Lo fue. En el cuarto acto hizo retroceder a Inoue, quien tuvo lo que quería. Con un gancho y una derecha recibió al filipino y le envió a la lona. Tapales se rehizo. Pudo recuperar en la esquina. En contra de toda lógica, en el quinto salió a pararse y cruzar. Lo intentaba, pero Inoue es de otro planeta. Golpeó duro y certero, sobre todo al cuerpo, y ganó. Iba 5-0. En el sexto Tapales tuvo menos fuelle. Fue una estrategia. Tomó oxígeno y con su jab quiso mandar en el séptimo. Inoue aprovechó para respirar y tomar un segundo aire. Quedaba mucho todavía por delante. La actitud de ambos hizo que fuese el asalto más difícil de puntuar hasta ese momento. El visitante se lo pudo apuntar, algo que no sucedía desde que el Monster ganó a Donaire en 2019. Siete combates después alguien lograba incomodarle y, al menor, plantear batalla.

Inoue no es Inoue solamente por sus números, lo es por lo que muestra en el ring. Tapales le incomodó también en el octavo, no le dejaba estar tranquilo, pero aún así el japonés siguió sumando rounds. Hace falta mucho para poder arrebatarle asaltos. Tiene técnica, poder e inteligencia. La combinación perfecta. Los tiempos eran del Monster, por lo que desde el noveno aceleró. El filipino necesitaba un KO, lo que le volvería a abrir posibilidades al local para finalizar. Sucedió en el décimo. Con una derecha Inoue envió a Tapales a la lona y el filipino ya no pudo rehacerse. Historia viva. Con 30 años Inoue ya es uno de los mejores boxeadores que ha pisado un ring. ¿Cuál es su límite? El tiempo lo dirá, de momento al terminar aseguró que seguirá un tiempo en el supergallo. Akhmadaliev o Nery aparecen en el horizonte. Combates interesantes, pero Inoue, ahora mismo, es favorito ante quien le pongan delante. Es de otro mundo.