Iwata rompe el sueño mundialista de Jairo Noriega en Japón
Shokichi Iwata se proclamó campeón mundial WBO del peso minimosca al derrotar a Jairo Noriega en el tercer asalto. El español fue cazado cuando estaba haciendo un buen combate.

Avisaba Jario Noriega en la previa que no se iba a guardar nada este domingo en Tokio. El Leñador, de 31 años, al fin tenía la oportunidad de disputar un título mundial. "Prefiero perder siendo valiente", apuntaba. Noriega fue fiel a sus palabras y el corazón le pudo pasar factura. En el tercer asalto Iwata le dañó y ahí fue al cruce cuando el round estaba casi terminando. Una pena, ya que estaba haciendo un combate de tú a tú al nipón, quien ahora es el nuevo campeón mundial WBO del peso minimosca.
A las 10:20, hora peninsular española, Jimmy Lennon Jr. presentó al púgil criado en Villarreal (nació en Badajoz). Noriega lució serio y concentrado ante la oportunidad. Iwata lucía más grande sobre el ring, pero el español tenía mayor velocidad. Debía tener cuidado Jairo con los envites de su oponente. El Leñador fue trabajando con buen criterio. Seleccionaba las manos y llegaba al japonés, quien llevaba poder en sus manos.
El pleito estaba siendo de tú a tú en sus tres primeros asaltos. Noriega es un luchador que siempre goza de un buen físico e iba de menos a más. No marcaba el ritmo todo el round, pero lo iba haciendo de manera brillante en momentos puntuales. La tónica era la de la igualdad hasta que en el tercer asalto Iwata sorprendió a Jairo con un upper que le dañó. El Leñador se quedó tocado y el local le impactó con dos acciones extra. La última fue un claro golpe en la nuca, pero como el visitante venía tocado el referí se limitó a realizar el conteo de protección. Erró.
Noriega se fue al suelo dañado. Quedaban diez segundos de asaltos. Debía dejar correr el tiempo e intentar recuperar en el minuto de descanso. Ahí le pudo el corazón. Casi sobre la bocina quiso cruzar. Intentó impactar con potencia, pero Iwata le volvió a enviar al piso con una izquierda. El árbitro no dudó y paró el pleito pese a que el tiempo de asueto estaba cerca de comenzar. El sueño mundialista de Jairo Noriega se esfumó en Tokio. Por calidad, si él quiere, el chance volverá a llegarle.